miércoles, 31 de diciembre de 2014

La cena del líder (un cuento de Navidad)

Ilustración: @Paco Catalán Carrión
Ilustración: @Paco Catalán Carrión

"El que te alimenta, te controla", Thomas Sankara

En los mataderos siempre es invierno. Como copos de nieve que se estrellan contra el mármol van desfilando en silencio los animales. Decenas de pedidos se acumulan sobre la mesa. Supermercados, comidas benéficas, de navidad y una cena mitin para más de trescientas personas a la que abastecerán en unas horas. Todo tiene que estar perfecto. La sala está repleta de hombres y mujeres que aplauden la llegada del líder y su comitiva. Hay un rumor de banderas honestas ondeando el escenario y las mesas de los comensales.
El carismático líder habla despacio, pero con firmeza. Exige acabar con la pobreza. Reivindica el lenguaje del trigo y de la ética, habla de respeto, de la empatía hacia el otro, de las injusticias que hay que combatir. Y mientras dibuja un mundo libre de crueldad, apura el último bocado de carne y pide un par de costillas con patatas. ¿Es lechal, verdad? Sí, le aseguran.
Su comida nació hace mes y medio. Ha permanecido junto a su madre seis semanas, es un glotón que adora mamar. El día que lo separaron de ella gritó desesperado durante todo el traslado en el camión. Llegó a una sala fría y oscura junto a decenas de corderos pascales que llevaban un número y una fecha de sacrificio marcados sobre el cuerpo. La empresa calculó que la comida del carismático líder y sus compañeros estaba lista, pesaba siete kilos, el peso óptimo para el mercado, para ser consumido. Camino del matadero tuvo frío, hambre, miedo, pero también curiosidad. Hasta que sintió un golpe seco, allí acabó todo. Una vez despiezado, la comida del carismático líder realizará el viaje más largo de su vida, mejor dicho, de su muerte. En ese viaje hasta la ciudad no podrá ver el campo, los árboles, las flores del camino, tampoco podrá escuchar el chapoteo del agua de la fuente, todo aquello que estaba tan cerca y que nunca pudo sentir, oler, tocar.
Las bandejas de plástico borran toda huella de crueldad, lo hacen aséptico, es carne de un animal, mejor dicho, de una cría de animal, pero podría ser pan, pasteles o lechugas. El supermercado es un lugar donde existe el consumo, no el dolor. No hay memoria en un supermercado, nunca hay preguntas, salvo sobre las ofertas del día.
Al cabo de unas horas su carne tierna e infantil llega al plato del carismático líder, junto a un puñado de patatas y de hierbas aromáticas. En la sala, llena de jóvenes revolucionarios y expertos, hombres y mujeres de impecable historial de libertades siguen comiendo y defendiendo una lucha certera contra las injusticias, una renovación de la lucha de clases en el siglo XXI. Las canciones y el vino animan el ambiente. Y mientras trenzan palabras en el aire, el líder hinca sus dientes sobre el blando lomo, chupa con disimulo las costillas y arranca con placer los trozos de carne unidos al tierno hueso.
Cuando termina, se levanta, alza su copa y exige junto a sus compañeros acabar con la explotación. Hay que plantarles cara a los explotadores, hay que ganar esta batalla, grita, y a veces no nos damos cuenta, no vemos lo que tenemos delante de nosotros. Le aplauden y él, agradecido, despliega su mejor sonrisa, aunque entre los dientes, la carne de otro esclavo ha sido engullida bajo promesas revolucionarias, bajo palabras como igualdad, explotación y libertad. La revolución empezará mañana, dicen, pero esa… esa es otra historia.
En los mataderos siempre es invierno. En los mataderos siempre es infierno.
 
Nota de la autora. Cuento inspirado en la cita de la escritora Alice Walker: “Cuando un día hablábamos sobre la libertad y la justicia estábamos sentados ante filetes. Estoy comiendo miseria, pensé para mí cuando tomé el primer bocado, y lo escupí" .

martes, 30 de diciembre de 2014

La Justicia de Argentina reconoce el 'hábeas corpus' a una orangutana

Después de toda una vida en cautividad, la sentencia reconoce a Sandra como "sujeto no humano" con derecho a la libertad

Sandra en el zoo de Buenos Aires. Foto: Alfredo Martínez
Sandra en el zoo de Buenos Aires. Foto: Alfredo Martínez

Se llama Sandra y en febrero cumplirá 29 años. Es una orangutana que ha vivido toda su vida en cautiverio, los últimos veinte años en el zoo de Palermo, en Buenos Aires, y prácticamente la totalidad de ese tiempo en absoluta soledad. Ahora la Justicia de Argentina la ha reconocido como “sujeto no humano” con los derechos básicos que le son inherentes, comenzando por el de la libertad.
En un fallo histórico, la Cámara de Casación Penal considera que la privación de libertad de Sandra es “ilegal” y le concede un `hábeas corpus´, una institución concebida para defender los Derechos Humanos, evitar las detenciones y privaciones de libertad arbitrarias y asegurar en todo momento los derechos básicos de las personas detenidas o presas. Cuando se aprueba para una persona humana, implica su inmediata puesta en libertad.
El `hábeas corpus´ es un pilar básico de los derechos humanos, que ahora se concede a una orangutana, dando un paso de gigante en el reconocimiento de los derechos animales y creando un precedente que podría abrir la puerta de otras muchas jaulas en otros muchos zoos. Sandra podrá ahora ser trasladada a un santuario, una reserva natural en Brasil donde podrá vivir en régimen de semilibertad y recuperar el contacto con otros de su especie.
La Asociación de Funcionarios y Abogados por el Derecho de los Animales ( AFADA) solicitó el `hábeas corpus´ para Sandra, pero la juez penal de instrucción Mónica Berdión lo rechazó el pasado mes de noviembre. Finalmente, la Sala Segunda de la Cámara de Casación ha determinado que el confinamiento de Sandra es “injustificado” puesto que se trata de un animal con “capacidad cognitiva”.
El fallo echa por tierra la versión del zoo donde está Sandra, y con ella la de todos los centros que mantienen animales en cautividad. Sus responsables decían que la petición de `hábeas corpus´ demostraba “desconocimiento” del comportamiento natural de los orangutanes, animales “solitarios y muy tranquilos, que solo se juntan para aparearse o atender a sus crías”, por lo que alegar “injustificadamente maltratos, estrés o depresión del animal es incurrir en uno de los errores más comunes de los seres humanos, que es humanizar cualquier conducta animal. Sandra goza de cuidados excepcionales y vive en soledad porque es lo que requiere su especie”, decían.
La sentencia abre camino para todos aquellos animales que son considerados jurídicamente propiedad privada y que, por tanto, pueden ser tratados como objetos a disposición de sus dueños. Sandra no es humana, pero tiene cierto grado de raciocinio, siente, padece, experimenta frustración por la cautividad, decide, crea y mantiene lazos afectivos, es consciente de sí misma y del paso del tiempo. Llora, aprende y se comunica. Su sufrimiento por la privación de libertad y por la falta de contacto con otros como ella es muy similar al que experimentaría una persona humana, y eso es lo que reconoce la sentencia. “A partir de una interpretación jurídica dinámica y no estática, menester es reconocer al animal el carácter de sujeto de derechos, pues los sujetos no humanos (animales) son titulares de derechos, por lo que se impone su protección en el ámbito competencial correspondiente”.
Los responsables del zoo tienen la posibilidad de apelar a la Corte Suprema de Justicia de Argentina, lo cual podría retrasar la liberación de Sandra y su traslado a Brasil. Según AFADA, solo en Argentina hay otros 14 primates en su misma situación, para los que esta sentencia abre una puerta de esperanza.

lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Qué país pretendemos?

Con el discurso que aquí reproducimos, recibimos el miércoles 17 de diciembre, en el Congreso de los Diputados, el premio APDDA 2014, que los parlamentarios en defensa de los animales han concedido a eldiario.es por alojar este blog.
Con su publicación queremos dar las gracias a todas las personas que nos leen y nos siguen, y a todas las personas que han colaborado con nosotras.
También recibió el premio AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal), cuyo presidente, José Enrique Zaldívar, destacó las "huellas científicas" que certifican el sufrimiento físico y emocional de los bóvidos en los espectáculos taurinos.
"Los veterinarios", dijo, "no podemos mirar para otro lado cuando está en juego la vida de un animal con el que una parte de la sociedad se divierte; la ética no es un disfraz que un veterinario se pueda poner o quitar en función del tipo de maltrato o de la especie del animal que lo padece".

Cristina Narbona, Ignacio Escolar, Chesús Yuste, Ruth Toledano y Concha López en el Congreso de los Diputados durante la entrega de los premios APDDA 2014. @Fotopets
Cristina Narbona, Ignacio Escolar, Chesús Yuste, Ruth Toledano y Concha López, en el Congreso de los Diputados durante la entrega de los premios APDDA 2014. @Fotopets

Muchas gracias a la APDDA por este premio, especialmente a su coordinador, Chesús Yuste, buen político y mejor persona. Gracias también a Cristina Narbona por entregárnoslo y por su compromiso con los animales no humanos, especialmente difícil desde el entorno y los cargos políticos que ha ocupado. Tiene un valor especial que este premio lo otorgue una asociación parlamentaria porque su trabajo demuestra que otros políticos son posibles, incluso dentro de esta casa [el Congreso de los Diputados], que es del pueblo pero que tantas veces no cumple con su responsabilidad: la de estar al servicio de las personas.
Un valor aún más especial porque las personas de las que se ocupa la APDDA ni siquiera son humanas, ciudadanos con voz y voto, sino individuos a los que por no ser humanos no se les respetan sus derechos más básicos. Animales que no pueden votar pero que sufren a diario en las formas más horribles que pueda imaginarse. Gracias, pues, por traer su voz al que debe ser el órgano máximo de la expresión popular, también la de quienes representamos a esos que no tienen voz.
Quiero dedicar este premio al periodista Arsenio Escolar, el padre de Ignacio Escolar, director de eldiario.es, con el que 'El caballo de Nietzsche' comparte este honor. Porque en este país de los horrores contra los animales el periodista Arsenio Escolar ha sido un pionero del periodismo que los tiene en cuenta. Es el fundador y director del diario 20minutos, primero en España que se declaró antitaurino de forma expresa: en 2006, cuando 20minutos tenía 2,6 millones de lectores diarios en la edición impresa (era, con diferencia, el más leído, por encima de El País y el Marca, y en 2007 llegó casi a los 3 millones), Arsenio Escolar hizo una declaración fundacional: el periódico no daría ninguna información que supusiera promocionar o apoyar la llamada fiesta nacional, que a una parte muy importante de sus lectores les parecía un espectáculo salvaje donde se maltrata a un animal para diversión del público.
Hace casi 28 años, cuando era periodista de El País, Arsenio Escolar publicó un largo reportaje sobre torturas a animales en fiestas populares. Lo tituló ‘Vida de perro, muerte de toro’ y le valió varios  desmentidos por parte del Defensor del Lector acerca de lo que él denunciaba, y que aún hoy sigue produciéndose casi por igual. También se atrevió, en 1987, a hacerse eco del trabajo de un español que fundó en Los Ángeles una  asociación contra la vivisección o experimentación animal. Y le llovieron los palos. Hoy en día, como sabemos, te siguen lloviendo palos si escribes sobre lo que esconden los laboratorios y lo que implica la experimentación en animales. Arsenio Escolar fue un pionero y la historia de nuestro periodismo debe reconocérselo.
De casta (esta casta, sí) le viene al galgo: cuando en 2012 apareció eldiario.es, su hijo, Ignacio Escolar, creador y director de este medio digital, ya había manifestado públicamente su firme oposición a la tauromaquia, bien a través de sus artículos de opinión o incluso encabezando una masiva manifestación en Madrid contra su declaración como Bien de Interés Cultural. Así que cuando le planteé la posibilidad de un blog de derechos animales en eldiario.es su respuesta fue inmediata: ¡adelante! Lo traigo a colación para hacer hincapié en la importancia de la educación en los valores que él mismo había recibido de su padre (y también de su madre, que está implicada de siempre en la protección de perros y gatos, y durante años ha publicado sobre ello un blog).
Es la importancia de una educación ética frente a la barbarie que fomenta el sistema educativo actual, a través, por ejemplo, del fomento de la tauromaquia impulsado por el ministro Wert, que se lleva a los toreros de paseíllo por las escuelas, en una pretensión, moralmente despreciable, pedagógicamente criminal, de adiestrar a los niños y niñas en el gusto por torturar animales. La casta del galgo Escolar es otra, bien distinta de esa que se apropia del dinero público para gastarlo en la sangrienta patología social que representa una cacería.
Hasta que nació 'El caballo de Nietzsche' en eldiario.es nunca un periódico generalista había incluido los derechos animales entre sus contenidos. Había habido blogs proteccionistas, como en 20minutos, o los asuntos relaciones con animales no humanos se habían tratado solo de manera puntual, como curiosidad, como fenómeno ecológico o como una cierta excentricidad.
Las Cartas al Director eran el escaso espacio de denuncia en los medios, que apenas recogían la voz de los animales no humanos. Sencillamente, no oían sus lamentos, no veían las terribles imágenes de su sufrimiento, no los reconocían como objeto periodístico porque no los consideraban sujetos de derechos. Mi obsesión ha sido siempre hacer oír esa voz, pues he creído que el periodismo debe también vigilar e informar sobre la sistemática vulneración de esos derechos.
Ese es el trabajo que nos proponemos en 'El caballo de Nietzsche'. Un trabajo desinteresado y riguroso que no sería posible sin sus autoras y autores: Marta Navarro, Lucía Arana, Paula González Carracedo, Kepa Tamames, Julio Ortega Fraile, Carmen Moraga, Alessandro Zara... Su compromiso es emocionante. Mi agradecimiento más especial a la periodista Concha López, coeditora del blog, por su entrega absoluta a este proyecto, su profesionalidad y su amor a los animales y a nuestro Caballo. Nos enorgullecemos también de haber publicado a muchas otras firmas destacadas, y de que nadie hasta hoy a quien hayamos pedido un artículo, una foto, una ilustración, nos ha dicho que no. No hay palabras para agradecer su trabajo y su tiempo en favor de los animales.
Y, desde luego, 'El caballo de Nietzsche' no sería lo que es sin los miles de lectores que nos siguen, que nos han dado la satisfacción de comprobar no solo que nuestro trabajo es necesario sino que el tiempo de nuestro trabajo, el tiempo de los animales no humanos, ha llegado por fin. Los animales y los lectores son nuestro estímulo, el impulso para buscar cada día las palabras adecuadas, las imágenes adecuadas, la información imprescindible.
Aún hay quien cuestiona nuestro esfuerzo, pues considera que los humanos lo estamos pasando demasiado mal como para preocuparnos por los no humanos. A ellos queremos decirles que no nos impulsa solo el respeto a los animales no humanos. Que creemos que su dignidad es también la nuestra. Que nuestra vida nunca podrá ser buena si la suya es un infierno. Que el abuso al que son sometidos los animales no humanos no es más que el reflejo del abuso de poder que se ejerce sobre los otros más débiles, sea cual sea su especie.
Creemos que maltratar a un animal indefenso es como hacerlo con un niño, con un anciano, con un enfermo, pero que ellos siempre han sido los olvidados. Y no nos conformarnos con un mundo que no se sienta solidario con su dolor, que no se subleve contra las injusticias que padecen. No nos consideramos dueñas y señoras de una experiencia, la vida ajena, que no nos pertenece; es más, tenemos la obligación moral de proteger. Creemos que el mundo, nuestro mundo, es un lugar mejor si defendemos todas las vidas de la tortura y de la muerte. Que el mundo será mucho mejor si respetamos a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros compañeros de planeta no humanos.
Pues, ¿qué país pretendemos si su fiesta nacional consiste en torturar a un animal hasta la muerte? ¿Qué país pretendemos si los festejos de sus pueblos consisten en aterrorizar y herir a un becerro, que es un cachorro, o en  abrasar la cara de un animal arrastrado, atado y encendido como una tea? ¿Qué país pretendemos si  los ancianos son separados de sus animales para ser arrumbados en residencias que no los admiten? ¿Qué país pretendemos si cuando hablamos de  familias desahuciadas olvidamos que sufren un doble drama: el de esos miembros de la familia que no son humanos y no serán aceptados bajo otro techo?
¿Qué país pretendemos si no atendemos a esas mujeres maltratadas que no son acogidas con sus animales y no abandonan su casa para no dejarlos en manos de sus verdugos? ¿Qué país pretendemos si  la Justicia permite que los animales sigan conviviendo con sus maltratadores incluso después de ser condenados por maltrato? ¿Qué país pretendemos si  al plato de nuestros hijos llegan los despojos de animales que han sido maltratados toda su vida? ¿Qué país pretendemos si llevamos a los niños a divertirse encima de unos  ponis que dan vueltas hasta la extenuación o a unos  circos que van por el mundo  arrastrando jaulas con tristes secuestrados?
¿Qué país pretendemos si sabemos que la producción de carne a gran escala es una de las principales causas de daño al medio ambiente? ¿Qué país pretendemos si ciertos científicos se ofenden porque difundimos lo que tiene de falacia y de negocio la vivisección? ¿Qué país pretendemos si  la televisión sigue utilizando animales como si fueran atrezo? ¿Qué país pretendemos si se exhiben  perritos en escaparates como si fueran peluches y las perreras son gestionadas por empresas desratizadoras? ¿Qué país pretendemos si  enviamos a los Oscar de Hollywood una película que ha torturado y matado nueve toros? ¿Qué país pretendemos si son opacas las cuentas de un negocio ruinoso como el de la tauromaquia, que sobrevive a base de subvenciones?
¿Qué país pretendemos si sus más altas instituciones han alardeado de abatir a un venerable elefante? ¿Qué país pretendemos si los defensores de esos animales, de esos inocentes, de esos martirizados, han sido detenidos y encarcelados como si ellos fueran los terroristas? ¿Qué país pretendemos si no asumimos de una vez por todas que la violencia contra los animales está  directamente relacionada con la violencia interpersonal?
'El caballo de Nietzsche' pretende informar de todo ello. Concienciar frente a todo ello. Pero, también, informar de que la sociedad cada vez es más consciente de la lacra del maltrato animal y ya son muchos los profesionales que están trabajando contra ello desde sus respectivos ámbitos: abogados, maestros (como César Bona, que creó una protectora de animales virtual en un pequeño pueblo aragonés, motivo por el que fue reconocido con este mismo premio que hoy recibimos y que ahora opta al Nobel de la Enseñanza), profesores universitarios, filósofos, médicos, psicólogos, fotógrafos, músicos, dibujantes, escritores, deportistas, modistas, policías. Queremos informar del trabajo que están llevando a cabo, cada cual en su ámbito, porque es de justicia y porque construye el camino de nuestra esperanza, de la de millones de animales.
Y, cómo no, los veterinarios. Qué orgullo compartir premio con AVATMA, veterinarios éticos que dignifican su profesión.
Termino con algo personal. Cuando era niña quería ser reportera de guerra (debía de ser una niña un poco loca). Luego abandoné esa idea, aterrorizada. Sin embargo, de algún modo, he terminado siendo reportera de guerra. Porque, como dice en un poema la poeta Ana Pérez Cañamares, “cuando hay muertos, es guerra”. Y hay muertos. Millones de muertos.
Perros, gatos, corderos, cerdos, cochinillos, vacas, terneros, becerros, toros, ratones, macacos, pollos, gallinas, ocas, ciervos, jabalíes, delfines, ballenas, pulpos, burros, ponis, mulas, caballos. Encerrados, arrastrados, golpeados, abrasados, mutilados. Aterrorizados y exhaustos como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando en Turín. Nietzsche se enfrentó al cochero que lo le daba latigazos y fue detenido, también, por desórdenes públicos.
Así que es una guerra. Y, si es una guerra, debemos seguir cubriéndola, debemos seguir registrando la voz de sus víctimas, siendo la voz de sus víctimas. Debemos seguir haciendo el periodismo ético al que nos obliga ese frente de inocentes desarmados. Periodismo a pesar de la conciencia de que la guerra será larga y aún perderemos muchas batallas. Periodismo a pesar de las minas de horror a las que nos exponemos cada día. Periodismo a pesar de la incomprensión que nuestra lucha pueda aún suscitar incluso entre los propios compañeros. Periodismo a pesar de todo.
Gracias al eldiario.es por permitirlo. Mientras nos lo permita, seguiremos haciendo periodismo de guerra, esa revolución a la que refiere la poeta Pérez Cañamares:

Cuando desollasteis al gato negro
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando acusasteis de bruja a la anciana
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando quemasteis aquel bosque
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando la mujer abortó por vuestras patadas
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando colgasteis del árbol al negro
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando arrancasteis la uña del meñique
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando os quedasteis mirando la agonía
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando sonreísteis al recibir el soborno
hubiera bastado para hacer la revolución.
Cuando lanzasteis la bomba número uno
hubiera bastado para hacer la revolución.
Ahora el estupor nos impide calcular
cuál sería vuestro merecido
y nuestro resarcimiento.

Nuestro resarcimiento, el de 'El caballo de Nietzsche', es el de tratar de hacer la revolución antiespecista a través del periodismo. A pesar de todo. Motivos no nos faltan.

Miembros de AVATMA, El caballo de Nietzsche y eldiario.es, premiados por la APDDA.
Miembros de AVATMA, 'El caballo de Nietzsche' y eldiario.es, premiados por la APDDA.

domingo, 28 de diciembre de 2014

PACMA pide que se investigue la muerte de un oso en la Sierra Palentina

El pasado viernes día 12 de diciembre, se avistaba en el Parque Natural de Fuentes Carrionas un oso de unos 5 años gravemente herido, arrastrándose casi moribundo.

 

Las imágenes del oso corresponden al momento en el que técnicos de la Junta de Castilla y León y agentes de la Guardia Civil le anestesian para tratar de curar las heridas, que no pudo superar, muriendo en el traslado.

Según expertos etólogos, la herida que presenta pudiera ser en apariencia de un disparo de caza y posterior ataque de perros de presa utilizados en batidas de jabalí.

El Partido Animalista PACMA solicitará a la Junta de Castilla y León que se hagan públicos los resultados de la necropsia y se investigue la posibilidad de que haya muerto por disparos de cazadores.
Es la segunda vez en menos de dos año que un oso muere (presuntamente) a manos de cazadores.

Recordemos que en 2012 Ecologistas en Acción se personó en un expediente sancionador contra el cazador que disparó y mató a un oso en la misma Reserva de Fuentes Carrionas durante una batida de jabalíes.

Silvia Barquero, Presidenta del PACMA, no duda en tildar de "terrorismo ambiental llevado a cabo por escopeteros contra especies en peligro de extinción, en espacios protegidos, corriendo peligro incluso las personas que ejercen su derecho a disfrutar del entorno".

sábado, 27 de diciembre de 2014

Manteles rojos y perchas que gritan. Conciencias sordas y blancas

Escrito por 

Morir ejecutados las mañanas de noches de paz y noches de amor

Cuando se calle el último villancico,
al apagarse la última bombilla que parpadea en rojo, verde o azul,
tras el silencio que sigue a la última felicitación,
apurado el último trago del último brindis y desenvuelto el último regalo,
más allá del último décimo del niño hecho pedazos sobre los trozos de aquel otro que nunca fue gordo de navidad,
después del último feliz nochebuena, del último próspero año nuevo y del último qué bien se han portado los reyes,
de la última de las risas y de la última de las lágrimas,
del último beso,
del último abrazo, después…
Lo que permanecen son las mismas injusticias.
No en todos y no por culpa de todos. No sé por la de cuántos, no sé si por la de muchos o la de pocos, supongo que por culpa de los suficientes, pero las injusticias resisten junto al mismo egoísmo y la misma estupidez que existían antes del primero, aunque probablemente ahora con más banalidad a cuestas y seguro que con más hipocresía.
No quedan exactamente las mismas víctimas pero sí son las de siempre e idéntico su miedo y su dolor.
No son justo las mismas porque algunas fueron ejecutadas durante estas dos semanas, y digo que están las de siempre porque otras nuevas vinieron a ocupar su lugar y ellas serán las siguientes.
Para todos los seres padecer dolor sólo obedece a su sistema nervioso, para algunos que les maten sólo es cuestión de su especie, y que eso les ocurra antes o después sólo es función de cuánto tiempo tarden en alcanzar el peso o tamaño ideal para ser asfixiados, degollados, electrocutados, hervidos vivos o desollados.
La cifra de asesinados depende de la fecha de que se trate. Hay algunas con una demanda mucho mayor de langosta, de ternasco o de bolsos de piel, y estos catorce días vienen con hambre de banquetes, ropa y complementos. Desfile de cadáveres en el supermercado, en la planta de moda o en el mercadillo, aunque despellejados, hechos filetes, lavados, curtidos o tintados ya no lo parezcan tanto. Por eso los mataderos o las granjas tienen muros tan altos e inexpugnables y los mostradores de las carnicerías o las estanterías de los outlet son tan ergonómicas y accesibles.
Cuando la magia de la navidad no sea únicamente para los que pueden comprenderla o celebrarla, y cuando los deseos de paz y amor no queden circunscritos a la especie que la inventó yo recuperaré mi espíritu navideño infantil, pero hasta entonces no perderé el espíritu crítico de un adulto que cree que otras pautas de consumo son posibles porque otra ética es necesaria.
Ya no queremos sentar a un pobre a nuestra mesa el 24 de diciembre, lo que deseamos es que no haya pobres. Bienvenidos el progreso moral con una pata, sólo nos falta sacar la otra del fango y no poner encima ni debajo de esa mesa criaturas que sufrieron de modo espantoso para que pudiéramos echar sus pedazos dentro de nuestra boca o meter nuestros pies dentro de su piel.

Julio Ortega Fraile
 @JOrtegaFr

El pleno del Ayuntamiento de Benahavís (Málaga) aprueba dos propuestas de PACMA

Hemos conseguido que la prohibición de circos con animales y la implantación del método CES para el control de colonias felinas sean aprobadas en el Pleno del Ayuntamiento.

El pleno del Ayuntamiento de Benahavís (Málaga) aprueba dos propuestas de PACMA
Actualización: El Pleno del Ayuntamiento de Benahavís aprueba las dos propuestas de PACMA.
Representantes del Partido Animalista se reunieron el pasado martes 9 de diciembre con el alcalde de Benahavís, José Antonio Mena, para presentarle dos iniciativas en materia de protección animal. Por un lado, la propuesta para poner fin a la presencia de circos con animales en la localidad y, por otro, la puesta en marcha del programa CES para el control veterinario ético de las colonias felinas. Tras la reunión, el primer edil del consistorio benahavileño se mostró sensible ante las peticiones del Partido Animalista -- PACMA y se comprometió a llevar ambas propuestas a pleno.
La primera de las propuestas, presentadas por Virginia Ruiz en representación de PACMA, pretende hacer partícipes a los munícipes de esta localidad del trato vejatorio que reciben los animales en los circos. Detrás del espectáculo se esconde el adiestramiento de animales basado en la violencia, maltratos, actos antinaturales y contrarios a la propia etología de las especies y los consecuentes daños físicos y psicológicos que estas y otras prácticas, habituales en este negocio, les generan.
Por otra parte, el proyecto CES está destinado a cambiar las políticas actuales de control de colonias felinas hacia otras más éticas y respetuosas con los gatos. Se trata de cambiar el proceso de captura y sacrificio por otro de captura, esterilización y reubicación, lo que deriva en ciudades más respetuosas y en mejor convivencia con las especias felinas que las habitan.
Cada vez son más los ayuntamientos que en España y en el resto de Europa han prohibido la instalación de circos con animales o que realizan un control de colonias felinas ético y compasivo con la vida de los animales.
El Partido Animalista – PACMA agradece las buenas intenciones del Consistorio y confía en que no haya problemas para materializar ambas propuestas, teniendo en cuenta que el equipo de gobierno de Benahavís cuenta también con mayoría absoluta en el salón plenario.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Tonalá prohibe los circos con animales



Tonalá
México
Tonalá se ha unido a Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco de Zúñiga como los municipios de Jalisco que no permiten la instalación de circos con animales.
Los circos que se presenten en el muninicipio de Tonalán no podrán utilizar animales. El ayuntamiento aprobó ayer una iniciativa presentada por el regidor Salvador Paredes para prohibir el uso de animales en circos.
Tonalá se ha unido a Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco de Zúñiga como los municipios de Jalisco que no permiten la instalación de circos con animales.
El pasado 20 de noviembre, en la sesión de Comisión de Puntos Constitucionales en el Congreso del Estado de Jalisco, fue aprobada la iniciativa de ley para prohibir el uso de animales en circos en el estado presentada por el diputado Gildardo Guerrero y elaborada y sustentada con documentaciones de la asociación internacional, Igualdad Animal, en más de 11 circos dentro del estado, con el apoyo de organizaciones locales como Adopta Guadalajara, Justicia y Dignidad Anima A.C., Red Pro Gato y Colectivo Animalia.

Precisamente el pasado sábado 29 de noviembre un activista de Igualdad Animal México fue agredido por un trabajador del Circo Kenia instalado en Tonalán, en el transcuro de una protesta pacífica de la organización.
La policía y una ambulancia se desplazaron hasta el lugar, mientras el agresor se escondió dentro del Circo Kenia. Cuando se requirió su presencia para tomar declaración se dio a la fuga. Tras ser atendido en la ambulancia, el activista recobró completamente la consciencia y se recuperó. Igualdad Animal México ha denunciado lo sucedido y espera que se localice al agresor para que lo sucedido no quede impune.


jueves, 25 de diciembre de 2014

Las cifras de adopciones de animales en Aragón permiten ser cada vez más optimistas

M. Fernández. Zaragoza|

En las dos últimas semanas se han disparado las solicitudes de cara a la campaña navideña.

Centro Municipal de Protección Animal de Zaragoza Centro Municipal de Protección Animal de Zaragoza. Esther Casas 
 
El lema 'No compres, adopta' y el trabajo de sensibilización de protectoras e instituciones está comenzando a dar sus frutos. En lo que va de año, más de 1.600 animales domésticos, principalmente perros, han sido adoptados en Aragón. Un dato que todavía puede ser mejor esta campaña navideña.

Las protectoras coinciden en que en las últimas semanas se han disparado las solicitudes de adopción. En algunas como Zarpa han registrado un aumento del 40% en el último mes y en el Centro Municipal de Protección Animal de Zaragoza por primera vez las adopciones han superado a los animales recogidos. "Desde el 1 de diciembre, hemos conseguido, por primera vez, tener más salidas de animales que entradas con una media de tres adopciones diarias", comenta Manuela García, responsable del centro.

Unos datos que aunque positivos, se miran con escepticismo desde los centros especializados ya que los regalos navideños pueden conllevar acciones impulsivas e irresponsables. Según el estudio de Abandono y Adopción 2014 de la Fundación Affinity, casi un 40% de los animales de compañía que conviven en los hogares españoles han llegado en forma de regalo.
Un animal no es un juguete

El índice de mayor abandono se produce en verano y en los meses posteriores a Navidad. Desde las protectoras se lleva a cabo un proceso de selección lento, "para evitar que el animal no regrese en dos meses de nuevo a la protectora".

"En estas fechas mucha gente nos llama porque quiere adoptar, la mayoría son padres que quieren regalar el animal a sus hijos. Por ello, hacemos un cuestionario previo, y es obligatorio un periodo de adaptación para evitar que no sea un capricho pasajero", comenta Iovanka de Leonardo, portavoz de la sociedad protectora turolense Amigo Mío.

En este aspecto, algunas instituciones como el Ayuntamiento de Zaragoza llevan a cabo por tercer año consecutivo la campaña 'Un animal no es un juguete', en la que se quiere evitar esa compra irresponsable con 300 carteles publicitarios y puestos informativos.

Aún así, la tendencia en estos últimos años es cada vez más esperanzadora. No solo en las protectoras se está adoptando cada vez más. Kiwoko, situado en Puerto Venecia y dedicado a la venta de complementos para mascotas, ha encontrado hogar a 250 animales este año. Según la empresa "esta cifra supera a la de cualquier otra Comunidad en la que la marca está presente y avala el grado de concienciación del público". En la Protectora Provincial de Huesca no solo han notado el aumento de las adopciones sino también una disminución en los abandonos. "Cada vez se hacen más controles. Y la obligatoria implantación del chip permite identificar al responsable del abandono", explican fuentes de la Diputación Provincial de Huesca.
Inversión y compromiso

Los alarmantes datos de maltrato y abandono animal, que solo en Zaragoza se cifraban en más de 1.600 en 2012, alertaron a las instituciones que han potenciado su compromiso desde entonces.

Según un estudio elaborado por varias protectoras turolenses, el presupuesto que las provincias aragonesas destinaron en 2014 a apoyar esta labor fue de 99.200 euros en la provincia de Zaragoza, 160.000 en la Diputación Provincial de Huesca y 384.000 en el Ayuntamiento de Zaragoza. En ningún caso supera el 0,3% del presupuesto total de estas administraciones. Según el centro de adopción Amigo Mío, a partir de este año la provincia de Teruel también destinará 50.000 euros y está previsto que el Ayuntamiento firme con la protectora un convenio de colaboración. Un paso importante para una provincia carente de servicio de recogida animal, según explica la protectora turolense.

En España cada año se abandonan más de 140.000 perros y gatos. El abandono de animales en la vía pública puede conllevar consecuencias, con multas desde 60 euros, y en los casos más graves de 6.000 a 15.000 euros e incluso un delito penal.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

El FBI tipifica el maltrato animal como delito federal grave

Perro de la calle

Un gran avance en pro de los animales. El FBI (Federal Bureau of Investigation) acaba de establecer el maltrato animal como delito federal grave en Estados Unidos. 
En el pasado, como el maltrato animal era considerado como un delito menor y no estaba penado a nivel federal, cada estado podía tener sus propias leyes respecto al tema. Sin embargo, basado en estudios que aseguran que una persona que maltrata un animal es altamente probable y capaz de maltratar a otras personas, el FBI decidió crear un nuevo grupo para estos delitos que ahora serán federales y graves como lo son los homicidios, las violaciones sexuales o, incluso, provocar incendios.
Uno de los objetivos de esta acción es poder identificar a jóvenes criminales o que presentan rasgos de violencia en etapas tempranas y poder ofrecerles ayuda antes de que se conviertan en asesinos seriales.
Los incidentes de maltrato animal deberán ser reportados en cuatro áreas:
– Negligencia simple o grave
– Abuso intencional y tortura
– Abuso organizado (que incluye peleas de perros y de gallos)
– Abuso sexual
 También te puede interesar esta nota sobre como en México aún se está lejos de llegar a esto. 

Los estudios que realizó el FBI demuestran que asesinos como Jeffrey Dahmer (quien abusó  sexualmente, asesinó y desmembró a 17 niños y hombres en la década de los 80) empalaba cabezas de perros, ranas y gatos; David Berkowitz (mejor conocido como “Son of Sam”) envenenó al perico de su madre y Alberto DeSalvo (el Estrangulador de Boston) atrapaba perros y gatos en cajas y los mataba con flechas.

El FBI asegura que los datos no mienten y, a pesar de que les tomará tiempo poder hacer una base de datos y cruzar información que sostenga el caso, saben que esto salvará muchas vidas animales y humanas. Y eso es justo lo más inteligente de esta acción, que logrará un gran avance para castigar el maltrato animal con el apoyo de jueces y legisladores sin importar si consideran el maltrato animal como algo que deba ser penado o no, sino que están pensando en salvar también vidas humanas y eso preocupa a todos.

martes, 23 de diciembre de 2014

Presentan en el Ministerio de Sanidad 270.000 firmas para evitar sacrificios como el de Excálibur

Teresa Romero y Javier Limón presentarán mañana a las 11.00 horas un total de 270.620 firmas ante el registro del Ministerio de Sanidad para que los protocolos de actuación ante casos de ébola, tanto a nivel nacional como regional, incluyan el trato que debe dispensarse a los animales domésticos de las personas potencialmente infectadas. 
 
Agencias

La recogida de firmas se ha realizado a través de una petición creada por Javier Limón en change.org cuando su mujer todavía estaba ingresada en el hospital.

   El matrimonio estará acompañado de representantes de diferentes agrupaciones animalistas como PACMA e Igualdad animal, así como todas aquellas personas que quieran apoyar dicha petición.

   A través de sus abogados, Teresa y Javier han solicitado a la Delegación de Gobierno de Madrid que les conceda el derecho a reunión porque entienden que van a ser más de veinte las personas que ese día se concentren ante el Ministerio, entre ellos varios representantes de colectivos animalistas. Todavía no han obtenido respuesta.

   En la petición de Change.org, Limón explica que Excálibur era muy importante para su mujer y para él y destaca que consideran que lo que pasó fue "una injusticia".

   "Os pedimos vuestro apoyo para que se haga justicia y las personas responsables de tomar la decisión errónea de sacrificar a nuestro perro dimitan, ya que había otras posibilidades menos perjudiciales y que además servían a la comunidad científica para tener más conocimiento sobre esta enfermedad, su evolución y posibles tratamientos", señala la petición.

  "Además, en EEUU ha surgido un caso idéntico, y el resultado es que el perro ha estado en observación, se realizaron pruebas para saber si estaba infectado, y una vez que su dueña se ha recuperado han podido reencontrarse", agrega.

lunes, 22 de diciembre de 2014

WWF reclama mayor control y erradicar las causas humanas en las muerte de linces, una especie en proceso de recuperación

La organización conservacionista WWF ha reclamado más esfuerzos para controlar y erradicar las causas humanas que están detrás de las muertes de linces, como los accidentes de tráfico, el furtivismo o los disparos fortuitos, en un momento "delicado" en el que la especie está en proceso de recuperación. 
 
Agencias

En declaraciones a Europa Press, el responsable del Programa de Especies de WWF, ha lamentado la muerte de Kairós, un lince que había sido liberado en Ciudad Real y que ha sido hallado muerto este martes. "Además de reforzar poblaciones hay que seguir trabajando para erradicar las causas humanas en las muertes de linces. Son un goteo, pero un solo caso aislado en un población tan pequeña es muy importante", ha explicado.

   Sobre Kairós, ha dicho que de momento se desconocen las causas del fallecimiento de este ejemplar aunque el lince no tenía signo externo de violencia que pudiera apuntar el motivo de su muerte. "Hay que esperar a la necropsia y a lo que digan las pruebas periciales", ha comentado.

   Suárez ha mostrado su tristeza por esta muerte precisamente porque este martes se ha realizado una suelta de linces en Portugal y en los próximos días se liberarán más linces en los Montes de Toledo. "Tenemos también la alegría de ir recuperando la especies en terrenos históricos, pero estamos preocupados por la mortalidad", ha admitido, aunque ha destacado que las cifras de muerte aún están por debajo de los parámetros  normales, del 50 por ciento.

   De este modo, ha asegurado que el contexto actual para la especie es "muy positivo" y que los tres proyectos Life están funcionando "muy bien".

   "La especie que a principios de siglo estaba con un pie en el aire del precipicio, empieza a alejarse de ese borde. Queda mucho por hacer pero donde volvemos a llevar el lince es donde hay altas densidades de conejo", ha añadido Suárez que ha mostrado su confianza en que la especie agarre en las "zonas buenas".

domingo, 21 de diciembre de 2014

Aparece muerto 'Kairós', el tercero de los ocho linces liberados en julio

Ha sido localizado gracias al GPS que portan todos los animales del programa Iberlince.
A los pocos días falleció 'Kala' (sin conocerse las causas) y hace unas semanas 'Kenitra' de un disparo de un cazador.

Foto: Europa Press


Ha sido encontrado el tercer cadáver de un lince ibérico de los ocho que se soltaron en julio en Castilla-La Mancha. Se trataba de 'Kairós', uno más de los ocho soltados en julio, que ha sido encontrado gracias al geolocalizador GPS que llevan todos estos animales. No se conocen las causas de la muerte.
Como pasó con los otros animales (a pesar de que las causas de la muerte de 'Kenitra' eran conocidas por el disparo que recibió) el cuerpo del animal ha sido trasladado al Centro de Recuperación de El Chaparrillo para hacerle la necropsia al espécimen y analizar las causas de su muerte. No se conocen las causas que produjeron la muerte del primer ejemplar ('Kala') por el mal estado en el que se encontró el cuerpo; y si bien en un primer momento se apuntó al envenenamiento como causa de la muerte, luego a priori se rechazó la teoría.
'Kairós' ha sido encontrado muerto en la localidad de 'Torre de Juan Abad' (Ciudad Real) y a muy pocos kilómetros de donde fue disparado mortalmente 'Kenitra' hace unas semanas. Los animales habrían realizado unos movimientos muy similares desde que fueron liberados hasta el fallecimiento de ambos en la misma localidad.
Solo quedan cinco ejemplares con vida de los que se soltaron en la localidad de Villamanrique (Ciudad Real) el pasado mes de julio. Ecologistas en Acción ya advirtió del peligro que corren estos animales al no erradicar las actividades que ponen en peligro su integridad en la zona donde son liberados, como ha ocurrido recientemente en los Montes de Toledo soltando a tres animales en una zona donde hay miles de lazos de caza que los podrían atrapar y acabara con sus vidas.
Con la localización GPS que se hace de estas piezas se estudia por dónde se mueven los animales desde que fueron liberados. Eso hizo que aunque en el caso de 'Kenitra' los propios cazadores dieran aviso a los agentes medioambientales, la geolocalización ya diera la zona donde se encontraba el animal. La inmovilidad en el tiempo de los animales hacen prever la muerte, si bien no se conoce cuanto tiempo llevaba 'Kairós' muerto, hasta que se haga la necropsia que indique las causas de la muerte.
 

sábado, 20 de diciembre de 2014

El ignorado viaje de los animales

Millones de corderos, terneros, cochinillos, cerdos y vacas llegan a diario a sus hornos y a sus platos, especialmente en Navidad. ¿Cómo han llegado hasta allí?
Los animales destinados al consumo humano de productos cárnicos y lácteos sufren numerosos y larguísimos viajes, en unas terribles condiciones que les causan miedo, ansiedad, fracturas y, en ocasiones, la muerte por hambre, asfixia y estrés antes de llegar a su fatal destino.
El Reglamento europeo sobre protección de los animales durante su transporte es insuficiente e imposible de llevar a la práctica, y se incumple de manera sistemática: animales hacinados en camiones; falta de espacio entre sus cabezas y el techo; trayectos excesivos y sin paradas; falta de agua, comida y ventilación; documentación trucada.
El autor de este post, portavoz de ANDA, hace un llamamiento urgente a la reforma del limitado objetivo de dicho Reglamento.


Un cerdo sufriendo las terribles condiciones de su transporte al matadero. Foto: Animals' Angels / ANDA
Un cerdo sufriendo las terribles condiciones de su transporte al matadero. Foto: Animals' Angels / ANDA

Una Europa global enmarcada y garantizada por el Tratado de la Unión Europea tiene ciertas ventajas, entre las que la libre circulación de bienes y servicios se erige como bastión neurálgico e inexpugnable de un sistema que nos permite acceder a justipreciados usufructos que ensalzan nuestra vanidad de ciudadanos satisfechos en nuestro linaje paneuropeo. Las fronteras derribadas trajeron como fruto y futuro adjunto una reordenación, realineamiento y recolocación de los factores económicos por los que cada cual se especializó en lo que mejor, y más barato, sabía y podía hacer, desligándose del resto de la historia precedente o subsecuente. Es como un hilo que nace en un confín europeo, que, tejido en sus antípodas continentales, es transformado en prenda en un lugar distinto de los dos anteriores para que el natural de un cuarto país lo venda en la megalópolis de un país ajeno, país neófito e ignorante, hasta este momento, de los avatares del hilo.
Son las travesías a las que están sometidos todos los integrantes e ingredientes que forman parte de las propuestas de compra que colman nuestros caprichos, productos cárnicos y lácteos incluidos, e incluidos también los animales de los que emanan. El hilo mudado en lechón que, nacido en Dinamarca, embarca rumbo a su engorde catalán, paso previo ineludible en su currículo hacia el matadero germánico que lo convertirá en jamón italiano, que también se venderá en su Dinamarca natal, por poner un ejemplo.
Sin ánimo de ofenderlos, a los animales no les gusta viajar. Las novedades y mutaciones en sus rutinas les asustan. Las fases de carga y descarga; verse manejados por personas extrañas; saberse rodeados de nuevos compañeros, la deserción de los antiguos; la renuncia a la precaria seguridad de su entorno de granja conocida; la integración en un dominio nuevo, el del camión, donde tendrán que disputar su territorio o investigar e instruirse en los nuevos mecanismos y emplazamientos de avituallamiento de agua y comida, si los hay. Los animales se ven sujetos a sensaciones de desamparo, desarraigo, alejamiento, aislamiento o indefensión que derivan en alarma, miedo, ansiedad y estrés. Las opiniones científicas son contundentes en sus conclusiones: cuanto  menos y más cortos sean los viajes, mejor.
La realidad, tozuda, evoluciona a su propio ritmo: cada año más viajes y más largos.
En el año 2005 la Unión Europea pretende despachar esta contradicción publicando el ' Reglamento 1/2005 sobre protección de los animales durante su transporte y operaciones conexas'. En su Prólogo, este Reglamento reconoce que "conviene limitar en la medida de lo posible los viajes largos". Lamentablemente, esta declaración de buenas intenciones no se ve reflejada en el articulado inmediato que modela y sanciona un sistema de viajes de duración ilimitada que no sólo no ha servido para restringir los movimientos de los animales sino que tampoco se ha demostrado eficaz para cumplir con su objetivo: la protección de los mismos.
Son múltiples los factores que han encauzado la incapacidad del Reglamento, algunos intrínsecos y otros accidentales. Su gestación ya resultó embarazosa, demasiados intereses implicados que defender, réditos nacionales que proteger o economías de libre mercado ya configuradas que había que respetar. El Reglamento nació necesariamente confuso e ininteligible, con 25 páginas de anexos técnicos y un amplio desarrollo reglamentario posterior. En este contexto han aparecido interpretaciones dispares y en ocasiones contradictorias que han enredado la tarea tanto de los organismos encargados de aplicarlo como de los encomendados a la vigilancia de su cumplimiento, multiplicados estos últimos en España por 17.
Hay aspectos del Reglamento que, abiertamente, son de imposible cumplimiento, aun cuando se pretendan aplicar con el mejor empeño. Por ejemplo, los terneros no destetados deben ser alimentados cada 9 horas con un compuesto lácteo que succionan individualmente: ¿275 terneros, en un camión, distribuidos en varios pisos y un solo chófer? Imposible.
Las vacas deben ser ordeñadas cada 12 horas: ¿cómo viajar de Alemania a Portugal si el último puesto oficial de ordeño se localiza en Burdeos? Imposible.
En el caso de viajes de más de 8 horas, los animales tienen que descargarse, descansar, abrevar y comer durante 24 horas según unos intervalos que difieren en función de especies, pero que en ningún caso coinciden con los intervalos de descanso obligatorio para camioneros contemplados en la legislación laboral y sobre circulación vial. ¿Preferirá el chófer cumplir con los requisitos laborales y viales o con los correspondientes al bienestar animal?
Las inspecciones en ruta las realizan los agentes de tráfico que ante una sospecha de deficiencia alertan a los servicios veterinarios oficiales, quienes realizan la inspección e inician el expediente. ¿Habrá un veterinario oficial disponible un sábado a las 3 de la madrugada? El veterinario puede decidir enviar el camión a un puesto de control oficial para su descarga. En España hay un puesto en Alicante, otro en Vitoria y un tercero en Miranda de Ebro. ¿Qué ocurre si la inspección veterinaria tiene lugar en Cádiz?
Demasiadas preguntas sin respuesta. O con respuestas que siempre juegan en contra del eslabón más débil.
Tendríamos que añadir los incumplimientos del Reglamento que no son debidos a contradicciones del mismo o a falta de recursos humanos o de infraestructura sino que derivan directamente de la mala fe, de la desobediencia voluntaria: exceder las densidades de carga, obviar los aspectos referentes a la distribución de los animales en el camión, quebrar los tiempos de viaje y de parada obligatoria, documentación trucada o que no se corresponde a la realidad ni del cargo de animales ni del viaje previsto, aceptación de animales que no son aptos para el transporte, distribuidores de agua que no existen, están vacíos o no se adaptan a la especie animal transportada, ventiladores desconectados, prescindir de la yacija cuando es exigible, GPS, indicadores de temperaturas… La lista puede ser interminable, tan amplia como la voracidad humana.
Dado que el viaje se autoriza desde una unidad administrativa veterinaria que firma a buena fe la propuesta presentada y no suele estar presente en el momento de la carga, ni durante el viaje, ni en la descarga, las oportunidades para la golfería son muy variadas y si hay plata por medio, muy peligrosas. Algunos ejemplos obtenidos de los seguimientos de camiones realizados por las ONG  Animals´Angels (Alemania) y  ANDA (España) lo evidencian.
Un camión es detectado en La Jonquera (Girona). En una parada que realiza en una gasolinera de Cannes (Francia) el equipo observa que las densidades de carga no se han respetado, por lo que, una vez que se encuentran en Italia, alertan a la policía de tráfico italiana, que recaba la presencia de los inspectores veterinarios, quienes deciden enviar el camión a un punto de control para su descarga. Los documentos estaban trucados (aparecía constatado un viaje de menos de 24 horas cuando la duración real era de 36) y no había alimento para los animales. Al realizar la descarga, uno de los cerdos, que no había podido superar las extremas condiciones del viaje, ya estaba muerto. Nunca llegaría a Cerdeña, destino del camión.
En otra inspección, el equipo revisa un camión con ovejas que se dirigía desde Medina del Campo hacia Grecia, a través del puerto de Bari (Italia). El camión es detenido en Fano. En su interior hay 270 ovejas en tres pisos. La altura entre pisos era muy baja, de tal forma que no había espacio suficiente entre la cabeza de los animales y el techo. Esta circunstancia impedía una adecuada circulación de aire. Cuando el camión fue obligado a descargar, tres ovejas ya habían muerto.
Estos y otros casos pueden consultarse aquí. Pero no es tan solo la opinión de las ONG. El resultado de las  inspecciones oficiales realizadas entre el SEPRONA y los equipos veterinarios autonómicos no son más reconfortantes.
El sistema no funciona. En realidad nunca funcionó. El objetivo era garantizar el bienestar de los animales durante el transporte para mitigar así su sufrimiento. Para ello es urgente una reforma del Reglamento, una simplificación que facilite su aplicación, una adaptación a las circunstancias reales que estimule su cumplimiento, y una limitación clara y efectiva de la duración y número de viajes. Lo menos malo, para lograr ese objetivo marcado en la legislación europea, sería que los animales fueran sacrificados en su lugar de origen y transportar los productos ya elaborados. Volver a las producciones locales.
Otra cosa, otro objeto de debate, es asumir que ese objetivo es limitado, dado que se pretende mitigar el sufrimiento de los animales, no erradicarlo. Quien quisiera cordero de Aranda tendría más garantías de que el cordero es de Aranda, no de la otra punta de Europa, y el cordero se habría ahorrado las terribles condiciones de su transporte, un factor menos en la interminable lista de motivos de sufrimiento en su corta vida, concebida únicamente para ser carne.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Daños en la naturaleza: ciencia y ética de la gestión ambiental

Un post de Catia Faria publicado en este blog dio lugar a una respuesta en el blog 'Ciencia crítica', al que ahora responde la autora.
¿Cuáles son las oposiciones entre el ecologismo y la defensa de los animales en la naturaleza? La discrepancia entre ambas posiciones se da en el plano estrictamente moral: para la antiespecista, los intereses de todos los animales sintientes nos dan razones para actuar en la prevención de los daños que puedan sufrir; para la ecologista, los intereses de los animales sintientes están subordinados a la preservación de otros valores, en particular a evitar cambios notables en los ecosistemas, o a preservar ciertas especies o la biodiversidad.
Una vez estemos de acuerdo en el plano moral, sólo es cuestión de tiempo hasta que la implementación de la justicia entre especies pase de ser la aspiración de unas pocas a la realidad para todos los seres sintientes.

Individuo de malvasía canela. Foto: David A. Mitchell
Individuo de malvasía canela. Foto: David A. Mitchell

En un artículo anterior, ' Heridos, hambrientos, ateridos: ayudando a los animales en la naturaleza', defendí que abandonar el especismo no implica solamente dejar de causar daño a los animales, sino también ayudar a todos aquellos que se encuentren en situación de necesidad, siempre que podamos, tal y como lo hacemos cuando se trata de seres humanos. Tal es, argumenté, el caso de los animales que viven en la naturaleza.
La discrepancia
En un artículo de respuesta de Ciencia Crítica, sus autores comparten mi rechazo de una visión idílica de la naturaleza. Sin embargo, sostienen, del reconocimiento del  sufrimiento y la muerte predominantes en la naturaleza no se siguen las mismas recomendaciones en cuanto a cómo hemos de actuar. Esto muestra, de partida, que nuestra discrepancia no es científica, sino claramente moral. Es decir, se hacen diferentes valoraciones morales de los mismos hechos empíricos. Esto no debería sorprendernos, ya que los autores se declaran explícitamente ecologistas (además de ecólogos).
Es importante remarcar aquí la distinción fundamental entre la ciencia de la ecología y el ecologismo. La ciencia de la ecología es una ciencia descriptiva sobre las relaciones biológicas que se dan en el seno de los ecosistemas. El ecologismo, en cambio, es una posición moral sobre cómo debe ser nuestra interacción con el entorno natural dados ciertos valores a conservar. No es cierto, pues, al contrario de lo que se sugiere en el artículo de Ciencia Crítica, que sólo quienes defienden una posición ecologista se toman en serio los datos de las ciencias empíricas, en particular, de la ciencia de la ecología. Desde una posición contraria al especismo lo hacemos igualmente. La estudiamos y nos informamos de ella, reconociendo esto como requisito necesario a todo debate racional.
La  discrepancia entre ambas posiciones se da, al contrario, en el plano estrictamente moral. Desde una posición antiespecista los intereses de todos los animales sintientes nos dan razones para actuar en la prevención de los daños que puedan sufrir. En cambio, desde una posición ecologista los intereses de los animales sintientes están  subordinados a la preservación de otros valores, en particular a evitar cambios notables en los ecosistemas, o a preservar ciertas especies o la biodiversidad. Esto es así porque para el ecologismo las entidades moralmente considerables (merecedoras de respeto) no son los individuos sintientes, sino mayoritariamente los ecosistemas o las especies en su conjunto. O, por lo menos, los primeros lo son  en menor medida que los segundos. Esto es algo que los autores indican claramente en su texto.
A nivel práctico, ello implicará que siempre que haya un  conflicto entre intereses de individuos sintientes no humanos y la preservación de los valores ecologistas mencionados, antiespecismo y ecologismo van a mantener posiciones irreconciliables. Mientras el antiespecismo se opondrá a aquellas intervenciones que supongan la muerte y el sufrimiento de todos aquellos animales que puedan disfrutar de sus vidas (humanos y no humanos), el ecologismo estará dispuesto a aceptarlas y a defenderlas. Siempre y cuando (i) eso promueva la estabilidad de los ecosistemas, la conservación de las especies o de la biodiversidad y (ii) los individuos afectados por esas intervenciones no sean seres humanos.
Este segundo punto resulta fundamental. Las consecuencias que se derivarían de sacrificar a seres humanos para la promoción de aquellos valores, tal y como se hace con animales de otras especies, harían del ecologismo una posición altamente implausible a los ojos de la mayoría de la gente. Esto muestra claramente cómo las posiciones ecologistas terminan por sucumbir al especismo. Es decir, rehúsan promover los valores ecologistas cuando eso frustra los intereses en no sufrir y en vivir de los seres humanos, pero admiten hacerlo cuando se trata de intereses similares de no humanos. Desde una posición antiespecista, esto es, por supuesto, inaceptable.
La arbitrariedad
A lo largo del artículo se defiende que las prácticas de gestión ambiental que suponen causar daño a los animales en la naturaleza no son arbitrarias, sino “fundamentadas en un conocimiento ecológico actualizado”. Esto pretende contestar a la siguiente objeción, formulada en mi anterior artículo:
“[L]a intensidad del sufrimiento de un individuo no depende del tamaño poblacional de su especie ni de los riesgos que suponga para otros seres sintientes. Así que no parece que existan razones que no sean arbitrarias para excluir a la mayoría de los animales de ser ayudados de esta forma y hacerlo cada vez que esté en nuestro poder prevenir o aliviar los daños que padecen”.
Sin embargo, se incurre aquí en una confusión. La arbitrariedad a la que hago referencia no tiene que ver con la base científica empleada, sino con los fines morales perseguidos. Partiendo de la misma base científica podemos emplearla para  buscar lo que es mejor para los animales o para conseguir otros fines distintos, como la conservación de ciertas especies. Lo arbitrario, tal y como defendí antes, es no tener en consideración a los animales sintientes de otras especies que no sean la humana. La base científica de una intervención en la naturaleza puede ser intachable y en absoluto basarse en criterios gratuitos, pero el fin buscado mediante su aplicación puede ser arbitrario.
Podemos explicar por qué disminuir una gran parte de la población humana tendría efectos positivos en la conservación de los ecosistemas pero eso nada nos dirá sobre la justificación de su erradicación masiva. Del mismo modo, podemos explicar la muerte de  jabalíes en el Parque de Collserola apelando a razones de control poblacional. Podemos explicar la erradicación de las malvasías canela como forma de preservar las malvasías cabeciblanca autóctonas. Pero justificar estas prácticas exigirá mostrar que la conservación de las especies, de la biodiversidad o de los ecosistemas es moralmente relevante y que pesa más que los intereses fundamentales en no sufrir y disfrutar de sus vidas de los individuos afectados.
Para no caer víctima del especismo, será necesario mostrar la existencia de una diferencia moralmente relevante entre animales humanos y no humanos tal que permita tratar de forma desigual sus intereses. Pero, como expliqué en el artículo original,  no hay ninguna característica moralmente relevante que todos los humanos cumplan y que ningún animal posea que permita establecer esa diferencia. Esto implica que la consideración desigual de intereses similares de humanos y no humanos está moralmente injustificada y que cualquier posición que la asuma lo estará también. Además, la analogía con el caso humano y sus consecuencias inaceptables pone de manifiesto que lo moralmente relevante a la hora de decidir cómo actuar no es, en realidad, la preservación de los ecosistemas o de las especies. Lo que sí es relevante son los intereses en no sufrir y en disfrutar de los individuos, que se pueden ver frustrados bien por la acción humana, o bien por eventos naturales. Y, ambos, humanos y no humanos, poseen tales intereses.
Es, por este motivo, arbitrario intervenir en la naturaleza con fines ecologistas  de maneras que dañan enormemente a otros animales sintientes cuando nunca lo haríamos si los afectados y afectadas fuesen humanos, incluso si ello fuera también necesario para obtener esos fines. Del mismo modo, es arbitrario intervenir en la naturaleza para ayudar a seres humanos pero no hacerlo cuando los beneficiarios son animales no humanos. Estas prácticas de gestión ambiental promovidas desde el ecologismo sí se basan, pues, en una arbitrariedad moral. La arbitrariedad que supone poner fines ecologistas por encima de los intereses de los animales no humanos cuando jamás se pondrían por encima de intereses humanos similares.
¿Son las intervenciones ecologistas valiosas para los animales?
El argumento central del artículo de Ciencia Crítica pretende ir más allá de la defensa de objetivos ecologistas. Sostiene que las prácticas habituales de gestión ambiental, aunque atenten contra los intereses de algunos animales, son, en realidad, favorables para la mayoría. Según los autores, la preservación de los ecosistemas, de las especies o de la biodiversidad, tiene un valor instrumental para la disminución del sufrimiento en la naturaleza.
Esto, sin embargo, está lejos de ser verdad. Consideremos el célebre caso de la llamada “especie invasora” de malvasías canela en España. Las malvasías canela (introducidas por el ser humano) coexisten con las autóctonas malvasías cabeciblanca y desempeñan funciones ecológicas similares. Sin embargo, se recomienda la erradicación de las primeras como forma de impedir la hibridación y así conservar los rasgos de la segunda. Evidentemente, en este caso, la preservación de la biodiversidad no tiene un valor instrumental para las vidas de los animales, ya que muchos animales son dañados y ninguno se ve favorecido por la intervención. Alguien podría pensar que la especie malvasía cabeciblanca se ve, en sí, beneficiada. Sin embargo, las especies son entidades abstractas no conscientes que no pueden verse beneficiadas ni dañadas en ningún sentido que no sea el puramente metafórico. Sólo los individuos sintientes, con la capacidad para sufrir y disfrutar, pueden ser beneficiados o dañados por lo que les ocurre. Lo que aquí se busca es conservar la biodiversidad como un valor en sí mismo, independientemente de los daños o beneficios que de ello se deriven para las vidas de los animales sintientes.
Consideremos ahora el caso de los depredadores clave ( keystone predators) cuya presencia es, según los autores, indispensable para reducir el sufrimiento neto en la naturaleza. La idea es que la extinción de estos depredadores tendría efectos potencialmente desastrosos en el equilibrio del ecosistema, lo que a su vez causaría un gran daño a los animales sintientes que allí habitan. Esto llevaría a una superpoblación de herbívoros y así se generaría un mayor sufrimiento y muerte por inanición y enfermedades asociadas.
En primer lugar,  no está claro que la depredación y la  ecología del miedo como factor limitante de una población implique menos sufrimiento que la disponibilidad de recursos. Pero, sobre todo, el escenario planteado sólo parece inevitable en el actual modelo de gestión ambiental, caracterizado por no estar centrado en la satisfacción de los intereses de todos los animales. Incluso asumiendo que tales consecuencias fuesen esperables, se trata de sufrimiento que se puede prevenir o mitigar. Por ejemplo, utilizando mecanismos para el control poblacional de los herbívoros que no implicasen su muerte, como la  esterilización y la contracepción. O proporcionándoles  alimento cuando sea necesario. Este es, de hecho, el esfuerzo de gestión mínimo que exigiríamos si se tratara de seres humanos. Así, es falso que la muerte de herbívoros sea instrumentalmente necesaria para reducir el sufrimiento en la naturaleza. Como hemos visto, hay otras formas de hacerlo que implican un nivel de sufrimiento y muerte menores.
La consideración moral de los invertebrados
Los autores introducen el siguiente argumento por reducción al absurdo contra el antiespecismo. Afirman que una gestión ambiental ética, centrada en la consideración de los intereses de todos los animales implicaría satisfacer también los intereses de los animales invertebrados sintientes, entre ellos, por ejemplo, los nematodos. Dado que, dicen, esto es absurdo, “el sentido común” nos dice que el antiespecismo ha de ser incorrecto. De hecho, añaden, los autodenominados antiespecistas no lo son verdaderamente, ya que desconsideran de forma injustificada a los animales invertebrados frente a los restantes animales.
Ante todo, es falso que a los antiespecistas no nos importen los animales invertebrados. Para el antiespecismo todos los animales con la capacidad de sufrir y disfrutar satisfacen las condiciones necesarias y suficientes para tener intereses moralmente relevantes que deben ser tenidos en cuenta, incluyendo aquellos invertebrados sintientes (no todos lo son). No queda claro, sin embargo, dada la evidencia disponible, que ése sea precisamente el caso de los nematodos. No obstante, sí está claro que  algunos invertebrados son sintientes y hay una probabilidad alta de que muchos otros lo sean también. Dado el número elevado de animales invertebrados en el mundo, esto debería hacernos reflexionar de forma pausada, en vez de descartar sin más el problema apelando al sentido común. Actuar éticamente ha requerido a menudo romper con el sentido común: nuestra oposición en la actualidad a injusticias ampliamente aceptadas en el pasado es una muestra de ello. El antiespecismo no es una excepción.
Pero con respecto al caso presentado por los autores, asumamos, por simplificar, que no se trata de nematodos sino de otros animales invertebrados que sí parece que son sintientes, como las abejas. Supongamos que tuviésemos los medios técnicos para desparasitar sin grandes costes a toda una población de abejas en un ecosistema dado. Alguien podría decir, quizás, que no tenemos tales medios, pero esa no sería la cuestión que aquí estamos discutiendo. Tampoco tenemos los medios para acabar con el cáncer, el SIDA, el Ébola y otras enfermedades mortales para los seres humanos. Sin embargo, tenemos claro que si los tuviésemos los emplearíamos para salvar vidas humanas. La cuestión radica en que en el momento en el que sea posible actuar en beneficio de los invertebrados no habría motivo para rehusar hacerlo. Siempre y cuando, como en los casos anteriores, ello sea posible sin causar un mal mayor. En definitiva, nuestra resistencia a tener en cuenta los intereses de los invertebrados obedece a una mera dificultad práctica de atender esos intereses y no a la falta de razones morales para llevar a cabo las intervenciones que lo harían posible.
En general, dado nuestro conocimiento científico y tecnológico actual, no disponemos de los medios para atender los intereses de la mayoría de los animales sintientes que viven en la naturaleza. Pero eso no significa que no haya que tenerlos en consideración. Lo que implica es, por una parte, abstenerse de todas aquellas acciones que, en vez de reducir el sufrimiento en la naturaleza, lo incrementan, como ocurre, por ejemplo, con la matanza de malvasías canela. Por otra parte, implica intervenir beneficiando a los animales que viven en la naturaleza, siempre que ello sea viable, como sucede ya en muchos casos. Esto se deberá llevar a cabo de forma prudente, sin que intervenir suponga un daño mayor que el que se pretende evitar o mitigar. Pero este es un debate práctico que apunta, eso sí, a la necesidad de continuar investigando sobre cómo beneficiar a los animales, e intervenir en el futuro de manera más eficiente.
Una vez estemos de acuerdo en el plano moral, sólo es cuestión de tiempo hasta que la implementación de la justicia entre especies pase de ser la aspiración de unas pocas a la realidad para todos los seres sintientes.