jueves, 26 de febrero de 2015

PACMA denuncia la matanza de gallos por los quintos de Muro

Los jóvenes celebran emborrachando y decapitando gallos su mayoría de edad.
PACMA denuncia la matanza de gallos por los quintos de Muro
El Partido Animalista -PACMA- ha tenido constancia de la matanza de varios gallos y ocas por parte de un grupo de jóvenes durante la celebración de la fiestas de los quintos que se celebra de forma tradicional el último fin de semana de enero en Muro (Mallorca).
Los jóvenes autores de la muerte de los animales, antes de decapitarles procediron a forzarles a tragar alcohol, como demuestran las fotos.
Estos hechos son, además de un acto carente de la mínima ética y empatía hacia el sufrimiento de los animales, constiutivos de un posible delito de maltrato animal, tipificado en el Artículo 337 del Código Penal. 


Inmediatamente, PACMA ha presentado una denuncia ante Fiscalía de Medio Ambiente en Mallorca, copia de la cual también será presentada ante el Fiscal General de Medio Ambiente en Madrid.

PACMA denuncia además en su escrito la pasividad de la policía local de Muro, que aparece en las imágenes acompañando a los jóvenes.
La existencia y el trabajo del Partido Animalista PACMA se hace necesaria cuando ningún otro partido denuncia y promueve cambios legales que protejan a los animales.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Viriato y Almeida, los lobos que cambiaron el cuento

'Lobo Marley' ha vuelto a destruir casetas construidas para matar lobos vulnerando la legislación de Castilla y León. En juego estaba la vida de Viriato y Almeida, dos lobos indultados con aportaciones de miles de ciudadanos, a los que pretendían matar esta misma semana desde esos pequeños cobertizos.

Lobo Marley dejó su mensaje en las sillas del cazador y del guarda del coto, que le prepara el cebadero para la caza ilegal del lobo en Sierra de la Culebra (Zamora)
Lobo Marley dejó su mensaje en las sillas del cazador y del guarda del coto, que le prepara el cebadero para la caza ilegal del lobo en Sierra de la Culebra (Zamora)

Déjate de cuentos.
Al lobo se le mata por dinero. Mucha pasta manchada de sangre sagrada de lobo. La caza del lobo en España es un negocio sucio que enriquece a unos pocos y empobrece a todos.
El actual sistema de precintos permite que, disponiendo de uno, usted pueda abatir los que le de la gana. Nadie controla, todo vale. Corrupción y corruptos en la salvaje España.
Además, cazar un lobo ibérico sería una quimera para cualquier cazador si no fuera porque la Junta de Castilla y León se lo pone muy fácil, saltándose su propia Ley de Caza. Prohibidos los atrayentes por ley para que la pieza no sea engañada ante el punto de mira del cazador, los cebaderos son en cambio una seña de identidad de esta modalidad tramposa y odiosa.
Sin haber apretado usted un gatillo en su vida, el guarda o el celador le pondrán el lobo a huevo y podrá matarlo sentado, cómodamente, al estilo de un dictador que observara las ejecuciones que él mismo ordenó desde el palco.
Burros rematados in situ, ancianos caballos, ciervos y perros a los que después de despojarlos del microchip se les pega un tiro son cebo habitual para atraer al lobo y ponerle a las mismas puertas de la muerte y con la cola entre las patas.
Ni deporte, ni ética, ni moral, ni el mas mínimo pundonor. El gran súper predador de la fauna ibérica es asesinado mientras come carroña en un acto tan ilegal como macabro.

Miembros de Lobo Marley encuentran en las inmediaciones de Mombuey (Sierra de la Culebra) una cierva recién matada para atraer al lobo. Al fondo, a la izquierda, la caseta de caza ilegal, que los activistas derribaron.
Miembros de Lobo Marley encuentran en las inmediaciones de Mombuey (Sierra de la Culebra) una cierva recién matada para atraer al lobo. Al fondo, la caseta de caza ilegal, que los activistas derribaron.
 
Así cada año.
Así desde hace lustros.
A las afueras de pueblos como Mombuey o en las inmediaciones de Villardeciervos, olor a muerte en esos barrancos donde los matarifes, de forma despectiva, llaman al lobo “perro".
El Gobierno castellano-leonés sigue en sus trece y dice que todo esto es normal y lógico. Defiende un modelo mafioso diseñado a medida para señoritos y pura casta financiera.
La broma de matar a un lobo entre cebos, propinas, el propio trofeo y otros "extras" no va a salir por menos de 10.000€, es decir, que esta es una modalidad de caza que no enraíza ni de lejos con el mundo rural y que sirve tan solo a los intereses de un cierto sector económico y social. Más o menos del estilo, y sin querer parecer demagogo, de los repeinados cabrones que han llevado a la banca a la quiebra y a España tras ella.
Hay que ser mala gente para hacerse los fuertes en un tema como este. Tomarse este asunto global como algo personal y sentenciar sin miramientos, como macarras de bareto, resoplando como chulazos sin rumbo. Desaprovechar la oportunidad de proyectar una imagen de modernidad y respeto a la naturaleza, y seguir con la fiesta de las momias cazadoras.
La Junta de Castilla y León se suicida con las mismas dos balas con las que pretendía partir los corazones de Almeida y Viriato, los dos lobos que  Lobo Marley consiguió indultar con el apoyo de miles de españoles, acudiendo, previo pago, a la anacrónica subasta de vidas de lobo que se da desde el franquismo en la Sierra de la Culebra. En lo único que acierta la Junta de Castilla y León es en sus miedos. Estos suicidas a los que pagamos el salario saben que, de haber dado su brazo a torcer, Lobo Marley les hubiera obligado al cambio histórico: ni un lobo muerto más en la Sierra de la Culebra.
Lobo vivo vale más que muerto. Desarrollo rural vinculado estrechamente a esta joya de nuestra fauna. Futuro radiante basado en la observación y el disfrute de la naturaleza. Así de sencillo.
Pero su tino es como sus miras: corto, muy corto.
Les gusta matar y matar.
¿Cómo volver a subastar este año la vida de los lobos en La Culebra, sabiéndose ya expuestos a la mirada de todo el mundo?
Gracias al trabajo constante de Lobo Marley, las cosas han cambiado en el poniente castellano y ahora el debate ya es público y notorio. Se ha roto el silencio y se han iluminado los cementerios de lobos. Ahora el ciudadano sabe ya cómo funciona la mecánica y quién se beneficia con los mataderos.
España también sabe que, aunque el lobo no tiene dueño, es de todos. Para empezar, clama respeto para estos dos ejemplares por los que llegó a pagar 10.000€ a través de una cuestación popular. Y para la especie en su conjunto: pedimos urgentemente la catalogación del lobo como especie protegida en todo el territorio nacional.
Pusimos nombre a estas dos criaturas. Buscamos apego y cercanía en un tema que, por doloroso, a cualquier ciudadano le parece lejano e insoportable.
Almeida es una lobita portuguesa y Viriato un lobete zamorano.
En la Raya se conocieron y en ella iban a encontrar la muerte odiosa de la mano de los hombres traidores, de no ser, una vez más, por la actuación certera de Lobo Marley.
Para nosotros, desde el principio, este era el plan. Cambiar entre todos la historia de la Zamora lobera creando un símbolo viviente. Hacer visible el debate ético que subyace entre pinares y llanos. Poner nombre propio a la oscura generalidad que mata y mata.
Esta operación ha sido infalible de principio a fin. Potente, verdadera y respetable, por el amplio apoyo social que ha tenido y tiene. Seres humanos que, conmovidos ante la masacre anual, se organizan, se expresan, luchan por lo suyo, se implican. Y el lobo como epicentro de tanto tesón.
Como contraste, unos políticos agonizantes, más pendientes de su culo que del patrimonio natural de todos. Es de libro, por mucho que nos hubiera gustado que fuera de otro modo: pábulo nos han dado los gerifaltes del medio ambiente castellano-leonés para redondear este cuento maldito y predecible. También los orcos y demás criaturas que, desde el patrioterismo más patético, han concebido todo este proceso de defensa de la naturaleza como un ataque a Zamora, los zamoranos y la madre que los parió.
Nos animan a seguir, pues estamos convencidos de que son muchos más los castellano-leoneses, hijos de Zamora o de otras provincias, que aman a su tierra con el lobo a salvo, que los casposos secuestradores del futuro de esas benditas tierras, que son a la par roñoso lastre.
Lobo Marley ha vuelto a actuar en la zona entre el lunes y el martes pasado. Motosierras y hachas han desguazado más y más casetas de la muerte. No nos dejan otra. No había tiempo que perder.
Como lobos, discretos e implacables, hemos destruido las casetas que estaban ya preparadas para matar a Almeida y Viriato en esta misma semana. Nos hemos encargado de que en esos lugares este año no se maten más lobos, pues a finales de febrero acaba la época de caza del lobo ibérico.
Además de destruir las chabolas que ilegalmente se construyeron, Lobo Marley siempre se encarga de rociar la zona de las carroñas, puestas para atraer a los lobos que van a ser cazados, con un repelente de fabricación propia e inocuo para el medio ambiente.
Ni un incauto lobo volverá a caer en la trampa de estos malditos si un equipo de Lobo Marley ha pasado por allí.
Sin miramientos y con una única función: devolver la paz y la tranquilidad a esos territorios y a sus habitantes mas débiles. Así funcionamos.
¿Perjudicados por estas acciones? Si, muy pocos pero con nombre propio:  Gesturcaza y Eduardo Blanco, su administrador.
Esta es la empresa que factura al año varios cientos de miles de euros a base de freír a tiros a nuestros últimos lobos en Castilla y León. Este chiringuito cinegético, mimado por la Junta, gestiona decenas de miles de hectáreas en las inmediaciones de la Reserva Regional de Caza, y la caza del lobo es un filón para ellos.
Todo en B.
Enormes cantidades de dinero en las que al cazador le cobran hasta por respirar sin que haya factura alguna de por medio.
Eduardo Blanco fue guarda pero prosperó muy aplicadamente. Tanto, que hoy es la cabeza visible de un emporio cinegético que encuentra cobertura y amparo en la Consejería así como en la Federación Zamorana de Caza, que son, para entendernos, el papá y la mamá de la criatura. Además de responsable de la muerte (legal e ilegal) de cientos de lobos, Eduardo Blanco es quien diseña para la Junta de Castilla y León los planes cinegéticos anuales de la provincia de Zamora. O sea, vergonzoso y asqueroso todo.
Si alguien precisa de más datos, que los pida.
Lobo Marley no solo conoce el territorio a la perfección, y por eso actúa con tanta eficacia, sino que tenemos conocimientos varios y atesoramos mucha información sobre ilustres cazadores que a través de Gesturcaza ejecutan su ritual: abandonar raudos y veloces sus Consejos de Administración para desestresarse cada año partiendo en dos con su gran calibre la columna vertebral de un lobo ibérico.
Nosotros somos gente de acción y tenemos visión y misión. No queremos ni aceptamos subvenciones. Nos apoyamos en nuestros socios y nuestra independencia y nuestra libertad nos hacen actuar y ser como lobos. Amamos Iberia y estamos convencidos de que Zamora necesita personas vocacionales en defensa de su esencia y de su historia natural.
Incluso los pastores están con Lobo Marley, y nos lo hacen saber. Están hartos de que pseusindicatos mentecatos, como COAG, ASAJA o UPA los utilicen como armas arrojadizas para guerras políticas que ni les van ni les vienen. Saben que, como ellos, el lobo ibérico está en peligro de extinción.
Hasta hay cazadores que han de darnos la razón ante sistemas de caza alejados de lo que ellos consideran “la caza”. Queriendo desmarcarse de estos escopeteros, empiezan ya a discrepar entre ellos después de cada acción de Lobo Marley, que actúa en contra de nadie y a favor de todos los amantes de la naturaleza. Despellejar al lobo entre gin-tónic y cubata, como despojo de cacería, es alta traición.
Nada se me antoja, en estos tiempos de más perdidas que ganancias, que defender a nuestros últimos lobos ibéricos con todos los medios a nuestro alcance. Por Zamora, por España, por el mundo de todos.

martes, 24 de febrero de 2015

¿Qué hacen los galgueros con sus perros?

Febrero, el miedo de los galgos, el documental de Irene Blánquez que sacó a la luz la realidad de estos perros, ya se puede ver gratis en Internet


“En España 190.000 galgueros practican la caza de la liebre. Aproximadamente 50.000 galgos son sacrificados o abandonados cada año”. Con esa frase y esas cifras concluye el documental Febrero, el miedo de los galgos, que sacó a la luz la realidad de estos perros y que obligó a muchos a hacerse la gran pregunta: si la mayoría de esos galgueros lleva toda su vida cazando, tiene varios perros, en algunos casos decenas, que en la mayor parte de los casos no superan los tres o cuatro años... ¿Dónde están todos esos perros? ¿Dónde están los viejitos? ¿Dónde están los lesionados, los que no sirven para cazar? Dicen que son habladurías, difamaciones, pero los datos están ahí. O, mejor dicho, no están.
La acusación que lanza el documental costó a la productora, Waggingtale Films, una  denuncia de la Federación Española de Galgos (que en realidad es de galgueros), por contener información “errónea” que “perjudica gravemente el honor y la imagen” de los federados y que contribuye a alimentar la “leyenda negra” sobre ellos.
Quizá no sean 50.000. Pueden ser unos pocos miles menos, o unos pocos miles más. Pero las asociaciones que en toda España se dedican a rescatar galgos y otros perros usados para cazar saben que cada año les llegan decenas, cientos, y que otros muchos nunca llegan porque no sobreviven a la calle, a las carreteras, a la indiferencia. O porque no fueron abandonados, sino asesinados. Cuerpos ahorcados, enterrados o arrojados a pozos aparecen todos los años, y otros muchos ni aparecen. Es como si nunca hubieran existido. Así que, sí, 50.000 es una aproximación, una cifra consensuada entre las asociaciones a partir de lo que todas ellas ven cada año, cada mes de febrero, cuando termina la temporada de caza de liebre con galgo.
Dicen los galgueros que ellos “aman” a los galgos. Como los toreros a los toros, quizá. Pero Febrero sacó a la luz el miedo de los galgos y su realidad como meros objetos al servicio de quienes solo los ven como máquinas de correr y de cazar. Y si la máquina se rompe, o trae un “defecto de fábrica”, o simplemente agota su vida útil, se tira y punto. Hay excepciones, claro, pero esas excepciones solo confirman la regla.
Lo dice a cámara un galguero, orgulloso de que a sus galgos no los deja “tirados”, sino que los lleva a la perrera. Si allí los matan “ya no es problema mío”, dice con toda naturalidad. La explicación, muy sencilla: “En tres años, si a mí no me vale para lo que yo quiero...”. Y ya está.
Al otro lado de la cámara está Irene Blánquez, directora y productora de este documental independiente que sacó adelante con sus propios recursos y mucha ayuda de su entorno y de SOS Galgos. Adoptar un perro cambió su vida, y leer un artículo sobre la labor de esta asociación le hizo ver a qué quería dedicar su primer documental. Podría haber sido cualquier otra ONG, pero el artículo era de SOS Galgos, que además tiene su sede en Barcelona, lo cual aportaba una proximidad física que resultó clave.
Con una cámara y un micrófono de corbata, y tirando de su tiempo libre (fines de semana, puentes, vacaciones), Irene rodó en Cádiz, Sevilla y Barcelona. También en Toulouse (Francia), donde un grupo de galgos encontró a sus nuevas familias, y en Boston (Estados Unidos), donde la organización  Greyhounds Friends rescata galgos utilizados para carreras de apuestas.
El documental arranca en una zona rural de Cádiz, en 2011. Ovejas atravesando un pueblo; caballos en un solar con sus patas delanteras atadas para limitar su movimiento; perros atados guardando una finca... Gemma, voluntaria de SOS Galgos, busca una galga a la que alguien ha visto vagando por un camino, muy cerca de una carretera.
Mientras, en Barcelona, Mila llega a la clínica para ser operada de una fractura en una pata, resultado de un atropello tras ser abandonada. Ya está a salvo, con Anna Clements, directora de SOS Galgos, y conocedora de la caza de la libre. Son campos extensos, planos y áridos, en los que la agudeza visual del galgo le permite atisbar una liebre a gran distancia. Cuando una salta, dos galgos compiten por ella, y se juegan con ello el orgullo de sus dueños. A veces, cuando un galgo lleva varios años cazando, aprende atajos. En esos casos se le considera “sucio”, incluso “traidor”, y el castigo es morir ahorcado o arrojado a un pozo.
En julio suelen comenzar los entrenamientos, y una galguera los explica y los muestra a cámara. Los galgos son obligados a andar y trotar entre 15 y 25 kilómetros diarios atados a un coche en marcha. Eso no es maltrato, dice. Es asegurarse de que el galgo persigue a la liebre “con sus pulmones bien abiertos, su corazón latiendo como debe”.
Ese momento, la prueba de fuego, llega después del verano. En octubre, un árido campo de Cádiz es escenario de otra secuencia. Los galgueros esperan con sus perros a que salte la liebre, y cuando salta siguen expectantes la persecución. Los niños se cuelgan al hombro el macabro trofeo. Uno de los galgos acaba agotado, parece un golpe de calor. Le echan agua por encima y le obligan a levantarse, pero apenas se tiene en pie. Sus patas traseras no aguantan, pero le fuerzan a seguir caminando. Tiene que resistir.
Cuando rescatas a un galgo “se pega a ti”, explica Almudena Romero, vicepresidenta de SOS Galgos. Es como si esperaba ese contacto humano “y ya no quiere perderlo”. Coordina rescates y gestiona adopciones, aunque en Andalucía hay muchos más de los primeros que de las segundas. Su objetivo fundamental es motivar a la gente para que se implique cuando ven a un perro abandonado, para que no haya más casos como el de Hugo.
Él fue la demostración “de lo dañina que puede ser la indiferencia”. Estaba desnutrido, deshidratado, prácticamente muerto, con la piel ya desprendida de los huesos. Estaba tirado en una zona de paso, con la gente pasando a su lado sin inmutarse. Hugo está bien, se recuperó, pero no tenía que haber llegado hasta ahí, se lamenta Almudena.
El problema en la mayoría de los casos es que apenas hay denuncias. En las zonas rurales, en los pueblos galgueros, el abandono no está mal visto. Y son muy pocos quienes superan la presión social, el miedo a ser señalados, y se lanzan a poner una denuncia contra quienes saben que se han deshecho de sus perros. Por eso las denuncias no son representativas de lo que ocurre. Por eso el Seprona se permite minimizar el maltrato a los perros usados para cazar.
Los “afortunados” entre los abandonados llegan a centros como el de Villamartín, a cuyo responsable, Juan Bernal, entrevistó Irene en febrero de 2012. Sin ambigüedades, habla a la cámara de abandono “masivo” y de la necesidad de una legislación “más proteccionista”, porque la vigente lo pone “fácil” para abandonar a los animales sin coste alguno. Se queja, además, de casos “chocantes”, como los de niños que acompañan a sus padres cazadores a dejar a los perros y lo ven como algo natural, ni lloran ni se lamentan por lo que le espera a ese perro. “Eso no es normal”, dice Juan, convencido de la urgencia de “cambiar la percepción” que se tiene de esos animales.
La entrevista a Juan es en febrero, un mes en el que SOS Galgos puede recibir 20 ó 30 llamadas al día, sobre todo de pueblos de Cuenca, Toledo, Sevilla o Madrid. Lo mismo ocurre con otras tantas asociaciones por toda España, muchas de ellas especializadas en estos perros y en otros también utilizados para cazar.
Carmen Urbano es presidenta de SOS Galgos, y siempre hace la misma pregunta a los galgueros. Si llevan cazando toda la vida, siempre con varios perros, ninguno de los cuales tiene más de tres o cuatro años, porque es cuando están en el momento álgido de sus facultades, ¿dónde están todos los demás perros?. “Nunca tienen galgos viejos. Son la excepción”, sentencia.
Para ella, la mirada de un galgo rescatado “lo dice todo”. Miradas como la de Mila, que una vez recuperada se encuentra con su nueva familia, una pareja dispuesta a ayudarla a superar sus miedos y a darle una oportunidad.
Irene Blánquez quiso centrarse en la belleza de los galgos. En su sufrimiento, en su cruda rutina, pero también en su dignidad y en su capacidad para ser adoptados. Por eso hizo un documental que es apto para todos los públicos (está catalogado como apto para mayores de siete años) y cuando lo explica hace hincapié en la importancia de denunciar y de ayudar, de la forma que cada cual pueda.
Donar, ser casa de acogida, adoptar... Pero sobre todo, dice, la forma de ayudar es compartir la información, contar esta realidad en las redes sociales, en las cenas con los amigos, para que la gente sepa lo que ocurre con estos animales, para cambiar la percepción que se tiene de ellos. Para que se asuma, como dice la pareja adoptante de Mila, que el hecho de que los galgos puedan correr muy rápido no justifica que se les explote por ello. Para interiorizar que los galgos no son perros “de caza”. Son perros, y como todos los demás, sienten, sufren, y merecen respeto.

lunes, 23 de febrero de 2015

Condenado uno de los mayores criaderos de beagles para experimentación

Green Hill, en Italia, suministraba perros a laboratorios de toda Europa y ahora sus instalaciones han sido clausuradas y sus responsables condenados por maltratar a los animales y matar a más de 6.000 de ellos
Uno de los perros beagle liberado de Green Hill. Foto: Lega Antivivisezione (LAV)
Uno de los perros beagle liberado de Green Hill. Foto: Lega Antivivisezione (LAV)

La Justicia italiana ha cerrado definitivamente las instalaciones de Green Hill, uno de los mayores criaderos de perros beagle de Europa, y ha condenado a sus principales responsables por maltrato y matanza ilegal de animales, más de 6.000 entre los años 2008 y 2012.
Green Hill ocupaba unas cinco hectáreas en la localidad de Montichiari, en la región de Brescia, al norte de Italia, y era propiedad de Marshall, una compañía estadounidense. Su razón de ser: la cría de perros beagle para suministrar a laboratorios de toda Europa.
El 28 de abril de 2012, una protesta de las plataformas Cerremos Green Hill y Ocupemos Green Hill acabó con la liberación de treinta perros por parte de los activistas, doce de los cuales fueron detenidos en los días posteriores. Sin embargo, el 18 de julio las instalaciones eran precintadas por la policía para proceder a investigar las denuncias interpuestas.
En aquel momento, unos 3.000 perros se encontraban en Green Hill, entre adultos utilizados para la cría y cachorros cuyo destino era ser vendidos a laboratorios para ser objeto de experimentación y en muchos casos de vivisección (disección de animales vivos, incluso sin anestesia, para su estudio).
Después de años de manifestaciones, protestas, recogidas de firmas… la Fiscalía de Brescia decidió clausurar las instalaciones y entregar provisionalmente la custodia de los animales a las organizaciones que habían denunciado a Green Hill: Legambiente y la Lega Antivivisezione (LAV), que procedieron a ponerlos en un programa de acogida por familias.
Hace pocos días la Justicia ha dictado su sentencia contra Green Hill por matar “sistemáticamente” a los perros enfermos, incluso afectados por una simple dermatitis, en vez de proporcionarles el tratamiento adecuado, para reducir costes. Considera demostrada la muerte de 6.023 perros entre los años 2008 y 2012, hasta que las instalaciones fueron clausuradas.
Para el cuidado de los perros solo había un veterinario, que ha sido condenado junto a los dos máximos responsables del centro, a penas de entre un año y un año y seis meses, y a pagar una indemnización por daños y perjuicios que las organizaciones destinarán al impulso de métodos alternativos al uso de animales en laboratorios, para avanzar hacia una investigación “limpia, científica y éticamente aceptable”. La condena comporta el cierre definitivo de las instalaciones y la entrega definitiva de los animales a las asociaciones que los custodiaban, de forma que todos ellos podrán quedarse con sus familias.
Los beagles son los perros más utilizados para experimentación en todo el mundo. Son criados en lugares como Green Hill y su vida transcurre en una jaula, sin ver siquiera la luz del sol. En Estados Unidos otro grupo de beagles fue rescatado en 2011, y el momento de su liberación recogido en este vídeo: 



miércoles, 18 de febrero de 2015

Aula Animal: profesores y maestros que educan en el respeto a los otros animales

Dan charlas para niños y adolescentes, convocan encuentros con familias, organizan seminarios para docentes, visitan cárceles.
Estiman fundamental la necesidad de incluir la consideración moral de los animales en los contenidos curriculares educativos.


Aula Animal participando en una charla con alumnos de 6º de Primaria del CEIP Montecanal de Zaragoza
Aula Animal participando en una charla con alumnos de 6º de Primaria del CEIP Montecanal de Zaragoza

Niños y niñas de 6º de Primaria van entrando en la sala y al tomar asiento sonríen al ver la oveja con su corderito recién nacido que ya se proyecta en la pantalla. Hoy toca hablar de animales, y durante un tiempo trataremos cómo se sienten y cómo viven sus experiencias, y llegaremos a la conclusión de que es más lo que nos une que lo que nos separa del resto de animales. Empieza una charla de Aula Animal en un colegio público de Zaragoza.
Tanto en nuestro día a día en clase, como en las actividades que llevamos a cabo desde Aula Animal, percibimos que, en general, niños y adolescentes manifiestan opiniones positivas en su consideración de los animales y rechazan las atrocidades que el ser humano comete contra ellos. También nos relatan con entusiasmo las experiencias que han vivido ayudando a un animal desamparado.
Sin embargo, ¿cómo es posible que lo que un día nos asustó de niños lleguemos años más tarde a verlo como algo banal e incluso irremediable, y no pongamos medios para evitarlo? “ ¿Adónde ha ido a parar nuestra empatía?”, plantea la psicóloga social Melanie Joy.
Es ahí donde surge el proyecto Aula Animal hace casi cinco años. Profesores y maestros que incluíamos también al resto de animales en nuestro círculo de respeto en la escuela comenzábamos a poner en común nuestras experiencias y a transmitirlas a otros profesores y profesoras con nuestra misma inquietud.
Desde las facultades de Educación y desde los distintos cauces de formación de los que dispone el profesorado, la educación en valores siempre está presente, pero en todos estos foros el respeto a los animales como un valor más que transmitir en las aulas pasa muy desapercibido. Muchos han sido los filósofos y pensadores que durante siglos han reclamado la importancia de respetar al resto de animales, y también otros muchos psicólogos, sociólogos y expertos quienes han recalcado que el simple hecho de no infligir daño a un animal no sólo beneficia a dicho individuo, sino también a la persona que decide no hacerlo, por los valores y las actitudes que le genera.
De ahí que desde Aula Animal consideremos fundamental la necesidad de incluir la consideración moral de los animales en los contenidos curriculares educativos.
El trabajo de las personas que formamos parte de Aula Animal tiene como objetivo desarrollar iniciativas destinadas a promover una educación que defienda la idea de que los animales son individuos con unos intereses y unos derechos, y que nuestros actos, tanto de niños como de adultos, los pueden beneficiar o perjudicar.
Durante estos años hemos participado en encuentros con familias que quieren educar a sus hijos e hijas también desde el respeto a los animales. Muchas veces nos han trasladado sus desencuentros con la propia escuela, pero también sus logros y la satisfacción que les produce criar a sus niños en un entorno libre de sufrimiento animal.
Como arrancaba al principio, desde Aula Animal participamos en charlas y debates con alumnos de diferentes edades, siendo invitados por los propios centros educativos. En Primaria lo tratamos desde un punto de vista más práctico, es decir, “qué puedes hacer tú para ayudar a los animales”. Secundaria y Bachillerato nos permiten un enfoque algo más teórico sobre la cuestión de los derechos animales y también un cuestionamiento crítico del trato que reciben los animales en nuestra sociedad.
No obstante, aunque el planteamiento sea distinto en función de la edad, en todas estas actividades tratamos de plantear el tema de forma positiva, animando a niños y adolescentes a formar sus propias opiniones para que el día de mañana tomen también decisiones acorde con sus valores. Además, y bajo la misma idea, venimos participando desde hace unos años en distintos talleres sobre concienciación contra el maltrato animal en el Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza), dentro del programa de actividades extraescolares para Educación Primaria y Secundaria.

Más de setenta docentes y futuros maestros participaron en unos seminarios organizados por Aula Animal en la Universidad de Zaragoza
Más de setenta docentes y futuros maestros participaron en unos seminarios organizados por Aula Animal en la Universidad de Zaragoza
 
Por otro lado, la formación del profesorado en el ámbito de los derechos animales, así como la puesta en común de propuestas y actividades de aula es otro de nuestros ejes fundamentales. En estos años venimos desarrollando distintos seminarios, jornadas y cursos de formación –homologados por el Gobierno de Aragón- con compañeros y compañeras de enseñanza interesados por la perspectiva antiespecista y por cómo incorporarla al ámbito educativo. A lo largo de estos cursos hemos tenido el placer de contar con César Bona, maestro de Zaragoza y nominado en estos momentos a Mejor Profesor del Mundo; también con representantes de Igualdad Animal, el filósofo Óscar Horta, así como otros maestros y profesores que, aunque sus nombres no sean conocidos, realizan un gran trabajo día a día en sus aulas.
En un momento en el que la labor del profesorado está siendo constantemente desprestigiada y que avanzan nuevas leyes educativas que anteponen los criterios económicos al crecimiento y desarrollo personal, debemos reivindicar la labor de los educadores, entendiendo por educadores todas las personas que en su día a día desde diferentes ámbitos acercáis a la sociedad la realidad que padecen los animales y lucháis para que esto cambie.
Desde Aula Animal decidimos centrarnos en edades escolares. Y somos conscientes de que no es terreno sencillo, ya que en la familia, la escuela y la sociedad en la que crecemos convivimos con unos valores culturales poco favorables para los demás animales. Sin embargo, es esta misma sociedad la que sí nos ha inculcado la importancia de respetar al débil, y es en este aspecto en torno al cuál funciona Aula Animal.
No importa el sexo, la raza, la orientación sexual o la especie, lo verdaderamente importante es que todos sentimos por igual y por ello merecemos y merecen ser respetados. Y así seguiremos en esta preciosa aunque ardua tarea de luchar por un trato ético hacia los animales.

martes, 17 de febrero de 2015

Animales como víctimas sexuales

La reforma del Código Penal que estos días se está tramitando en el Senado debe permitir que en España el abuso sexual de animales sea considerado delito, haya o no contraprestación económica, y que los maltratadores de animales entren en prisión

Foto: Observatorio Justicia y Defensa Animal
Foto: Observatorio Justicia y Defensa Animal

Han pasado ya once años desde que en España se elevase a delito maltratar a un animal. No obstante, para que un caso de maltrato animal acabe siendo juzgado por la vía penal tiene que tratarse de un supuesto en el que el animal haya sufrido lesiones graves o la muerte. Esta configuración del maltrato animal como un delito de resultado supone, en la práctica, que si no se dan una de esas dos circunstancias, o dándose éstas no puede probarse el nexo de causalidad entre el maltrato y las lesiones graves o la muerte, el maltrato no será castigado como delito. Estas razones hacen que otras modalidades de maltrato menos conocidas, como el abuso sexual de un animal, queden impunes o saldadas con una pequeña multa, si la práctica sexual no causa la muerte o lesiones graves al animal, lesiones que generalmente suelen ser internas y que no son visibles y, por tanto, resultan de imposible prueba.

Otros países de nuestro entorno como Alemania, Holanda, Suecia o Dinamarca, conscientes del vacío legal existente a la hora de poner freno a esta delincuencia sexual que tiene como víctimas silenciosas a los animales, ya han tipificado expresamente como delito cualquier práctica sexual de la que el animal sea víctima.

Miembros del Observatorio Justicia y Defensa Animal vivimos con gran indignación terribles casos de abusos sexuales a animales acaecidos en nuestro país en los últimos años.

Se trata de casos espeluznantes como el de la perrita Regina, brutalmente violada y asesinada en Carcaixent (Valencia), Estrella, una cachorra de 6 meses a quien violaba un individuo de 65 años que fue condenado al pago de 120 euros, o casos como el de los caballos que pasaron por las manos del conocido como “violador de caballos de El Ejido” (Almería), quien agredía compulsiva y sexualmente a diversos animales hasta que un juez le condenó a ser expulsado del país.

Estos casos y otros muchos fueron expuestos en un extenso Informe Jurídico que diversos juristas elaboramos en 2012 desde el Observatorio, y que fue entregado y explicado tanto a los Ministros de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón y Rafael Catalá, como a los diversos portavoces de las Comisiones de Justicia en el  Congreso de los Diputadosy en el Senado. En dicho informe se tuvo ocasión de argumentar jurídicamente la necesidad de que se acometiese una profunda reforma del artículo 337 del Código Penal que regula el delito de maltrato animal. Dicha reforma, promovida desde el Anteproyecto de Ley Orgánica por la que se modificaba la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, era esencial para seguir avanzando en el camino de convertirlo en una verdadera herramienta útil para los operadores jurídicos (jueces, fiscales, abogados y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) llamados a aplicarlo y hacerlo cumplir.

A nuestro juicio, y tal y como expusimos en nuestro Informe, entre las modificaciones necesarias y urgentes del tipo del maltrato animal, cabe resaltar: elevar la pena máxima prevista de un año de privación de libertad hasta al menos dos años y un día, para que, por primera vez en nuestro país, los maltratadores de animales cumplan sus condenas en prisión; ampliar el ámbito de aplicación del delito de maltrato animal a más animales que los domésticos o amansados; eliminar conceptos jurídicos indeterminados como el término “gravemente”, que dificulta la aplicación del rigor punitivo al hecho concreto; incluir como circunstancia agravante que el maltrato sea realizado en presencia de un menor de edad, así como la necesaria tipificación expresa de la zoofilia como delito.

Paralelamente al trabajo jurídico llevado a cabo desde el Observatorio para promover estas reformas en el texto del Código Penal, y como complemento de éste, iniciamos una campaña de difusión social y de recogida de firmas a través de la plataforma Change.org con el propósito de informar y visibilizar el problema de los abusos sexuales a animales en nuestro país.


La campaña “No somos objetos sexuales” sirvió para que miles de ciudadanos escuchasen hablar por primera vez de esta lacra y, además, también sirvió para poner en el debate social la necesidad de poner freno a este tipo de maltrato animal. La campaña, iniciada en 2012, ha recabado a día de hoy cerca de 170.000 firmas, así como el apoyo público de  personalidades  y organizaciones relevantes de nuestro país. También ha servido para que se hayan publicado numerosos artículos que han trasladado el debate social y político a la primera línea informativa.

Vivimos con verdadera satisfacción que algunas de las propuestas apuntadas desde el Observatorio en su Informe fueran ya incorporadas en el texto del Proyecto de reforma de Ley Orgánica del Código Penal, como la presencia de un menor de edad como circunstancia agravante, la elevación de la pena máxima y la ampliación del ámbito de aplicación del tipo penal a otros animales, mientras que otras, como la penalización de la “explotación sexual” de los animales, fueron introducidas posteriormente en el texto gracias a la enmienda presentada por el diputado Joan Tardà (ERC).

No cabe duda de que es un hecho histórico que en nuestro país se penalice la explotación sexual de animales, pero no es suficiente. Es necesario que el texto que finalmente se apruebe para su entrada en vigor no sea ambiguo y cierre toda la posibilidad a cualquier práctica sexual de la que el animal sea víctima, con independencia de que medie contraprestación económica o no.

En estos días la reforma del Código Penal sigue tramitándose en el Senado y es ahora cuando nuestros senadores y senadoras tienen una ocasión única para seguir mejorando ese texto, que está llamado a ser la herramienta legal más poderosa que jamás hayamos tenido para defender a los animales de sus maltratadores. Por ello, continuando con el trabajo iniciado hace ya casi tres años y actualizándolo a los cambios que el texto ha ido experimentando en su devenir parlamentario, desde el Observatorio Justicia y Defensa Animal hemos remitido y explicado a cada uno de los Portavoces de la Comisión de Justicia en el Senado la conveniencia y necesidad de dar el último retoque al texto a través de enmiendas que permitan afirmar sin ambages que en España la zoofilia en toda su extensión será considerada delito, y que, por primera vez en nuestro país, los maltratadores de animales ingresarán en prisión.

La sociedad está expectante, esperamos con verdadera ansia el momento en que podamos dar esas afirmaciones por ciertas, “negro sobre blanco”, porque al final son nuestros legisladores quienes, escuchando las necesidades de la sociedad, tienen la capacidad de convertir en ley la voluntad popular. Esperemos.

lunes, 16 de febrero de 2015

¿Dónde está la pava que dejó de ser noticia?

Nadie ha vuelto a hablar de la pava de Cazalilla. Nadie se ha preguntado qué ha sido de ella, dónde se encuentra, en qué condiciones quedó tras ser lanzada al vacío desde el campanario de la iglesia.
Tampoco se ha vuelto a saber de sus agresores ni de los que agredieron a los pacifistas que fueron a defenderla.

Curas bajo el campanario de Cazalilla (Jaén) momentos antes del lanzamiento de la pava. Foto: traslosmuros.com
Curas bajo el campanario de la iglesia de Cazalilla (Jaén) momentos antes del lanzamiento de la pava. Foto: traslosmuros.com

“A mí se me arrebató la cámara cuando estaba grabando el conflicto. Los y las vecinas de Cazalilla arrinconaron a periodistas y activistas. Les amenazaron y golpearon. A mí también. Me exigieron que dejara de grabar. Como no lo hice, me arrebataron la cámara y la estallaron a conciencia contra el suelo. Creo que el individuo incluso pisoteó el aparato”.
Quien así habla es una joven periodista de TVAnimalista que prefiere mantener el anonimato. Tiene sus razones:
“Quiero insistir en la acción cruel de maltrato animal no humano, no tanto en la represión a medios y activistas. Una cámara es sólo un objeto reemplazable. Quiero que el debate se redirija a lo importante: a los daños ocasionados a la pava, a la que han zarandeado, despeñado desde las alturas, arrancado plumas, golpeado, asustado y posiblemente lesionado interna y externamente. Eso que sepamos, si es que sigue viva, porque no lo sabemos a ciencia cierta. A mí me han roto una cámara, a la pava le harán la vida imposible el resto del tiempo que le quede, si es que le queda”.
En esta era de la información, cuando más que nunca disponemos de herramientas y canales para saber bastante de lo que pasa, y actuar en consecuencia, sucede sin embargo que estamos acostumbradas a que las noticias se lancen y se olviden. Así como se lanzó el 3 de febrero una pava viva desde el campanario de la iglesia Santa María Magdalena, en Cazalilla (Jaén), voló la noticia. Como la pava al suelo, cayó a plomo sobre la conciencia de la sobremesa.
Y se olvidó.
Nadie ha vuelto a hablar de la pava de Cazalilla. Nadie se ha preguntado qué ha sido de ella, dónde se encuentra, en qué condiciones quedó tras ser tirada al vacío desde lo más alto de la torre de una iglesia que destaca “por su volumetría y altura”, como orgullosamente explica la  web de su Ayuntamiento.
Los del pueblo aseguran que quien coge a la pava del suelo se la lleva a su casa y “la cuida”. Pero -más allá de la perversa contradicción que supone defenestrar a alguien para luego cuidarlo- lo cierto es que de la pava nada se ha vuelto a saber.
El pueblo de Cazalilla se burla así de todas las personas legítimamente preocupadas por un animal maltratado. Al igual que se burla de la Ley Andaluza de Protección Animal, que prohíbe la utilización de animales en fiestas y espectáculos si con ello “sufren” o son sometidos a “tratamientos antinaturales” o “malos tratos”.
No hay que ser un animalista radical (como nos califican a quienes estamos hartas de soportar el radical maltrato al que son sometidos los animales en España) para darse cuenta de que coger a la fuerza a una pava, llevarla de cualquier manera entre un gentío vociferante, exhibirla ante la caterva desde los ventanucos de la torre, arrancarle plumas para mostrarlas como tristes trofeos y lanzarla al vacío, le provoca sufrimiento. No lo decimos los animalistas radicales: en 2004 lo determinó un informe técnico-científico, ratificado en 2006, del Departamento de Sanidad de la Junta de Andalucía, que muy radical no creo que sea.
De la pava no se ha vuelto a saber, como nada más se supo de sus agresores y de los agresores de quienes fueron a defenderla. Un grupo de animalistas viajó ese día a Cazalilla para alzar la voz que la pava no tiene. Y sucedieron varias cosas. Algunas (aunque no todas las que se debiera) llamaron mucho la atención de los telediarios.
Y se olvidaron.
Sucedió que los activistas fueron intimidados y acorralados en un callejón por una muchedumbre desafiante. Sucedió que los amenazaron con cuchillos. “Me lanzaron vasos de cristal a la cabeza”, cuenta Fran Díaz. A Griselda Barranco, que lo que lanzaba era consignas pacíficas con un megáfono, la empujaron e insultaron.
“Parece que en este país agredir a activistas pacíficos no es un delito”, dice Óscar del Castillo (Gladiadores por la Paz), a quien varias personas del pueblo dejaron la cara morada a puñetazos. “Quiero hacer un llamamiento a políticos, jueces, fiscales y policías para que empiecen a protegernos, porque, aunque suene muy fuerte, un día a alguno nos van a matar. Nos van a matar de una pedrada, de una paliza o a saber de qué manera… Por eso pedimos, por favor, que quien está en el poder y puede cambiar esto luche por cambiarlo, como hacemos nosotros”.
Óscar del Castillo destaca el hecho de que antes y durante el lanzamiento de la pava no hubiera policía visible, pues habría tenido que impedir su lanzamiento. Cuando activistas y periodistas comenzaron a ser agredidos, aparecieron varios agentes de paisano, que no habían intervenido en ningún momento para rescatar al animal de las manazas de su maltratador, aunque sí tuvieron tiempo de exigir la documentación a los pacifistas. "A los activistas nos salvaron de las agresiones, pero por la pava y por la legalidad no hicieron nada".
Cuando apareció la Guardia Civil y Fran Díaz les preguntó por qué no impedían un festejo prohibido en el que se maltrata a un animal, los guardias se desentendieron alegando que para eso estaba el Seprona. El Seprona no estaba.
Cada año desde 2004, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) interpone una denuncia administrativa contra quien lanza a la pava. El pasado octubre de 2014, y atendiendo a su última denuncia, la Secretaría General Provincial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Jaén impuso a la persona que lanzó a la pava en febrero de 2013 una multa de 2.001 euros por una infracción MUY GRAVE de la Ley de Protección Animal.
Aunque ANPBA valora positivamente la imposición de la sanción, considera insuficiente la cuantía, pues no logra imponer un carácter disuasorio: el artículo 131 de la Ley 30/1992 de Procedimiento Administrativo dispone que, al establecer las cuantías de las sanciones, las Administraciones deberán prever que el hecho de que cometer una infracción no resulte más beneficioso al infractor que cumplir con la legalidad.
Acaso si la multa fuera de 30.000 euros, máxima para una infracción muy grave, a los solidarios cazalillenses no les saldrían tan bien las cuentas de su infamia. Pues cada año la pava es lanzada por una persona distinta y cada año el pueblo hace una colecta para pagar la multa. Un pueblo unido para maltratar. Un pueblo unido para mofarse de la Justicia.
Todo ello sucede con la connivencia de los curas de la parroquia,  del Obispado de Jaén y de Juan Balbín Garrido, alcalde del municipio, del PSOE, desde hace 19 años. En  una entrevista a El País que no tiene desperdicio, a Balbín le cabe la desvergüenza de insinuar que él mismo colabora con la multa que pagan anualmente los vecinos.
El alcalde asegura, con enorme cinismo, que no tiene manera de saber quién lanza a la pava. Pero la periodista del TVAnimalista lo desmiente: “Es mentira, como afirman o muestran diferentes medios, que quien tira a la pava no muestra su cara. Afirmo tajantemente que desde mi posición y mi cámara [la que le destrozaron] se veía perfectamente la cara del lanzador, tenía imágenes de él. De hecho, no era la única, Tras los Muros también lo ha documentado”. PACMA ha denunciado al alcalde por un presunto delito de prevaricación.
¿Va a hacer algo contundente la Administración contra los vecinos de Cazalilla y sus cómplices? ¿Van a perseguir las fuerzas del orden a los agresores de los activistas y al agresor de la periodista, perfectamente indentificado en las grabaciones y visto en las pantallas de toda España?
Y, por encima de todo, ¿dónde, cómo y con quién está la pava maltratada?

domingo, 15 de febrero de 2015

La ONU insta a Colombia a apartar a la infancia de “la violencia” de la tauromaquia

El Comité de Derechos del Niño expresa su preocupación por la presencia y la participación de niños, niñas y adolescentes en espectáculos taurinos.
La resolución de la ONU llega cuando Colombia está inmersa en un proceso de paz y respeto por la vida en general, que debe promoverse desde la infancia.
Un niño con montera es conducido a una plaza de toros. Foto: © Pedro Bermeo
Un niño con montera es conducido a una plaza de toros. Foto: © Pedro Bermeo

La Organización de Naciones Unidas (ONU), a través del Comité de los Derechos del Niño, se ha pronunciado de forma expresa en contra de que los niños participen y asistan a eventos taurinos, y ha instado a Colombia a apartar a los menores de “la violencia” que suponen las corridas y las corralejas.
En el marco de su campaña ‘Infancia sin viOLEncia’, la Fundación Franz Weber presentó en 2014 un informe en el que llamaba la atención del Comité sobre la existencia en Colombia de eventos taurinos en los que niños, niñas y adolescentes presencian violencia, y escuelas de tauromaquia en las que participan de esa violencia, algo que viola la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, un tratado de obligado cumplimiento y que es, en la actualidad, la Convención de Derechos Humanos más ratificada por los poderes legislativos del mundo.
Esa Convención establece el derecho de todas las personas menores de edad a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, moral y social, así como la obligación de los estados de adoptar las medidas que aseguren esa protección, algo que no se cumple en Colombia en el caso de la tauromaquia, según denunciaron varios miembros del Comité.

La ONU recomienda proteger a los niños frente a esta violencia. Foto: © Pedro Bermeo
La ONU recomienda proteger a los niños frente a esta violencia. Foto: © Pedro Bermeo
 
En la sesión celebrada en Ginebra los días 21 y 22 de enero, la delegación enviada por el Gobierno de Colombia no ofreció explicaciones al Comité sobre las medidas que piensa tomar para evitar que se sigan vulnerando los derechos de los niños en esas actividades.
Natalia Parra, delegada de la Fundación Franz Weber en Colombia, participó en la sesión en Ginebra, y considera demostrado que “ la violencia de la tauromaquia no solo tiene como víctimas a toros y caballos, sino también a los niños, niñas y adolescentes”. “En el futuro comprenderemos que todos somos víctimas, de un modo u otro, de cualquier modelo de violencia tolerada, y mucho más aun la que es aplaudida”, aseguró.
Parra subrayó que Colombia está inmersa en un proceso de paz, por lo que la resolución no podía llegar en mejor momento: “ la paz y el respeto por la vida en general es una cultura que debemos promover desde la infancia”. Dado que el Senado de Colombia ratificó la Convención de los Derechos del Niño, el Gobierno está obligado a aplicarla. “No tiene opciones, es el garante del cumplimiento de los derechos recogidos en la Convención y el Comité es el encargado de interpretarla. Las medidas tendrán que ser aplicadas sin excepción ni excusa”.
En opinión de Anna Mulà, abogada de la Fundación Franz Weber, “el principio del interés superior del niño, que es la esencia de la Convención, prevalece sobre el de diversidad cultural y sobre cualquier interés legítimo que pudiera entrar en conflicto”.
Esta resolución llega poco después de la conmoción que supuso dentro y fuera de Colombia el asesinato de un toro a cuchilladas y golpes durante una corraleja, un festejo popular en el que son los vecinos quienes “torean” al toro en la plaza. Pocos días después, en otra corraleja, un caballo herido era descuartizado vivo.

sábado, 14 de febrero de 2015

Un santuario de cetáceos en las aguas canarias entregadas a Repsol

La salida de Repsol de las aguas canarias no ha convencido a nadie: parece una operación del PP, en connivencia con la petrolera, para evitar una catástrofe electoral en las islas.
Tras la cruzada por las prospecciones del ministro de Industria, el Ministerio de Medio Ambiente estudia ahora la propuesta de la organización WWF para crear un santuario de ballenas y delfines.
Ballena jorobada. Foto: EFE/José Jácome
Ballena jorobada. Foto: EFE/José Jácome

La embarcación contratada por Repsol para la realización de las prospecciones petrolíferas navega frente a la costa de Sierra Leona en dirección a Angola. Su precipitada huida de Canarias, sin apenas explicaciones por parte de la empresa petrolera sobre el resultado de sus sondeos en las Islas, ha provocado un giro inesperado de 180 grados en la opinión del Ministerio de Medio Ambiente. Los mismos que firmaron un controvertido informe de impacto ambiental favorable a las exploraciones sopesan ahora proteger el mar en el que la organización WWF propone crear un santuario para ballenas y delfines.
La verdad se puede ocultar siempre con hermosas palabras. Lo intentó siempre el ministro de Industria durante su cruzada a favor de las prospecciones, en la que prometió miles de empleos e ingresos millonarios para las arcas públicas, y lo pretende ahora el Ministerio de Medio Ambiente tras una reunión mantenida por su titular, Isabel García Tejerina, con los responsables de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, en la que se comprometió a estudiar que la zona en la que se realizaron los sondeos sea incluida dentro del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Espacio Marino del Oriente y Sur de las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
No existe ninguna promesa firme, pero el simple hecho de abrir una puerta a su estudio supone un antes y un después en la actitud del Ministerio. Una vía que, en estos momentos, es inviable si se mantiene vigente la autorización otorgada por Industria a Repsol, en la que le concede un plazo de tres años para la realización de las prospecciones. Es decir, el mismo barco que hoy navega frente a la costa de Freetown podría cambiar su rumbo y retornar al Archipiélago en dicho plazo sin tener que volver a pedir un nuevo permiso.
La salida de Repsol no ha convencido a nadie, excepto al Partido Popular. Muchos han expresado públicamente que se trata de una operación del PP, en connivencia con la petrolera, para evitar una catástrofe electoral en Canarias, donde un 75% de la población se opone a los sondeos. Otros, principalmente las organizaciones ecologistas, han optado por continuar con su oposición y abrir nuevos frentes en España y en la Unión Europea para que se autorice un santuario de cetáceos.
Más de 43.000 personas han firmado la iniciativa impulsada por WWF para reclamar la creación de un santuario para las ballenas y delfines en el área más importante para los cetáceos en Europa. En las aguas próximas a la costa oriental de Lanzarote y Fuerteventura habita más de la tercera parte de las especies de cetáceos del planeta. Esta inusual abundancia y diversidad de especies registrada en este lugar del Atlántico la convierten en el más importante de la Unión Europea. Una zona vital para la alimentación, cría y paso migratorio de estos emblemáticos animales y de muchas otras especies amenazadas, como tortugas y aves marinas.
“Este es uno de los últimos lugares del planeta donde aún pueden avistarse grupos de ballenas sumergiéndose con sus crías, enormes cachalotes en busca de calamares gigantes, manadas de delfines saltando y al menos tres especies de los esquivos y desconocidos zifios que se alimentan a más de mil metros de profundidad”, según se relata en la propuesta de WWF.
Veintiocho de las 87 tipos de cetáceos que existen en el mundo se encuentran en uno de los espacios más ricos del planeta: el estrecho que separa las islas de Lanzarote y Fuerteventura del continente africano. Se trata, según la Sociedad para el Estudio de Cetáceos (SECAC), de “un hábitat singular por la profundidad de sus aguas y las especiales condiciones oceanográficas”.
La propuesta para la creación de un santuario se encuentra sobre la mesa de la ministra de Medio Ambiente, pero también ha sido trasladada a la Comisión Europea. Las elecciones son las que marcarán las estrategias y las acciones de los partidos en 2015 y lo más probable es que, como decía George Orwell, el Partido Popular opte “por sostener dos opiniones opuestas e incluso tener en la cabeza al mismo tiempo dos ideas contradictorias y aceptarlas”.

viernes, 13 de febrero de 2015

Emergencias 112 niega una lancha para salvar a varios perros rodeados por el agua desbordada del Ebro

El servicio de Emergencias 112 se negó a enviar a los bomberos de Logroño con una lancha de salvamento para rescatar a cuatro perros que permanecieron tres días rodeados por el agua desbordada del río Ebro. Otros tres perros, que estaban encadenados, no pudieron ponerse a salvo y murieron ahogados.
Red de Protección Canina, que se hizo cargo de los gastos del rescate, denunciará a la Administración por no prevenir un presunto delito de maltrato animal y por denegación de un servicio público.

El pasado martes al mediodía Red de Protección Canina recibió el aviso de que una de las asociaciones para la protección de los animales en La Rioja pedía ayuda a través de las redes sociales para rescatar a cuatro perros que, desde el sábado, permanecían rodeados por el agua desbordada del río Ebro sobre unos palets junto a una casilla de campo en el término municipal de Agoncillo (La Rioja).
Según los mensajes que se estaban difundiendo, la Guardia Civil, presente en el lugar, no podía actuar, ante la negativa del servicio de Emergencias 112 de enviar a los bomberos de Logroño con la lancha de salvamento, porque el propietario de los perros no quería, o no podía, hacerse cargo de la tasa que para prestar dicho servicio establece el Ayuntamiento de la capital riojana, y que podría ascender a 600 euros.
Ante este hecho, agravado por la falta de diligencia en el rescate por parte del servicio de emergencias, que ya ha ocasionado el ahogamiento de otros tres perros atados por una cadena en esa misma finca, y el manifiesto peligro en que ha puesto su vida el propietario de los perros al atravesar las aguas en los dos últimos días, cubriéndole hasta el pecho, para acceder hasta el lugar en donde se hallaban los perros y darles de comer, sin que pudiera rescatarlos, la asociación Red de Protección Canina decide requerir la presencia de bomberos y hacerse cargo de sufragar los gastos del rescate. El riesgo de subida nuevamente de los niveles de agua para finales de esta semana, cuando la nieve del norte de España comience a derretir, hace totalmente necesario sacar de allí a los cuatro perros aún con vida.
Los bomberos realizaron dos desplazamientos hasta la casilla; el primero para rescatar a los animales vivos que evidenciaban su nerviosismo y alegría, y un estado de shock el más pequeño; y un segundo trayecto para recoger los cadáveres de los tres perros que, atados, nada pudieron hacer por salvar su vida.
Una vez rescatados los perros vivos, y tras comprobar las cartillas sanitarias en el cuartel de la Guardia Civil del puesto de Agoncillo, resultó que dos de ellos carecían de microchip, al igual que uno de los ahogados, detectando diversas irregularidades que evidencian la falta de control que lleva a cabo la Administración sobre estos animales domésticos.
La Asociación Red de Protección Canina, además de sufragar inicialmente los gastos del rescate, procederá a formalizar denuncia contra el órgano que, obligado a prevenir un presunto delito de maltrato animal por ahogamiento, negó la prestación de un servicio público y propició que el dueño de los perros pusiera en peligro su vida. Asimismo, informará a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de las irregularidades administrativas detectadas en las cartillas de los animales y de la presunta carencia de núcleo zoológico, reclamando, por último, a las partes implicadas, la factura que el Ayuntamiento de Logroño les cargue por haber requerido el servicio de rescate, que finalmente podría ascender a 114.27 euros.
Red de Protección Canina considera, y en esta línea lo plantearán sus servicios jurídicos, que es responsabilidad de la Administración atender a los animales cuando son víctimas de un hecho punible en las leyes, y, si fuera preciso, repercutir posteriormente el gasto contra el responsable de los mismos en caso de que éste se hubiera desententido de su cuidado o, como pudiera ser el caso, no disponga de medios económicos para prestar en ese momento el auxilio necesario.

jueves, 12 de febrero de 2015

La vida no vale nada

El autor reflexiona sobre la condena por maltrato animal impuesta a una mujer que ahogó a cinco cachorros en Ponteareas (Pontevedra): tres meses de cárcel que no cumplirá.
Cinco cachorros que habían sido arrojados a un estanque, rescatados por los Bomberos del Consorcio de Gran Canaria. Foto: La Provincia
Cinco cachorros que habían sido arrojados a un estanque, rescatados por los Bomberos del Consorcio de Gran Canaria. Foto: La Provincia

Pablo Milanés tituló así una de sus canciones: 'La vida no vale nada'. Desconozco si cuando la escribió también pensaba en perros como víctimas, pero de lo que estoy seguro es de que se refería a humanos como criminales cada vez que la cantaba. Y que como tú lloraba de tristeza, y que como yo se mordía los labios de rabia porque, efectivamente, hay vidas que no valen absolutamente nada y es más corto el precio por arrebatarlas que la agonía de los que la perdieron.
Ciento cincuenta segundos de terror, de espasmos y asfixia son sin duda muchísimo más largos que dos semanas y cuatro días de una condena que, además, jamás tendrá que cumplirse. El sufrimiento y la muerte en unos dos minutos y medio sí fueron reales para todos y cada uno de ellos.
Alicia N., una mujer de Ponteareas (Pontevedra), el 4 de septiembre de 2014 introdujo en el agua a los cinco cachorros que había parido su perra, hasta ahogarlos. Después echó los cuerpecitos en una bolsa y la arrojó a un contenedor. La jueza del Juzgado de Instrucción nº 2 de esa localidad consideró que la vida de cada uno de los perrines que, intentando meter oxígeno en sus pulmones sólo lograron llenar de líquido su laringe, su tráquea y sus bronquios, valía dieciocho días, por lo que la fórmula de la justicia quedó así: 18 días/asesinato x 5 asesinatos = 3 meses de cárcel, pero como pena < 2 años entonces ellos muertos y ella libre.
Una de las estrofas del tema del cantautor cubano dice: "La vida no vale nada / si escucha un grito mortal / y no es capaz de tocar / mi corazón que se apaga".
Ya sé que sólo eran perros en un mundo donde la especie que siempre comete los crímenes es la misma que decide cuándo y con quién esos crímenes lo son; perros en una sistema donde nadie ha pisado nunca una prisión por matarlos; perros en un país donde el maltrato de animales es afición de nobles y plebeyos, y en el que su tortura es bien de interés cultural y tradición.
Pero porque también es la España de la PAH, del 15M, de La Marea Blanca o de La Marea Verde, porque a muchos se nos hincharon las narices de tanto miedo y tanta sumisión, espero que la indignación no sea sólo cuando el grito es grito sino también cuando el grito es ladrido, maullido, mugido, rebuzno, gruñido o silencio, porque no hace falta ser un humano ni tener voz para sentir el sufrimiento, pero sí es necesario ser muy perverso para ahogar a cinco cachorros, muy miserable para sentenciarlo con una condena de tres meses de no prisión, y muy insensible para no revolverse ante un Código Penal en el que la crueldad extrema con animales está en la sección de saldos y oportunidades. Cualidades las tres, perversión, miseria moral e insensibilidad, que únicamente es posible encontrar en nuestra especie.
En el rato que ha tardado usted en leer este texto esos cinco cachorros sólo llevaban cumplida la mitad de su agonía. Por favor, vuelva a leerlo una vez más para saber el tiempo total que tardaron en morir ahogados dentro del agua.
(Si el diccionario de la RAE admite la palabra 'almóndiga', yo aquí puedo usar 'asesinato').

miércoles, 11 de febrero de 2015

Símbolos animales y extensión de la conciencia humana

Una visión del animalismo y el ecologismo como raíz de la esencia humana y como mensaje transmitido por los antepasados a través de los símbolos.
El siguiente paso en el crecimiento de la humanidad en el planeta es dejar de considerar a los animales como objetos, enemigos, seres opuestos, para empezar a entender el común destino que nos une.
Cernunnos, dios celta mitad hombre mitad ciervo. Imagen del siglo II grabada en el 'Caldero de Gundestrup', Dinarmarca.
Cernunnos, dios celta mitad hombre mitad ciervo. Imagen del siglo II grabada en el 'Caldero de Gundestrup', Dinarmarca.
En los estudios de los símbolos, entre los grandes signos del centro, y en particular, entre los enantiódromos, que son los simbolismos polares que expresan la unión de los contrarios, encontramos a menudo a los animales sagrados y a los dioses animales/humanos o antropo-zoomórficos, es decir, mitad hombres mitad animales, en estructuras e imágenes que son tan profundamente fundamentales en el alma humana que se mantienen siempre en el centro de gravedad de nuestra cultura.
Los símbolos, las imágenes fundamentales de toda cultura, expresan aquello que trasciende al hombre, lo sobrehumano, lo que está por encima del destino personal y sin embargo cada persona puede sentir y hacer suyo. Por eso el símbolo del dios animal, el dios compuesto por partes de diversos animales, o el dios animal/hombre, es un mándala, nudo o centro sagrado que expresa aquello que está por encima de la humanidad. Y de lo que nos habla es de aquellas ideas impensables que deben sin embargo regir al alma humana, más allá de su pensamiento y de su mismo corazón.
Los animalistas sentimos mucha atracción por estas imágenes, que encontramos, para nuestro consuelo y satisfacción, en múltiples formas culturales.  Zoóteos es el arquetipo que expresa el inmenso bien y el carácter divino de un animal. Pero a menudo, pensamos que los antiguos exageraban o eran infantiles en estas divinizaciones. No se nos ocurre pensar, y deberíamos, que los símbolos de dioses animales expresan exactamente lo que expresan: el carácter divino que el animal tiene, rotundamente, para la vida humana.
Hablamos de símbolos como el cordero cristiano, el gran jaguar maya, los dioses monos del sur de la India, las vacas sagradas o el dios Ganesha, mitad humano, mitad elefante. Son animales sagrados las aves del cielo de los relatos bíblicos, la mula y el buey que Francisco de Asís incorporó a la escena de la catábasis humana cristiana que tiene lugar en el belén navideño. Son también, los dioses animales que nos traen los ciclos vitales, como la serpiente emplumada de México, la esfinge de Gizeh que comunica cielo y tierra en Egipto, la serpiente que, enredada en un tronco, a solas o en pareja,  expresa el dominio de las oposiciones en el eje del mundo, en la alquimia o en el mundo griego. La lista es inmensa. Como símbolos de opuestos,  los zoóteos siempre anudan realidades dispares, inconciliables, que son trascendidas.
Los zoóteos son el mensaje que nos han dejado los antepasados para expresar animalismo y ecologismo en la raíz de la esencia humana. Rotundamente nos transmiten un modo en el que los humanos podemos existir en el universo, y no ser solamente una fuerza anónima y brutal. Su mensaje es, sin embargo, desafiante y profundísimo. Tanto que muchos humanos no lo pueden pensar.
Hay zoóteos que muestran aisladamente el inmenso poder mediador del animal para el humano. En un característico aspecto de la expresión simbólica, aquello que es imposible pensar, es lo que nos conduce a crecer: el dios animal nos indica la vía por la que la consciencia humana puede salvarse de su propia destrucción y del estancamiento.
Los animales y su expresión en las culturas tradicionales expresan y dan energía a lo que va más allá de la razón. Para llegar a pensar lo impensable, los animales son los grandes mediadores. A ellos les ha sido dado el poder de hacer crecer al individuo humano, porque ellos están sometidos a nuestro poder y, sin embargo, son superiores a nosotros. La complejidad de estas ideas se ha expresado mil veces en el simbolismo y sabiduría perenne de múltiples culturas.
Hay simbolismos animales que son la expresión de los opuestos conciliados en su propio carácter de híbridos humano/animales, y que ayudan a entender la fusión psicológica, más allá de lo racional, que todos los animalistas sentimos al nacer nuestra consciencia hacia los animales. El animal dios simboliza la identidad profunda, la unión de lo que en el mundo terrestre está desunido, que solamente la inversión del pensamiento puede alcanzar. Indica, para el ser humano, un destino que incluye a todo el planeta, el destino que unifica al hombre con la tierra y sus habitantes, de manera solidaria, en el reconocimiento del carácter sagrado de las formas de vida, de una manera objetiva, general.
Los animales dioses que en las fiestas humanas aparecen conduciendo mansamente los regalos hasta la humanidad, presentándose asombrosos en la vida humana, están llamando, desde lo más profundo de nuestra psique, al siguiente paso en el crecimiento de la humanidad en el planeta. Ese paso es aquel en el que el hombre deja de considerar al animal un objeto pasivo, un enemigo, o un ser opuesto y diverso a él mismo, para empezar a entender el común destino que nos une.
Algunos creadores y artistas, que son los más en sintonía con estas complejas realidades, han llegado a captar la profundidad de la presencia de los símbolos zoóteos en nuestra civilización, sea cual fuere. Pero muchos estudiosos, desorientados, dan una imagen utilitarista de esos símbolos, considerando que son algo así como burdos talismanes o fetiches de magia asociativa. Nada más lejos de la expresión artística del zoóteos, que es un símbolo pragmático, pero sobre todo pragmático para la mente humana: nos señala allí donde con ella no podemos alcanzar: a la forma como los contrarios vitales pueden llegar a unirse milagrosamente en una alianza  que genere una nueva Tierra, una nueva consciencia. Una cosa necesariamente nace con la otra. Esto expresan estos extraños símbolos sagrados.
Cuando vemos símbolos de animales y hombres unidos, opuestos enigmáticos que están haciendo ante nosotros la demostración de la vía que hay que seguir, debemos recordar que desbloquean una energía profunda, conectada con nuestro más profundo ser, y nos señalan el camino por el que podemos dejar de ser demasiado humanos para llegar al verdadero destino que es nuestra dignidad más honda: la de protectores, guardianes y amantes de las formas de vida animal del planeta, ésas que son más sagradas que la propia humanidad.
 
Eva Aladro Vico es Doctora en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Profesora Titular de Teoría de la Información en esa universidad. Coordina la revista CIC, Cuadernos de Información y Comunicación. Es autora de artículos y libros sobre Comunicación, Periodismo Profesional, Medios de Masas, Semiótica o Ética Informativa. Es políglota y ha publicado cinco libros de poesía. Es portavoz de la Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz.