Por mucho que lo analices, no aciertas a comprender las razones que habrá en el coco de esa gentuza para llevarles a ejecutar esos crímenes. Puede que haya dentro un problema psiquiátrico, porque quien mata fríamente a un cocker, en cualquier momento le da la vena y se puede poner a matar personas. Lo cierto es que muchísimos altercados callejeros tienen toda la pinta de extravíos psicológicos.
Rosa Montero recordaba el martes en este periódico: "El Código Penal resulta ridículamente benigno ante el maltrato a los animales. Por ejemplo, torturar hasta la muerte a un animal solo tiene una pena de tres meses a un año de cárcel".
A la hora de la verdad, de momento resulta más efectivo acudir a algunas asociaciones que facilitan mucho todas las onerosas tramitaciones: dos de estas entidades son la Asociación de Amigos de los Animales y Mascotas.org.
Cuestiones así provocan pesimismo sobre la raza humana. Pero una cosa es cierta: hay mucha más gente buena que mala. Pero la gentuza lo emponzoña todo.
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