miércoles, 25 de febrero de 2015

Viriato y Almeida, los lobos que cambiaron el cuento

'Lobo Marley' ha vuelto a destruir casetas construidas para matar lobos vulnerando la legislación de Castilla y León. En juego estaba la vida de Viriato y Almeida, dos lobos indultados con aportaciones de miles de ciudadanos, a los que pretendían matar esta misma semana desde esos pequeños cobertizos.

Lobo Marley dejó su mensaje en las sillas del cazador y del guarda del coto, que le prepara el cebadero para la caza ilegal del lobo en Sierra de la Culebra (Zamora)
Lobo Marley dejó su mensaje en las sillas del cazador y del guarda del coto, que le prepara el cebadero para la caza ilegal del lobo en Sierra de la Culebra (Zamora)

Déjate de cuentos.
Al lobo se le mata por dinero. Mucha pasta manchada de sangre sagrada de lobo. La caza del lobo en España es un negocio sucio que enriquece a unos pocos y empobrece a todos.
El actual sistema de precintos permite que, disponiendo de uno, usted pueda abatir los que le de la gana. Nadie controla, todo vale. Corrupción y corruptos en la salvaje España.
Además, cazar un lobo ibérico sería una quimera para cualquier cazador si no fuera porque la Junta de Castilla y León se lo pone muy fácil, saltándose su propia Ley de Caza. Prohibidos los atrayentes por ley para que la pieza no sea engañada ante el punto de mira del cazador, los cebaderos son en cambio una seña de identidad de esta modalidad tramposa y odiosa.
Sin haber apretado usted un gatillo en su vida, el guarda o el celador le pondrán el lobo a huevo y podrá matarlo sentado, cómodamente, al estilo de un dictador que observara las ejecuciones que él mismo ordenó desde el palco.
Burros rematados in situ, ancianos caballos, ciervos y perros a los que después de despojarlos del microchip se les pega un tiro son cebo habitual para atraer al lobo y ponerle a las mismas puertas de la muerte y con la cola entre las patas.
Ni deporte, ni ética, ni moral, ni el mas mínimo pundonor. El gran súper predador de la fauna ibérica es asesinado mientras come carroña en un acto tan ilegal como macabro.

Miembros de Lobo Marley encuentran en las inmediaciones de Mombuey (Sierra de la Culebra) una cierva recién matada para atraer al lobo. Al fondo, a la izquierda, la caseta de caza ilegal, que los activistas derribaron.
Miembros de Lobo Marley encuentran en las inmediaciones de Mombuey (Sierra de la Culebra) una cierva recién matada para atraer al lobo. Al fondo, la caseta de caza ilegal, que los activistas derribaron.
 
Así cada año.
Así desde hace lustros.
A las afueras de pueblos como Mombuey o en las inmediaciones de Villardeciervos, olor a muerte en esos barrancos donde los matarifes, de forma despectiva, llaman al lobo “perro".
El Gobierno castellano-leonés sigue en sus trece y dice que todo esto es normal y lógico. Defiende un modelo mafioso diseñado a medida para señoritos y pura casta financiera.
La broma de matar a un lobo entre cebos, propinas, el propio trofeo y otros "extras" no va a salir por menos de 10.000€, es decir, que esta es una modalidad de caza que no enraíza ni de lejos con el mundo rural y que sirve tan solo a los intereses de un cierto sector económico y social. Más o menos del estilo, y sin querer parecer demagogo, de los repeinados cabrones que han llevado a la banca a la quiebra y a España tras ella.
Hay que ser mala gente para hacerse los fuertes en un tema como este. Tomarse este asunto global como algo personal y sentenciar sin miramientos, como macarras de bareto, resoplando como chulazos sin rumbo. Desaprovechar la oportunidad de proyectar una imagen de modernidad y respeto a la naturaleza, y seguir con la fiesta de las momias cazadoras.
La Junta de Castilla y León se suicida con las mismas dos balas con las que pretendía partir los corazones de Almeida y Viriato, los dos lobos que  Lobo Marley consiguió indultar con el apoyo de miles de españoles, acudiendo, previo pago, a la anacrónica subasta de vidas de lobo que se da desde el franquismo en la Sierra de la Culebra. En lo único que acierta la Junta de Castilla y León es en sus miedos. Estos suicidas a los que pagamos el salario saben que, de haber dado su brazo a torcer, Lobo Marley les hubiera obligado al cambio histórico: ni un lobo muerto más en la Sierra de la Culebra.
Lobo vivo vale más que muerto. Desarrollo rural vinculado estrechamente a esta joya de nuestra fauna. Futuro radiante basado en la observación y el disfrute de la naturaleza. Así de sencillo.
Pero su tino es como sus miras: corto, muy corto.
Les gusta matar y matar.
¿Cómo volver a subastar este año la vida de los lobos en La Culebra, sabiéndose ya expuestos a la mirada de todo el mundo?
Gracias al trabajo constante de Lobo Marley, las cosas han cambiado en el poniente castellano y ahora el debate ya es público y notorio. Se ha roto el silencio y se han iluminado los cementerios de lobos. Ahora el ciudadano sabe ya cómo funciona la mecánica y quién se beneficia con los mataderos.
España también sabe que, aunque el lobo no tiene dueño, es de todos. Para empezar, clama respeto para estos dos ejemplares por los que llegó a pagar 10.000€ a través de una cuestación popular. Y para la especie en su conjunto: pedimos urgentemente la catalogación del lobo como especie protegida en todo el territorio nacional.
Pusimos nombre a estas dos criaturas. Buscamos apego y cercanía en un tema que, por doloroso, a cualquier ciudadano le parece lejano e insoportable.
Almeida es una lobita portuguesa y Viriato un lobete zamorano.
En la Raya se conocieron y en ella iban a encontrar la muerte odiosa de la mano de los hombres traidores, de no ser, una vez más, por la actuación certera de Lobo Marley.
Para nosotros, desde el principio, este era el plan. Cambiar entre todos la historia de la Zamora lobera creando un símbolo viviente. Hacer visible el debate ético que subyace entre pinares y llanos. Poner nombre propio a la oscura generalidad que mata y mata.
Esta operación ha sido infalible de principio a fin. Potente, verdadera y respetable, por el amplio apoyo social que ha tenido y tiene. Seres humanos que, conmovidos ante la masacre anual, se organizan, se expresan, luchan por lo suyo, se implican. Y el lobo como epicentro de tanto tesón.
Como contraste, unos políticos agonizantes, más pendientes de su culo que del patrimonio natural de todos. Es de libro, por mucho que nos hubiera gustado que fuera de otro modo: pábulo nos han dado los gerifaltes del medio ambiente castellano-leonés para redondear este cuento maldito y predecible. También los orcos y demás criaturas que, desde el patrioterismo más patético, han concebido todo este proceso de defensa de la naturaleza como un ataque a Zamora, los zamoranos y la madre que los parió.
Nos animan a seguir, pues estamos convencidos de que son muchos más los castellano-leoneses, hijos de Zamora o de otras provincias, que aman a su tierra con el lobo a salvo, que los casposos secuestradores del futuro de esas benditas tierras, que son a la par roñoso lastre.
Lobo Marley ha vuelto a actuar en la zona entre el lunes y el martes pasado. Motosierras y hachas han desguazado más y más casetas de la muerte. No nos dejan otra. No había tiempo que perder.
Como lobos, discretos e implacables, hemos destruido las casetas que estaban ya preparadas para matar a Almeida y Viriato en esta misma semana. Nos hemos encargado de que en esos lugares este año no se maten más lobos, pues a finales de febrero acaba la época de caza del lobo ibérico.
Además de destruir las chabolas que ilegalmente se construyeron, Lobo Marley siempre se encarga de rociar la zona de las carroñas, puestas para atraer a los lobos que van a ser cazados, con un repelente de fabricación propia e inocuo para el medio ambiente.
Ni un incauto lobo volverá a caer en la trampa de estos malditos si un equipo de Lobo Marley ha pasado por allí.
Sin miramientos y con una única función: devolver la paz y la tranquilidad a esos territorios y a sus habitantes mas débiles. Así funcionamos.
¿Perjudicados por estas acciones? Si, muy pocos pero con nombre propio:  Gesturcaza y Eduardo Blanco, su administrador.
Esta es la empresa que factura al año varios cientos de miles de euros a base de freír a tiros a nuestros últimos lobos en Castilla y León. Este chiringuito cinegético, mimado por la Junta, gestiona decenas de miles de hectáreas en las inmediaciones de la Reserva Regional de Caza, y la caza del lobo es un filón para ellos.
Todo en B.
Enormes cantidades de dinero en las que al cazador le cobran hasta por respirar sin que haya factura alguna de por medio.
Eduardo Blanco fue guarda pero prosperó muy aplicadamente. Tanto, que hoy es la cabeza visible de un emporio cinegético que encuentra cobertura y amparo en la Consejería así como en la Federación Zamorana de Caza, que son, para entendernos, el papá y la mamá de la criatura. Además de responsable de la muerte (legal e ilegal) de cientos de lobos, Eduardo Blanco es quien diseña para la Junta de Castilla y León los planes cinegéticos anuales de la provincia de Zamora. O sea, vergonzoso y asqueroso todo.
Si alguien precisa de más datos, que los pida.
Lobo Marley no solo conoce el territorio a la perfección, y por eso actúa con tanta eficacia, sino que tenemos conocimientos varios y atesoramos mucha información sobre ilustres cazadores que a través de Gesturcaza ejecutan su ritual: abandonar raudos y veloces sus Consejos de Administración para desestresarse cada año partiendo en dos con su gran calibre la columna vertebral de un lobo ibérico.
Nosotros somos gente de acción y tenemos visión y misión. No queremos ni aceptamos subvenciones. Nos apoyamos en nuestros socios y nuestra independencia y nuestra libertad nos hacen actuar y ser como lobos. Amamos Iberia y estamos convencidos de que Zamora necesita personas vocacionales en defensa de su esencia y de su historia natural.
Incluso los pastores están con Lobo Marley, y nos lo hacen saber. Están hartos de que pseusindicatos mentecatos, como COAG, ASAJA o UPA los utilicen como armas arrojadizas para guerras políticas que ni les van ni les vienen. Saben que, como ellos, el lobo ibérico está en peligro de extinción.
Hasta hay cazadores que han de darnos la razón ante sistemas de caza alejados de lo que ellos consideran “la caza”. Queriendo desmarcarse de estos escopeteros, empiezan ya a discrepar entre ellos después de cada acción de Lobo Marley, que actúa en contra de nadie y a favor de todos los amantes de la naturaleza. Despellejar al lobo entre gin-tónic y cubata, como despojo de cacería, es alta traición.
Nada se me antoja, en estos tiempos de más perdidas que ganancias, que defender a nuestros últimos lobos ibéricos con todos los medios a nuestro alcance. Por Zamora, por España, por el mundo de todos.

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