El pasado 6 de noviembre aparecía en los medios la noticia de que
“una jauría de perros salvajes” había atacado por segunda vez en pocos
meses al rebaño de ovejas de un ganadero de Seròs (Lleida), provocando
la muerte de más de un centenar de ellas, bien por heridas directas,
bien por asfixia al ser presas del pánico.
Anteriormente a esta fecha, el alcalde de Seròs decidió entonces
paliar su falta de ética y responsabilidad, además del incumplimiento de
la ley al no existir gestión alguna de los animales abandonados de la
localidad, con la petición de autorización de batidas con cazadores para acabar con la vida de estos animales.
Las batidas se autorizaron por parte de los Servicios Territoriales
de Medi Natural de Lleida, y hasta el momento han sido asesinados siete
perros, víctimas por partida doble de la indiferencia y el desprecio
humanos, primero en su abandono, después con su ejecución injustificada e
ilegal.
No existe informe veterinario que avale la peligrosidad de los
animales (de hecho rehúyen al hombre, y los agentes rurales que intentan
darles caza encuentran serias dificultades para dar con ellos), ni la
Ley de Protección animal catalana permite el sacrificio de esta especie
doméstica, sin justificación, ni tampoco por los medios en que se está
acometiendo.
Una vez la noticia saltó a la prensa, intervinieron los Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya que, el día 7 de noviembre, hicieron la primera batida dejando jaulas trampa y armados con armas de fuego
“por si había que sacrificarles”. Se han solicitado nuevas batidas con
cazadores desde el Ayuntamiento de Seròs, ya que los agentes han
intentado una segunda batida sin éxito por localizarles.
El alcalde es conocedor de la existencia de estos perros
desde el verano, tal como él mismo reconoce en diferentes medios de
comunicación (“Los veraneantes abandonan a los perros que ahora matan
ovejas”), y no ha establecido en este tiempo las medidas necesarias para evitar la situación actual, a pesar de ser obligación del Ayuntamiento hacerse cargo de los animales abandonados en su municipio.
Ya es habitual que los municipios y administraciones autonómicas
resuelvan sin ética alguna un problema generado precisamente por su
falta de responsabilidad previa, en situaciones de ausencia total de
atención a los animales a cargo de la administración, con perreras sin
recursos ni personal cualificado, con protectoras abandonadas a su
suerte y sin ayudas que hacen el trabajo que les corresponde a las
administraciones, y sin las más que necesarias campañas de
concienciación contra el abandono, la cría indiscriminada y la
compraventa de animales.
La coordinadora de PACMA en Lleida, Cristina de Dios, anunciaba que
el Partido Animalista interpondrá denuncia contra el Ayuntamiento de
Seròs y contra la Generalitat. “El caso más vergonzoso
de estas características que pone en evidencia de forma clamorosa la
falsedad de los argumentos de “peligrosidad” y “asilvestramiento” de
estos animales se dio en Punta Umbría (Huelva) en Febrero de 2013, donde organizaciones de protección animal se interpusieron en las batidas autorizadas contra los perros abandonados de la localidad,
acusados de atacar ganado y personas. Se rescataron una decena de
animales, que a día de hoy se encuentran adoptados, en casas de acogida o
esperando todavía una oportunidad de una familia, contradiciendo así la
versión oficial que justificaba su muerte violenta. En este caso, PACMA también denunció estas autorizaciones ilegales”,
explicaba De Dios. Este caso contradice las declaraciones que el
alcalde de Seròs hizo a una televisión autonómica (programa 8tv el
12/11/2014) y en las que aseguraba que "a estos animales una vez han
probado la sangre ya no se les puede considerar animales domésticos ¿Qué
otra alternativa hay? Estos perros no se pueden reeducar, están
asilvestrados. Hay que ser más racional, realista y pragmático"; afirmaciones son totalmente erróneas y sin fundamento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario