sábado, 14 de junio de 2014

Catalunya no puede permitirse llegar tarde

Catalunya no puede permitirse llegar tarde

Las leyes que impiden que los animales puedan ser usados en circos y otros espectáculos están siendo aprobadas en numerosos estados y ciudades. Esto responde a la evolución del pensamiento de las sociedades que, a diferencia de las de hace un siglo atrás, están formadas por personas no sólo con una mayor conciencia en el trato que damos a los seres vivos, sino también a la evolución del conocimiento que tenemos sobre los animales. ¿Puede permitirse Catalunya quedarse atrás?
Semana sí y semana también, los medios se hacen eco del imparable avance de la conciencia, al menos, en lo que al trato que damos a los animales se refiere: las leyes que apuestan por un circo sin animales se van aprobando en una escalada que no tiene fronteras. Las noticias llegan de países de los distintos continentes, lo que ayuda a que la realidad de los animales explotados en circos pase a ser pronto un capítulo de la historia, una historia del pasado que -como tantos otros pasajes de la misma-, no nos enorgullecen como especie. Catalunya está a punto de dar el primer paso para sumarse a esta corriente imparable, votando el 7 de mayo la aceptación a trámite del texto presentado por LIBERA! y FFW de reforma de la Ley de protección de los animales
Y es que no se entiende que las prohibiciones de utilizar animales a los circos no hubiera llegado a Catalunya, siendo como es, referente mundial en la defensa de los animales a través de las políticas públicas que no son otra cosa que el reflejo del sentir mayoritario de la sociedad.
Estas políticas públicas no son sólo un orgullo para los ciudadanos y para el Parlament que tan acertadamente las aprobara, sino que implican también una responsabilidad política: la de defender lo conseguido, y la de continuar ejerciendo en sede democrática, como lo es el Pleno de Parlament, la implementación de políticas que son las que sociedad demanda.
No hay nada más vivo en este momento que la Ley de protección de animales de Catalunya, que es sometida periódicamente a revisiones para actualizarla y conseguir que ésta crezca y abarque cada vez una mayor consideración hacia los animales. Acompañada por un Código Civil que reconoce a los animales “como entidades diferentes a las cosas”. Y esta vez, con el tema que nos ocupa, el de los circos, Catalunya no puede darse el lujo de llegar tarde. Estamos en el momento histórico exacto para dar este paso. Catalunya ni es la primera ni será la última en prohibir a los circos la utilización de animales.
Mucho se hablará en estos tiempos de otros temas tratando de relacionar esta actividad parlamentaria y democrática (para la que el Parlament tiene todas las competencias) con un sentimiento pretendidamente antiespañol por parte de muchos medios que ven, en cada avance que damos por los animales, una excusa para destilar su odio anticatalán. Esa “película” ya la vimos cuando se votó la abolición de las corridas de toros en Catalunya, argumentos que aún se siguen fogueando desde determinados (muy determinados) sectores políticos. No hace muchas semanas atrás Esperanza Aguirre nos “deleitaba” con un resumen del catálogo de la demagogia en este sentido. Pero cuando empecemos a escuchar y leer estos despropósitos deberíamos preguntarnos qué tienen en contra de España todas estas ciudades y países del mundo que ya han prohibidos los circos con animales: http://www.clac.cat/cat/lliures-danimals-en-circs/

(*) Foto realizada por Libera!

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