miércoles, 23 de julio de 2008

Entrevista sobre el movimiento antitaurino en Teruel

1. Explícame un poco cuál fue el recorrido de la Coordinadora desde que surge (fundadores, fecha, actos celebrados, etc.) y lo que puedas acerca de la escisión del grupo.

La Coordinadora, un tanto informal, surgió de la sección de CNT Estudiantes en Teruel. Fue en las ferias de hace 3 o 4 años (julio) cuando nos pusimos delante de la plaza de toros varias tardes a pesar de los insultos, con nuestra pancarta de “la cultura no es tortura”. Antes de la creación de la coordinadora fueron también varios repartos de panfletos contra los circos con animales cuando estos se instalaban en Teruel. Durante el siguiente año se hicieron muchas pegadas de carteles contra la tauromaquía durante los diferentes “festejos taurinos”. Ese mismo año y durante unas jornadas sobre tauromaquia en el Museo de Teruel decidimos entrar con una pancarta denunciando el acto y sufrimos varios intentos de agresión e insultos por parte de varios taurinos exaltados. Este fue el cenit de la primera Coordinadora Turolense Antitaurina tras lo cual dejó de desarrollar actividades. Esperemos que se vuelva a reactivar.

2. “Ser antitaurino” es decir solamente “no” a las corridas de toros o a todo tipo de festejos taurinos: suelta de vaquillas, toro embolado, fútbol vaca, el Bombero Torero, etc. (si se te ocurren más puedes añadirlas)?, ¿por qué? Justificad vuestra postura antitaurina con los argumentos que consideréis. Diferenciad entre ser antitaurinos (maltrato al toro), pero no contra el toro, al que se ve como una bestia. Se habla de la lucha del hombre y la bestia…

Dentro del campo antitaurino hay multitud de prismas desde donde se defiende, más o menos profundamente, a estos animales. Podemos encontrarnos gente que se opone a la tauromaquia al considerarla simplemente una aberración pública proveniente de una tradición que, hoy por hoy, no tiene cabida.

Otros nos tomamos la lucha antitaurina como un elemento más de la lucha por la liberación animal (quizás el más visible estando donde estamos). En realidad, nuestros hábitos alimenticios y el mercado de consumo han conformado una sociedad que ni siquiera es capaz de plantearse qué está detrás de una bandeja de pollo impoluta. Son millones y millones los animales que son sacrificados diariamente, después de haber llevado una vida hacinados, encerrados, hormonados y sin ninguna oportunidad para relacionarse naturalmente con sus semejantes y con el medio. Todos estos animales tienen sistema nervioso, por lo que tienen idéntica capacidad física de sentir que nosotros. Lo único que nos diferencia de los demás animales en nuestra capacidad de razonar, nuestra capacidad de poder decidir en base a una moral o ideales, sobre todos los aspectos de nuestra vida, entre los que evidentemente se encuentra si queremos comernos a otros seres vivos y sintientes.

Desde este prisma argumentativo es evidente igualar esta actitud pretendidamente irreflexiva y pasiva con el racismo o el sexismo ya que al igual que el racismo sostiene la superioridad de una raza sobre otra por diferencias concretas, el especismo legitima la superioridad de la especie humana sobre todas las demás, y en su prolongación, sobre todo el planeta. El especismo es quizás, la prologación en el sistema de libre-mercado del antiguo concepto religioso de que “los animales han sido creados para satisfacer las necesidades de los hombres”.

Los que consideran que ser antitaurinos es estar “contra el toro” y su supervivencia como especie no hacen más que manipular y confundir términos ya que el que desaparezca el mercado de los toros no quiere decir que desaparezca el conjunto de la especie. El toro no es ninguna bestia y muy rara vez ser comporta agresivamente en campo abierto. El que desaparezca un mercado significa que desaparecen los cuantiosos beneficios de los especuladores que actúan dentro de el, pero nada más. Afirmar lo contrario es afirmar que sin el sistema capitalista no habría vida. Es el desarrollo incontrolable y destructor del actual sistema socioeconómico el que ha ido arrinconando poco a poco los territorios naturales donde los toros y el resto de animales se movían con libertad, es la especie humana la que ha ido arrinconando a todas las demás y la que ha sometido bajo su desarrollo al planeta.

3. ¿Qué diríais a alguien que ha visto desde pequeño en su pueblo una corrida de toros, de que se está cometiendo en realidad una atrocidad con ese animal?, no es fácil cambiar mentalidades… sería fácil intentarlo con la gente más joven…? veo el ejemplo de mi pueblo (con peña taurina y afición por el toro) y la gente se me echará al cuello cuando publique mi artículo. Con esto quiero decir que es duro enfrentarse a opiniones contrarias en núcleos rurales… es más fácil quizás en la ciudad…? coméntame lo que piensas al respecto.

La atrocidad que comete es más que evidente, se ve, por lo que no puede haber lugar a dudas de que existe. Pese a esto es sumamente dificil que las mentalidades que sostienen el maltrato al toro varíen su percepción sobre esta cuestión. Condicionantes culturales y económicos son los pilares principales sobre los que se apoya esta actitud a todas luces irreflexiva e inhumana.

Introducir el debate acerca de la tauromaquia en la gente más joven puede ser uno de los caminos que, intergeneracionalmente, acaben con la llamada “fiesta nacional”. De esta manera atenuamos el factor cultural, no el economicista, al promover un debate público practicamente inexistente en generaciones anteriores.

Las grandes ciudades, por su concentración de la población y el tipo de vida más aséptico y privado, pueden potenciar numéricamente y en cierta manera los movimientos contestatarios evitando que la percepción del resto de la sociedad “de bien” te encasille y suponga un problema en tu vida diaria (a la hora de encontrar trabajo, por ejemplo), por el simple hecho de que ni siquiera te miran, formas parte del "espectáculo" de la urbe.

En las zonas rurales y con actual nivel de pasividad social las personas que tienen ideas contrarias al pensamiento único son, cuanto menos, tachadas de “raros” o estigmatizadas socialmente. A este factor castrante tendremos que añadirle la escasez de población que equivale, en casi todas las ocasiones, a escasez de pensamiento crítico.

En Teruel ciudad se dan ambos casos en proporciones variables dependiendo del entorno de cada indíviduo y su opinión (que generalmente premia "al que no se mete en lios") o del grado de interrelación negativa entre una posición antagonista y la manera de proveerse de bienes y servícios para sobrevivir (trabajando, estudiando y viviendo con tus padres/madres, etc.)

4. La tradición es la justificación a la que siempre echan mano los defensores de la “fiesta nacional”. Precisamente en la provincia de Teruel no hay pueblo que se precie que en sus fiestas mayores de verano no tenga algún acto relacionado con los toros. ¿Perderemos una seña de identidad si alguna vez dejan de celebrarse corridas de toros?, ¿por qué? ¿Qué será de toreros, ganaderos y todo el mundo que trabaja en este mundo?

Hace unos años esta situación no era así y los “festejos” de estas características estaban mucho más localizados pero actualmente y debido al desarraigo para con los juegos y actividades culturales de cada pueblo o zona y la homogeneización del concepto de fiesta rural impuesta por el franquismo y retocado por la sociedad de consumo (esto es: misa baturra, toro embolado o ensogado y discomovil casposa) casi todo el mundo que defiende los toros lo hace por considerarlo algo “de mi pueblo, de toda la vida”.

La tradición occidental tenía una autoconciencia muy falsa. Le gustaba pensar que los hombres estaban separados del resto de la naturaleza como hijos de Dios. Todas las culturas tienen aspectos crueles en sus tradiciones, pero el progreso consiste, precisamente, en que estas ideas se vayan abandonando. En algunos lugares de África, por tradición, se les corta el clítoris a las mujeres, y en Estados Unidos existe la tradición de llevar armas. Cuando planteas el tema te dicen: "Forma parte de nuestro modo de vida tradicional. Tú eres europeo y no puedes entenderlo".

Por ejemplo, si en el Estado español se prohíbe ahora el maltrato de las mujeres, por muy tradicional que sea, ¿sería justificable seguir con la tradición o incluso promoverla?. La tradición no justifica ninguna salvajada. Y todas las salvajadas son tradicionales allí donde se practican.

Si el mercado de lo toros desaparece, lo único que puedo desearles a los que ahora se enriquecen con él es que encuentren, de una vez por todas, una manera de vivir más digna que no se base en la tortura de otro animal.

5. En su redacción, la ley de protección animal parece contradictoria. Primero prohíbe que se infrinja dolor a los toros, para luego justificar ese dolor en las corridas y protege así y excluye de la prohibición a la “fiesta nacional”? ¿Por qué crees que protege la ley las corridas de toros?, qué intereses tienen ahí los gobiernos locales, provinciales y autonómicos?

Los políticos del PSOE tienen la extraña manía de querer satisfacer a todos en todos los ámbitos, aunque las opciones sean antagónicas por definición.

La redacción de la Ley de Protección Animal ahonda en esta metodología. Hacía ya tiempo que se exigía legislación clara con respecto a la protección de los animales y el gobierno ha dado su respuesta mediatizado por los intereses de ganaderos, toreros y empresarios taurinos.

6. Qué alternativas culturales más enriquecedoras proponéis?

No existe alternativa cultural para la tauromaquia más allá de su abolición.

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