Sergio Toribio, voluntario de Sea Shepherd
Un año más la Fundación Sea Shepherd
ha tratado de impedir las Grind (caza ilegal de ballenas) en las Islas
Feroe, un pequeño archipiélago en el Atlántico Norte, protectorado de
Dinamarca. Decenas de voluntarios se han movilizado desde diferentes
partes del mundo (España, Reino Unido, Francia, Inglaterra, Australia,
México...) para impedir que esta brutal práctica ( declarada ilegal por la Unión Europea) se siga produciendo. Esta tradición, defendida por las autoridades locales,
consiste en colocar en calas a delfines y pequeños cetáceos para luego
atraparlos desde la playa con la ayuda de ganchos colocados en la
extremidad de cuerdas, y matarlos con cuchillos y lanzas. La campaña fue bautizada como "Grindstop 2014".
En total, unos 500 activistas de Sea Shepherd se han turnado de junio a septiembre en las Islas Feroe,
en equipos en tierra o en el mar, con la presencia continuada de cuatro
botes rapidos, el velero embajador Columbus, el mv spitfire lancha
neumática y el mv Briggite Bardot, un trimarán de última gneracion. Se
trata de un enfrentamiento frontal entre la determinación y pasión de
los conservacionistas para salvar a las ballenas y las creencias y
rituales milenarios de los feroeses. Estos activistas han permanecido en
las islas hasta hace unos días, defendiendo las leyes que el gobierno europeo no es capaz de hacer cumplir.
Las Islas Feroe
están ubicadas entre Escocia e Islandia. Se encuentran bajo el
protectorado danés y mantienen conflictos con la Unión Europea en
materia de pesca. "Cazan una especie protegida por varias convenciones
en Europa. Están bajo protectorado danés, deben por tanto respetar las
reglas europeas", subrayó Alex Cornelissen, director de Sea Shepherd, a principios de verano. Sin embargo, a finales de julio,
las fuerzas armadas de Dinamarca se trasladaron a la zona para impedir
que los voluntarios defendieran pacíficamente a estos animales, a pesar de que oficialmente declaran no apoyar la caza de ballenas.
El enfrentamiento entre las Islas Feroe y Paul Watson, fundador de Sea Shepherd,
no es nuevo. Él ha protestado contra el ritual anual de matanza de
ballenas desde 1986. Para los lugareños es el enemigo y consideran que
sus puntos de vista son peligrosos. La matanza de ballenas tiene lugar
en más de 20 playas distribuidas a lo largo de 18 islas del
archipiélago, por lo que detener esta cacería no es fácil, especialmente
cuando se enfrentan a un enemigo decidido a todo, incluso a agredir
físicamente a los activistas, como sucedió conmigo: me golpearon mientras vigilaba la actividad de los calderones, rompiéndome un dedo de la mano al intentar protegerme de la agresión.
Unos días después, 14 activistas, incluido yo mismo, fuimos detenidos y juzgados por interferir en esta sanguinaria tradición, acusados de escándalo público y desobediencia a la autoridad,
cuando intentabamos evitar la masacre de 33 calderones. Nuestros
esfuerzos fueron en vano. Una familia completa de estos cetáceos
(ballenas embarazadas incluidas) fue asesinada frente a las costas de
Sandoy (una de las islas del archipiélago), en la playa de Sandur del
pueblo de mismo nombre, mientras los asesinos se emborrachaban y
festejaban junto a sus hijos la muerte agónica de estos animales. Chapotear en la sangre y las entrañas parece ser uno de los pasatiempos favoritos de los feroeses.
Los activistas fuimos sentenciados a abandonar las islas, junto a la
prohibición de regresar en un año, lo que las autoridades feroesas
suponen que facilitará las grindrarap del próximo verano. Sin embargo,
Sea Shepherd seguirá reclutando voluntarios para luchar por la defensa
de los cetáceos. El 17 de septiembre, otras tres activistas fueron
detenidas por “acosar” a los delfines, ya que son considerados una
especie "protegida". Al parecer, en las Islas Feroe es perfectamente
legal matar a una especie protegida, pero es ilegal empujarlos de vuelta
al mar, ya que se considera "acoso". Así pues, estas tres mujeres de
Sea Shepherd pueden decir con orgullo que acosaron con éxito a los
delfines con el fin de salvar sus vidas.
Han pasado
110 días desde la Operación Grindstop 2014 y la labor de los activistas
de Sea Shepherd ha dado sus resultados. A sólo unos días de dejar atrás
los meses históricamente más sangrientos en las Islas Feroe, este año
han sido masacrados 55 cetáceos en las playas de las islas, 16 antes de
empezar la operación en la isla de Fuglafjørð, 33 en la grind de Sandur,
4 más que quedaron varadas en la ista de Sudory y 2 que atraparon con
barco de arrastre frente a las costas feroesas, frente a los 1.186 calderones y 430 delfines de flanco blanco asesinados el año pasado, según las páginas web de los balleneros feroeses.
Sea Shepherd no dejará de oponerse a la obscenidad llamada la Grind,
una arcaica y cruel matanza que no tiene cabida en el siglo XXI, una tradición bárbara y perversa compartida solo por los monstruosos asesinos de delfines de Taiji, Japón.
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