Philip Wollen: “Cuando viajo por todo el mundo, veo que los países
pobres venden sus cereales a Occidente mientras que sus propios hijos
mueren de hambre. Y Occidente alimenta con ese grano al ganado. ¿Para
que podamos comer carne? ¿Soy el único que ve esto como un delito?
Créanme, cada bocado de carne que comemos es como una bofetada en la
cara de un niño hambriento".
La forma en la que nos expresamos puede conseguir
que quien nos escucha o lee entienda, comparta y en muchas ocasiones se
involucre. Con cierta frecuencia, en internet y en la vida real, las
personas que luchamos por los derechos de los animales tenemos una
cantidad de información tan brutal, tan devastadora sobre su
sufrimiento, que volcamos todo nuestro dolor, nuestra rabia, de forma
desordenada, incluso violenta en las palabras, provocando en ocasiones
que nuestra denuncia no llegue a difundirse como debiera. Dicho de otra
manera, a veces se consigue el objetivo contrario: asustar en lugar de
empatizar, que es algo que no debería suceder jamás.
Hoy traemos el discurso de Philip Wollen pronunciado en el St. James
Ethics Centre en Australia en 2012. Wollen es uno de los mejores
activistas y oradores que el medio ambiente y los animales puedan tener.
Brillante, certero, literario, honesto, profundo, Wollen tiene la
capacidad de derramar empatía cuando habla. Todo en su argumentación
encaja como si fuera un puzzle. Y aunque el dolor sustente cada palabra
de su discurso, la medida, el equilibrio, la eficacia de cada una de las
imágenes que crea lo hacen eficaz como pocos discursos consiguen
hacerlo. Wollen nos muestra el mundo con dureza, pero también con
ternura, con sentido del humor y, por supuesto, con esperanza. La
esperanza del cambio necesario. El vídeo y el texto que hoy os mostramos
son diez minutos de belleza shakespeariana. Disfrutad de un hombre
esencialmente bueno y brillante, el señor Philip Wollen.
Philip Wollen, nacido en Australia en 1950, fue vicepresidente de
Citibank y gerente general de Citicorp. A los 34 años, su nombre
figuraba en la lista de los cuarenta principales ejecutivos de su país.
En 2005 recibió la Orden de Australia y en 2007 obtuvo el reconocimiento
de Australiano del Año. A los cuarenta años dio un giro a su vida
convirtiéndose en un filántropo. Desde hace décadas, Wollen colabora en
más de medio millar de proyectos en cuarenta países, fundamentalmente
dedicados a la infancia, el medio ambiente y los derechos de los
animales. Se puede seguir su trabajo a través de Winsome Constance Kindness Australia. Wollen es además el productor de la trilogía Earthlings.
“Los animales deben estar fuera del menú”, por Philip Wollen
"Noche en los acantilados. El rey Lear le pregunta al
ciego conde de Gloucester: '¿Cómo ve usted el mundo?'. Y el ciego
Gloucester le responde: 'Yo lo veo sintiéndolo'.
¿No deberíamos todos verlo así? Los animales deben estar fuera del menú.
Esta noche miles de animales están gritando desesperados y
aterrorizados en mataderos, en cajas y en jaulas. Auténticos gulags.
Oí los gritos de mi padre cuando agonizaba mientras su cuerpo era
devastado por el cáncer que terminó matándolo. Y me di cuenta de que
había oído esos gritos antes. En los mataderos, con sus ojos apuñalados y
sus tendones cortados, en los barcos de ganado que iban hacia Oriente
Medio. Y en la moribunda ballena que llamaba a su cría cuando el arpón
de un barco japonés estallaba en su cerebro. Sus gritos eran los gritos
de mi padre.
Descubrí que, cuando sufrimos, sufrimos
de igual manera. Y que, en su capacidad de sufrir, un perro es igual a
un cerdo, es igual a un oso y es igual a un niño.
La carne es el nuevo veneno, más mortífero que el tabaco. El CO2,
el metano y el óxido nitroso de la industria ganadera están matando
nuestros océanos, dejando amplias zonas ácidas y muertas. El 90% de los
peces pequeños son molidos para alimentar al ganado.
Las vacas, siendo vegetarianas, son ahora las más grandes depredadoras
del océano. Los océanos están muriendo. En el 2048 todos los peces
estarán muertos. Miles de millones de pollitos son triturados vivos
simplemente porque son machos.
Torturamos y matamos a
dos mil millones de animales cada semana. 10.000 especies son
eliminadas cada año a causa de las acciones de una sola especie. Estamos
ante una extinción masiva. Si cualquier otro organismo hubiera hecho
esto, un biólogo lo definiría como un virus. Se trata de un Crimen
contra la Humanidad de proporciones inimaginables.
Afortunadamente, el mundo ha cambiado. Hace diez años, Twitter era el
sonido de un pájaro. WWW era el teclado bloqueado. La nube estaba en el
cielo. Google era el eructo de un bebe, Skype era un error tipográfico y
Al-Qaeda era mi fontanero. El escritor francés Víctor Hugo dijo: "No
hay nada más poderoso que una idea cuyo tiempo ha llegado". Los Derechos
de los Animales son ahora el mayor problema de justicia social desde la
abolición de la esclavitud.
Hay más de 600 millones
de vegetarianos en el mundo. ¡Si fuéramos una nación sería más grande
que los 27 países de la Unión Europea! A pesar de esta enorme huella
demográfica, todavía estamos ahogados por los enormes intereses
económicos de los que cazan, disparan y matan, quienes creen que la
violencia es la respuesta, cuando ni siquiera debería ser la pregunta.
La carne es una industria de matanza: mata a los animales, nos mata a
nosotros y a nuestras economías. Medicare ya ha quebrado en los EE.UU.
Necesitarán ocho billones de dólares invertidos en bonos del Tesoro solo
para pagar los intereses. ¡Y tienen exactamente cero! Podrían cerrar
todas las escuelas, ejércitos, marina, fuerza aérea y los marines, el
FBI y la CIA… y todavía no sería capaz de pagarlo. Después de años de
estudios, las Universidades de Cornell y de Harvard llegaron a la
conclusión de que la cantidad óptima de carne para una dieta saludable
es precisamente de cero.
El agua es el nuevo
petróleo. Pronto las naciones irán a la guerra por ella. Los pozos
subterráneos, que han tardado millones de años en llenarse, se están
secando. Se requieren 50.000 litros de agua para producir un kilo de
carne de vaca.
Mil millones de personas hoy tienen
hambre. 20 millones de personas morirán a causa de la desnutrición.
Disminuir un 10% la ingesta de carne podría alimentar a 100 millones de
personas. La eliminación de la carne de nuestra dieta puede terminar con
el hambre.
Si todo el mundo se alimentara como nos
alimentamos en Occidente, necesitaríamos dos planetas Tierra. Pero sólo
tenemos uno. Y se está muriendo.
Los gases de efecto
invernadero producidos por la ganadería son un 50% mayores que los
producidos por todo el transporte: aviones, trenes, camiones,
automóviles y barcos incluidos.
Cuando viajo por todo
el mundo, veo que los países pobres venden sus cereales a Occidente
mientras que sus propios hijos mueren de hambre. Y Occidente alimenta
con ese grano al ganado. ¿Para que podamos comer carne? ¿Soy el único
que ve esto como un delito? Créanme, cada bocado de carne que comemos es
como una bofetada en la cara de un niño hambriento. ¿Cuando miro sus
ojos debo permanecer en silencio? La Tierra puede producir suficiente
alimento para satisfacer las necesidades de todos, pero no para
satisfacer la avaricia de algunos.
Estamos
enfrentándonos a la tormenta perfecta. Si cualquier nación desarrollara
armas que causaran tales daños al planeta, lanzaríamos un ataque militar
y la devolveríamos a la Edad de Bronce. Pero en este caso no se trata
de un Estado criminal. Se trata de una industria. La buena noticia es
que no hay que bombardear. Podemos simplemente dejar de comprar.
Nuestros cuchillos y tenedores son armas de destrucción masiva.
Nuestra propuesta es una solución práctica para el futuro, una solución
que resuelve nuestros problemas ambientales, de agua, nuestros
problemas de salud y termina con la crueldad. Esta cruel y desagradable
industria terminará porque nos hemos quedado sin excusas.
La Edad de Piedra no terminó porque nos quedáramos sin piedras. Esta
cruel y asquerosa industria terminará porque nos quedamos sin excusas.
La carne es como esas monedas de 1 y 2 céntimos. Cuesta más hacerlas de
lo que valen. Y los agricultores son los que más ganarán con el cambio.
La agricultura no tendrá fin, estará en auge. Sólo la línea de
productos cambiará. Los agricultores ganarían tanto dinero que ni
siquiera se molestarían en contarlo. Los gobiernos nos amarían. Nuevas
industrias surgirían y florecerían. Las primas de seguros de salud se
desplomarían. Las listas de espera desaparecerían. ¡Rayos!, seríamos tan
saludables que habría que matar a alguien sólo para crear un
cementerio.
Así que esta noche lanzo dos desafíos:
1) Está comprobado que la carne produce una amplia gama de cánceres y
enfermedades del corazón. Nombren, por favor, una enfermedad causada por
una dieta vegetariana.
2) Estoy financiando la trilogía del documental Earthlings ( Terrícolas). Si la oposición está tan segura de sus argumentos, los desafío a que envíen el documental Earthlings a todos sus colegas y clientes. Vamos, los desafío. ¿A que no se atreven?
Los animales no son sólo otras especies. Son otras naciones. Y los
asesinamos bajo nuestra responsabilidad. El mapa de la paz se dibuja en
un menú.
La paz no es sólo la ausencia de guerra. Es
la presencia de Justicia. La Justicia debe ser ciega a la raza, el
color, la religión o las especies. Si no es así, será un arma de terror.
Y esta noche existe un terror inimaginable en esos horribles
guantánamos que llamamos granjas industriales o mataderos. Créanme, si
los mataderos tuvieran paredes de cristal, no tendríamos este debate
esta noche. Creo que otro mundo es posible. En una noche tranquila,
puedo escuchar su respiración. Saquemos a los animales fuera del menú y
fuera de esas cámaras de tortura. Por favor, seamos la voz de aquellos
que no tienen voz. Muchas gracias".
Documentación sobre Philip Wollen.
Discursos de Philip Wollen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario