"Cada vez que me enfrento a un
nuevo reto o camino nuevo, voy a recordar el amor incondicional que me
llevó a cuidar de ti, para que lo tengas tú también"
Un hombre ha querido dejar por escrito su inmenso amor hacia su mascota, Zoe,
un perro recientemente fallecido, en una carta en donde expresa todo su
agradecimiento por los años compartidos y en donde rememora el día a
día junto al can. Una misiva llena de cariño y nostalgia por la pérdida
irreparable de Zoe.
"Mi querido Zoe,
Tu
papá Tim regresó a San Francisco la pasada noche. Esta fue la primera
noche en más de un año que ha pasado solo. Tu cama todavía está en el
suelo, junto a la mía. No estoy preparado para hacer frente a la fría
madera que hay debajo. En mi camino a la cama tengo que tomar un momento
para estar al lado de tu espíritu, para decirte que papá Bob te ama más
que a nada en el mundo, lo he hecho cada noche. Echo de menos el calor
de tu cuerpo y los golpes en mi mano que me dabas mientras masajeaba la
parte lateral de tu hocico. Entonces, como he hecho muchas noches antes,
me acuesto en mi cama. Recordando todas esas noches que te levantabas
para beber agua, luego volvías y te acercabas a mi cama para asegurarte
de que todavía estaba allí antes de regresar a tu propia cama, te
susurraré te amo al menos dos veces más para que sepas que estoy cerca.
He
quitado las mantas y golosinas del asiento trasero del coche. Papá Tim
cogió la docena de mantas del baño esparcidas por el suelo y las de la
sala de estar. Mi cerebro me juega malas pasadas en los últimos días. Si
veo por el rabillo del ojo algo tirado en el suelo, la aspiradora o un
montón de ropa instintivamente me pongo en modo cauteloso, para tener
cuidado y no pisar tu cola.
Cada
vez que abro la puerta de mi mente automáticamente busco tu cabeza
levantada mirando hacia mí y las orejas en punta. Mis propios oídos
buscan excitados el lloriqueo emocionado acompañado de un movimiento de
cola. A las 9:30 de la mañana me esperaba verte esperando ansiosamente
en la puerta trasera del jardín. 'Es hora para las aventuras de Zoe y
Bob', diría yo, mientras tú corres hacia mí y esperas pacientemente al
lado del coche hasta que abra la puerta. Como anticipé estos últimos
días podía oir el eco de las voces de los que habían estado y se habían
ido.
Una
a una perdiste tus habilidades para comunicar alegría. Alejaste la
cabeza lejos de la comida y tu voz se redujo a un débil gemido. Pero
cuando puse mis dedos en tu hocico, recorriendo cada dedo de arriba a
abajo entre tus ojos, eras capaz de empujar tu cabeza contra ellos y
decir te amo papá Bob. Después de la primera inyección pudiste encontrar
rápidamente la paz. Puse mi mano sobre tu torso, ya que se elevó arriba
y abajo con cada respiración. Papá Tim se sentó directamente enfrente
de mí en el otro lado de su cama. Apenas unos segundos después de la
inyección sentí que tu espíritu pasaba a través de mi cuerpo. Incapaz de
contener las lágrimas, lloré lágrimas de alegría por liberarte del
sufrimiento. Lloré lágrimas de tristeza por la pérdida de tu compañía.
Lloré lágrimas de dolor por la cantidad de pena que tenía por delante de
mí. Me consuela el hecho de que tu estás aquí conmigo. Voy a tratar de
emular tu capacidad estoica para aceptar lo que viene después. Te
llevaré en mi corazón hasta el final de los tiempos. Cada vez que me
enfrento a un nuevo reto o camino nuevo, voy a recordar el amor
incondicional que me llevó a cuidar de tí, para que lo tengas tú
también. Me lo voy a aplicar a mí mismo, usando lo que me has enseñado
sobre lo que significa ver la vida desde la perspectiva de un perro".
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