Esta es la carta abierta escrita por un "supuesto profesor" que a
través de la red social Facebook ha expresado su reacción con sarcasmo
ante el reciente nombramiento del torero El Juli como profesor de Universidad, quien empezará a impartir clases de Cultura Taurina así como métodos de motivación, según un artículo publicado en el diario El Mundo el pasado mes de Febrero.
Fuente carta abierta: https://www.facebook.com/joseenrique.zaldivarlaguia/posts/10202516212537917
Carta abierta a El Juli
Te escribo estas líneas, Juli, para
manifestarte en primer lugar mi enhorabuena por tu nombramiento como
profesor de universidad. Leo en los medios que varias universidades
(entre ellas la Complutense, la Camilo José Cela, la de Málaga y de
Salamanca), se disputan el honor de contar contigo como docente. Al
parecer, vas a impartir ni más ni menos que 2 asignaturas, "Cultura
Taurina" y "Métodos de motivar a los estudiantes". Déjame transmitirte,
en segundo lugar, mi más sincera admiración. No puedo dejar de
asombrarme ante tu capacidad de trabajo y sacrificio, la cual intuyo
será titánica.
Me explico: desconozco cuáles son con
exactitud los méritos que te han llevado a obtener tan merecido
galardón. He tratado de documentarme acerca de tu currículum y tus
méritos académicos, sin éxito por desgracia. Ignoro si terminaste la
educación secundaria, y en caso afirmativo, si lo hiciste con buenas
notas o con un aprobado raspado. Ni siquiera he podido encontrar cuál es
tu libro, tu cuadro, tu película o tu ópera favoritos. De modo que debo
medir tu éxito profesional por comparación con un pobre investigador
como yo. Verás, a mis 33 años, sin hijos y sin apenas vida privada,
dedicado casi integramente a la vida universitaria, me ha costado llegar
a obtener un puesto de simple profesor ayudante (para que me
comprendas, apenas el escalafón más bajo de la carrera universitaria),
por citar a un hombre más sabio que yo, "sangre, esfuerzo, lágrimas y
sudor".
Cuento en mi haber con 15 artículos
publicados, otras tantas conferencias, estancias en el extranjero,
docencia en secundaria, docencia universitaria en España y Francia. Fui
premio extraordinario de licenciatura; recibí una beca de mi universidad
para iniciar mis estudios de doctorado; tengo un Máster, un Certificado
de Aptitud Pedagógica, el Diploma de Estudios Avanzados. Hablo 5
idiomas. Tuve la inmensa fortuna de recibir una cotizada beca FPU del
Ministerio de Educación compitiendo a nivel nacional, porque no habría
podido financiarme los estudios con el dinero de mi familia ni habría
podido trabajar y estudiar en serio al tiempo. No soy tan bueno como
para haber escrito un libro aún, y estoy terminando la tesis; te lo
cuento para que no pienses que soy un lumbreras o que me tiro el rollo,
porque hay gente por ahí con menos suerte que yo, que con un CV mucho
más impresionante que el mío y con la tesis publicada, está pudriéndose
en el paro hoy o se ha visto obligado a emigrar lejos para encontrar
algo en lo que trabajar.
Así que no puedo ni siquiera comenzar a
imaginarme cómo lo habrás tenido que pasar tú, mi idolatrado Juli, para
conseguir ese puesto de profesor universitario: es obvio que leerás más
de uno dos libros al día, publicarás más de 5 o 6 artículos al año (a
buen seguro, en las revistas con índice de impacto más elevado en tu
campo, sea éste cual sea), hablarás más de 7 idiomas, tendrás ya al
menos 2 doctorados y una extensa experiencia docente a tus espaldas... Y
todo esto, claro, compaginándolo a tiempo completo con tu carrera de
torero (sobre la cual si he podido documentarme ampliamente y al parecer
es tan fulgurante y espectacular como tu esotérica carrera
investigadora, aunque más laureada, claro). En definitiva, no sólo eres
un torero magnífico, sino también un investigador digno de figurar en
los anales de la historia. El verdadero hombre del Renacimiento, el
siglo XXI, vaya. Miguel Ángel, Leonardo, Donatello, Rafael (te sonarán
por las tortugas Ninja, o bien por tus (a ciencia cierta) amplios y
sólidos conocimientos de arte renacentista, ya que darás clases de Arte)
son meros aficionados a tu lado, Juli.
Verás tengo un amigo malicioso que me responde, cuando le narro emocionado el valor de tus hazañas épicas (tanto en el campo intelectual como en el ruedo), que en realidad no tiene tanto mérito. Me dice éste amigo repelente e inculto que matar a un animal semi-inteligente y tan primario como un toro no tiene tanto mérito ni requiere tanto valor como parece, cuando estás asistido por otras personas y cuando tienes a tu disposición herramientas como una muleta, capotes, banderillas, lanzas, burladeros, un estoque. Insinúa, el muy ladino, que más que coraje, se requiere cierto sadismo para ser capaz de ver en directo el sufrimiento y la tortura gratuitos de un ser vivo y gozar con tal imagen, pero que se necesita ya de un psicópata diagnosticado para además ser el causante inmediato de tal sufrimiento y no solo avergonzarse de ello, sino exhibirse con orgullo en su condición de torturador. Añade, incluso, el torticero, que tratar de camuflar una tortura tan aberrante bajo el nombre bastardo de "arte", implica ser un espantoso analfabeto e ignorar completamente qué significa crear algo realmente artístico. Me replica el malandrín, que aquellos que consideran "arte" al toreo, deberían echar un vistazo alguna vez en su vida a las Venus de Boticelli, para vislumbrar, aunque fuese de reojo, algo verdaderamente artístico, antes de colgar la etiqueta de arte a un fulano con un trapo rojo en las manos o con un balón de fútbol en los pies. Y finaliza, sarcástico, con que ansía visitar algún "Museo de la ablación" en África, puesto que es una "tradición" que requiere de un talento y destreza sin igual y que debería celebrarse, en lugar de condenarla como barbarie en tiempos pretéritos. No hay forma de iluminar a este díscolo amigo mío: cuando le hablo de cómo os jugáis las vida los torero-investigadores como tú, me argumenta que más valor requiere subir a un andamio, puesto que mueren muchos más obreros por la precaria seguridad laboral, y que no ganan ni la mitad de la mitad de la mitad de un torero. Será cínico! No se da cuenta de que mueren más obreros porque hay más obreros que toreros hoy día.
Verás tengo un amigo malicioso que me responde, cuando le narro emocionado el valor de tus hazañas épicas (tanto en el campo intelectual como en el ruedo), que en realidad no tiene tanto mérito. Me dice éste amigo repelente e inculto que matar a un animal semi-inteligente y tan primario como un toro no tiene tanto mérito ni requiere tanto valor como parece, cuando estás asistido por otras personas y cuando tienes a tu disposición herramientas como una muleta, capotes, banderillas, lanzas, burladeros, un estoque. Insinúa, el muy ladino, que más que coraje, se requiere cierto sadismo para ser capaz de ver en directo el sufrimiento y la tortura gratuitos de un ser vivo y gozar con tal imagen, pero que se necesita ya de un psicópata diagnosticado para además ser el causante inmediato de tal sufrimiento y no solo avergonzarse de ello, sino exhibirse con orgullo en su condición de torturador. Añade, incluso, el torticero, que tratar de camuflar una tortura tan aberrante bajo el nombre bastardo de "arte", implica ser un espantoso analfabeto e ignorar completamente qué significa crear algo realmente artístico. Me replica el malandrín, que aquellos que consideran "arte" al toreo, deberían echar un vistazo alguna vez en su vida a las Venus de Boticelli, para vislumbrar, aunque fuese de reojo, algo verdaderamente artístico, antes de colgar la etiqueta de arte a un fulano con un trapo rojo en las manos o con un balón de fútbol en los pies. Y finaliza, sarcástico, con que ansía visitar algún "Museo de la ablación" en África, puesto que es una "tradición" que requiere de un talento y destreza sin igual y que debería celebrarse, en lugar de condenarla como barbarie en tiempos pretéritos. No hay forma de iluminar a este díscolo amigo mío: cuando le hablo de cómo os jugáis las vida los torero-investigadores como tú, me argumenta que más valor requiere subir a un andamio, puesto que mueren muchos más obreros por la precaria seguridad laboral, y que no ganan ni la mitad de la mitad de la mitad de un torero. Será cínico! No se da cuenta de que mueren más obreros porque hay más obreros que toreros hoy día.
Ahí queda, pues, mi admiración patente: me
quito el sombrero (ya que no puedo quitarme la montera, como tú) ante
ti, Juli, ya que a tus 31 años impartes el doble de asignaturas que yo.
Pero no temas, se trata de una admiración noble, de una envidia sana;
que nace del deseo de mejorar para emularte en tu gloria. Envidio, por
ejemplo, tu prosa, limpia y refinada, cuando te oigo pronunciar (en una
entrevista colgada en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=aH5kV9knMKw#t=01m37s ) frases tan elocuentes como:
"En tu vida normal pues estás afectao por muchas... cosas, ¿no? Por la educación, por la sociedad, por las circunstancias... pero cuando toreas, hum... prácticamente no hay nada, ¿no? estás salvaje, ¿eh? Esa forma de torear salvaje, que a mí, pues me llena, y es tu estado natural de verdad, ¿no?,
cuando eres lo que es, cuando tú te expresas lo que sientes de verdad.
La gente puede cosiderar un torero técnico, un torero capaz. Pero yo lo
que más... hum... me ha llenao es cuando me he expresao, cuando me he
expresao. A mi manera, que, que cada uno tenemos nuestra forma, ¿no? Pero cuando me he expresao es cuando mejor me siento."
Ah, qué ecos ortega-gassetianos cuando
hablas de "las circunstancias", qué concepción tan fina del contrato
social rousseauniano, cuando hablas de cómo la sociedad "nos tiene
afectados" y del estado natural "salvaje". Qué alusión al nihilismo
existencial sartriano y heideggeriano cuando hablas del vacío
existencial que sólo puede ser colmado por un proyecto del ser para si
mismo, y que guiño al arte de Munch, Kandinski o Chagall cuando
pronuncias ese "mespresao, mespresao": expresionismo en estado puro,
Maestro. Todo ello aderezado con una humildad socrático-carestiana, al
puntuar el discurso con hábiles marcas de modestia y duda metódica, bajo
la forma de esos "¿no?"
y apostando por el relativismo y la multiculturalidad con tu "con uno
tenemos nuestra forma". Juli, mi admiración por ti es total cuando
deconstruyes la gramática con pinceladas de rebelión postmodernas,
rompiendo reglas básicas "pero yo lo que más me gusta" o "cuando eres lo
que es". Sin lugar a dudas, tus alumnos se beneficiarán ampliamente de
esa destreza con la lengua, que deja en pañales tu habilidad con la
muleta. Tu pluma tiene más fuerza que tu estoque, Maestro.
Siento genuina curiosidad por saber cuántas horas has dedicado a confeccionar el programa de tus asignaturas, qué objetivos tienen (y en qué medida son transversales); qué contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales has contemplado; qué crédito didáctico vas a emplear, de qué técnicas psicológicas te valdrás para abordar la motivación (¿usarás la psicología cognitiva, el conductismo, el neopositivismo...?) y cómo has elaborado la lista de la selecta bibliografía que ofrecerás a tus alumnos para contribuir de singular manera en su precaria formación.
Siento genuina curiosidad por saber cuántas horas has dedicado a confeccionar el programa de tus asignaturas, qué objetivos tienen (y en qué medida son transversales); qué contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales has contemplado; qué crédito didáctico vas a emplear, de qué técnicas psicológicas te valdrás para abordar la motivación (¿usarás la psicología cognitiva, el conductismo, el neopositivismo...?) y cómo has elaborado la lista de la selecta bibliografía que ofrecerás a tus alumnos para contribuir de singular manera en su precaria formación.
Sin duda, Juli, haces honor a tu segunda
profesión de torero (la primera y primaria es ya, me atrevería a decir,
la de docente), pues coges el toro por los cuernos cuando titulas tus
asignaturas "Cultura taurina" y "Métodos para motivar a los
estudiantes". Es obvio que recurrirás a los teóricos del arte como
Platón, Aristóteles, Giordano Bruno, Diderot, Goethe o Duchamp, para
tender los puentes necesarios que unen de manera indisoluble e
intrínseca "toreo" y "cultura". Alguien con vastísimos conocimientos de
cultura y de arte como tú, que te dedicas profesionalmente a ello, no
encontrará dificultad alguna para definir algo tan simple como el
concepto "arte" y relacionarlo con la actividad manual "toreo".
Algo más de inquietud me causa, no obstante, tu segunda asignatura, "Métodos para motivar a los estudiantes": pudiera pensarse que el título tiende a los abstracto, a la divagación espuria, ya que toda motivación, per se, requiere un objetivo de la misma, y sobre ¿qué vamos a motivar a los estudiantes de educación superior hoy día? ¿Sobre cómo hacer las maletas para irse al extranjero a buscar un trabajo ya que las alternativas (de eso tú si que sabes, Maestro) a morirse de hambre son hacerse político corrupto o tertuliano descerebrado? Gracias, Juli, por ser un ejemplo viviente de cómo existen otras opciones realistas y nada estereotipadas, como compaginar la difícil tarea de torero con las más ardua aún, trayectoria de investigador universitario.
No hay nada, pues, que temer, porque desde luego, no creo posible que exista ningún joven ahí fuera mucho más preparado que tú para ese puesto, ni nadie que lo necesite más que tú (se ve que lo estás pasando mal y que este puesto es merecida recompensa a tus ímprobos esfuerzos). Es esguro que dormirás con toda la tranquilidad sabiendo que nadie mejor que tú para recibir dinero público a cambio de publicitar nuestra tradición más importante y más valiosa, de la que todos los españoles estamos tan orgullosos y que no responde a ningún tópico bochornoso y trasnochado.
Olé.
Firmado: Nano, profesor ayudante y ferviente admirador.
Algo más de inquietud me causa, no obstante, tu segunda asignatura, "Métodos para motivar a los estudiantes": pudiera pensarse que el título tiende a los abstracto, a la divagación espuria, ya que toda motivación, per se, requiere un objetivo de la misma, y sobre ¿qué vamos a motivar a los estudiantes de educación superior hoy día? ¿Sobre cómo hacer las maletas para irse al extranjero a buscar un trabajo ya que las alternativas (de eso tú si que sabes, Maestro) a morirse de hambre son hacerse político corrupto o tertuliano descerebrado? Gracias, Juli, por ser un ejemplo viviente de cómo existen otras opciones realistas y nada estereotipadas, como compaginar la difícil tarea de torero con las más ardua aún, trayectoria de investigador universitario.
No hay nada, pues, que temer, porque desde luego, no creo posible que exista ningún joven ahí fuera mucho más preparado que tú para ese puesto, ni nadie que lo necesite más que tú (se ve que lo estás pasando mal y que este puesto es merecida recompensa a tus ímprobos esfuerzos). Es esguro que dormirás con toda la tranquilidad sabiendo que nadie mejor que tú para recibir dinero público a cambio de publicitar nuestra tradición más importante y más valiosa, de la que todos los españoles estamos tan orgullosos y que no responde a ningún tópico bochornoso y trasnochado.
Olé.
Firmado: Nano, profesor ayudante y ferviente admirador.
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