El
impacto de los cañones submarinos de la petrolera escocesa Cairn
Energy, emitiendo cada diez segundos ondas sonoras a 249 decibelios, muy
por encima del umbral del dolor situado en los 180 decibelios,
amenazará el hábitat de miles de aves, algunas en peligro de extinción, y
alterará las rutas migratorias de cetáceos, delfines y tortugas con unos efectos secundarios que incluyen dolor extremo, hemorragias internas y daños auditivos irreversibles.
Un informe de Ecologistas en Acción revela los principales efectos en
la fauna marina basándose en lo ocurrido en proyectos similares
realizados en el Mar del Norte, donde se estudiaron cambios en los
patrones de migración, alimentación y desove, afectando negativamente en
la población de peces durante y después de los sondeos. También se
verían afectados los crustáceos, cefalópodos, el plancton, los huevos y las larvas de peces que literalmente explotan por efecto del sonido.
En cuanto a los cetáceos, Ecologistas en Acción subraya que los
mamíferos marinos son especialmente sensibles a los sondeos. El ruido
provocado por las detonaciones de los cañones sónicos se intensifica en
el mar y se propaga a gran velocidad dañando gravemente a delfines y
ballenas, pudiendo provocarles daños graves auditivos, dolor extremo,
hemorragias internas e incluso la muerte. Ya se ha documentado la muerte masiva de miles de delfines varados en la costa del Perú
coincidiendo con simples sondeos para la exploración de petróleo. Los
sondeos tendrán efectos a casi 300 kilómetros de la zona autorizada.
La perturbación acústica interfiere en las funciones naturales de los
cetaceos, como en la alimentación, migración o cría. Investigadores han
documentado el desplazamiento masivo de rorcuales desencadenado por el
ruido de una prospección geofísica a 285 kilómetros de distancia del
área de estudio, lo que incluiría en este caso parte de la costa
catalana y Murcia. La zona de prospección petrolífera coincide, además, con la principal ruta de migración de cetáceos del Mediterráneo occidental,
vital para la supervivencia de las poblaciones del delfín común, delfín
listado, calderón común, calderón gris, cachalote y rorcual común
(especie en peligro de extinción).
Las tortugas marinas, protegidas por tratados tanto nacionales como internacionales,
utilizan y reciben sonidos de baja frecuencia, como los emitidos por
las prospecciones, que les sirve para evitar predadores, localizar y
regresar a las playas donde nacieron y depositar sus huevos.
Todas estas especies figuran en la Directiva Hábitat aprobada
por la UE el 21 de mayo de 1992, señalando que “deben ser objeto de
medidas especiales de conservación de su hábitat”. Por todo
ello, el Partido Animalista –PACMA pide la inmediata suspensión de las
prospecciones y el cumplimiento de las directivas europeas en materia de
protección animal.
Fuente: El Mundo
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