La víctima participaba en una batida de jabalí junto con un hermano mayor de edad en un monte de Ribas de Miño
Un joven de 17 años murió ayer sobre las siete de
la tarde en un accidente de caza en un monte de Ribas de Miño, una
parroquia perteneciente al municipio de Lugo. El fallecido recibió el
impacto de una bala procedente del rifle de un compañero de la cuadrilla
con el que había acudido a una cacería de jabalíes. El proyectil parece
ser que rebotó en el suelo, probablemente en una piedra, y alcanzó de
plano al muchacho, que falleció en el monte antes de que pudieran
trasladarlo a un centro sanitario.
El fallecido había acudido a la cacería en
compañía de un hermano, mayor de edad. Su familia, de la casa Aira, de
Santa Cristina de San Román, a unos kilómetros del lugar en el que
ocurrió el accidente, es de cazadores.
Al lugar del suceso se desplazaron agentes de la
Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, que son los que se
están encargando de este caso y de tomar declaración a los miembros de
la cuadrilla, incluido el autor del infortunado disparo. Se trata del
presidente del coto en el que estaban cazando, que, según diversas
fuentes consultadas, quedó muy afectado por lo ocurrido.
El informe de la policía científica, que estuvo
recogiendo pruebas en el lugar, determinará si la muerte del joven
obedece a un infortunado accidente o si, por el contrario, responde a
una negligencia.
El desgraciado suceso ocurrió cuando la cuadrilla estaba a punto de levantar la batida, ya que se estaba aproximando la noche.
Autopsia
El cadáver del joven fue trasladado a primeras
horas de la noche de ayer al depósito del Hospital Universitario Lucus
Augusti (HULA) para que le practicasen la autopsia. Es previsible que
hasta esta mañana no se la realicen, según fuentes consultadas. A la
hora de redactar esta información se desconocía cuándo iba a poder
celebrarse el entierro, dado que estaban a expensas de poder trasladar
el cadáver del tanatorio del HULA, donde se encuentra.
Conmoción entre el colectivo
El suceso conmocionó al colectivo de cazadores de
la zona, incluido el presidente de la Federación Lucense de Caza,
Francisco López, quien reconoció que se trata de un caso que causa gran
alarma social, entre otras razones porque hay un menor de edad
fallecido. Insistió, sin embargo, en que este tipo de sucesos no son
frecuentes, como consecuencia de la creciente profesionalización de la
actividad cinegética.
El presidente de la Federación manifestó que
desconocía si el joven fallecido disponía o no de la autorización
especial de uso de armas para menores (AEM), que son permisos
específicos para la caza o para competiciones deportivas con armas de
fuego, en las que pueden participar acompañados de una persona mayor de
edad. En este caso la víctima mortal participaba en la cacería con un
hermano mayor.
López puntualizó que de todos modos en este caso
concreto carece de importancia si tenía ese permiso o no, dado que el
joven era la víctima del accidente, no el autor material del disparo
mortal.
El autor del fatal disparo es el presidente del coto en el que tuvo lugar la cacería.
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