jueves, 31 de octubre de 2013

Muere en Lugo un cazador de 17 años al ser alcanzado por una bala rebotada

La víctima participaba en una batida de jabalí junto con un hermano mayor de edad en un monte de Ribas de Miño

Un joven de 17 años murió ayer sobre las siete de la tarde en un accidente de caza en un monte de Ribas de Miño, una parroquia perteneciente al municipio de Lugo. El fallecido recibió el impacto de una bala procedente del rifle de un compañero de la cuadrilla con el que había acudido a una cacería de jabalíes. El proyectil parece ser que rebotó en el suelo, probablemente en una piedra, y alcanzó de plano al muchacho, que falleció en el monte antes de que pudieran trasladarlo a un centro sanitario.
El fallecido había acudido a la cacería en compañía de un hermano, mayor de edad. Su familia, de la casa Aira, de Santa Cristina de San Román, a unos kilómetros del lugar en el que ocurrió el accidente, es de cazadores.
Al lugar del suceso se desplazaron agentes de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, que son los que se están encargando de este caso y de tomar declaración a los miembros de la cuadrilla, incluido el autor del infortunado disparo. Se trata del presidente del coto en el que estaban cazando, que, según diversas fuentes consultadas, quedó muy afectado por lo ocurrido.
El informe de la policía científica, que estuvo recogiendo pruebas en el lugar, determinará si la muerte del joven obedece a un infortunado accidente o si, por el contrario, responde a una negligencia.
El desgraciado suceso ocurrió cuando la cuadrilla estaba a punto de levantar la batida, ya que se estaba aproximando la noche.
Autopsia
El cadáver del joven fue trasladado a primeras horas de la noche de ayer al depósito del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) para que le practicasen la autopsia. Es previsible que hasta esta mañana no se la realicen, según fuentes consultadas. A la hora de redactar esta información se desconocía cuándo iba a poder celebrarse el entierro, dado que estaban a expensas de poder trasladar el cadáver del tanatorio del HULA, donde se encuentra.

Conmoción entre el colectivo
El suceso conmocionó al colectivo de cazadores de la zona, incluido el presidente de la Federación Lucense de Caza, Francisco López, quien reconoció que se trata de un caso que causa gran alarma social, entre otras razones porque hay un menor de edad fallecido. Insistió, sin embargo, en que este tipo de sucesos no son frecuentes, como consecuencia de la creciente profesionalización de la actividad cinegética.
El presidente de la Federación manifestó que desconocía si el joven fallecido disponía o no de la autorización especial de uso de armas para menores (AEM), que son permisos específicos para la caza o para competiciones deportivas con armas de fuego, en las que pueden participar acompañados de una persona mayor de edad. En este caso la víctima mortal participaba en la cacería con un hermano mayor.
López puntualizó que de todos modos en este caso concreto carece de importancia si tenía ese permiso o no, dado que el joven era la víctima del accidente, no el autor material del disparo mortal.
El autor del fatal disparo es el presidente del coto en el que tuvo lugar la cacería.

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