Ni
los esfuerzos promocionales y publicitarios realizados por la empresa
organizadora, ni la según ellos 'excepcional categoría de los ponentes y
participantes' han conseguido llamar la atención siquiera del público
taurino, que ha llevado a un aplazamiento sine die de la I Jornada Internacional en Defensa de la Fiesta.
La jornada se deberían haber celebrado en Valladolid el próximo domingo 12 de mayo, y estaba previsto que fuera inaugurada por el propio Ministro de Cultura, José Ignacio Wert, el presidente de la Junta de Castilla y León, el alcalde de Valladolid, León de la Riva.
Según los organizadores, la jornada ha sido aplazada por la falta de inscripciones a este evento convocado en domingo y cuyo coste de asistencia (65 euros) incluía una entrada para la corrida de toros programada esa tarde en la ciudad.
Para el Partido Animalista esta noticia es un indicativo más del declive de una fiesta que cada vez es apoyada por menos público. Según la última encuesta realizada por encargo de la Humane Society a primeros de mayo en España, tan sólo el 13 por ciento de los españoles apoyan firmemente las corridas de toros.
Pese a ello, el lobby taurino pretende mantener de manera artificial a un paciente herido de muerte, al que tratan de inyectar oxígeno con eventos como éste, o la declaración en el Congreso de los toros como Bien de Interés Cultural, que por ahora se encuentra en el limbo de los trámites parlamentarios.
La jornada se deberían haber celebrado en Valladolid el próximo domingo 12 de mayo, y estaba previsto que fuera inaugurada por el propio Ministro de Cultura, José Ignacio Wert, el presidente de la Junta de Castilla y León, el alcalde de Valladolid, León de la Riva.
Según los organizadores, la jornada ha sido aplazada por la falta de inscripciones a este evento convocado en domingo y cuyo coste de asistencia (65 euros) incluía una entrada para la corrida de toros programada esa tarde en la ciudad.
Para el Partido Animalista esta noticia es un indicativo más del declive de una fiesta que cada vez es apoyada por menos público. Según la última encuesta realizada por encargo de la Humane Society a primeros de mayo en España, tan sólo el 13 por ciento de los españoles apoyan firmemente las corridas de toros.
Pese a ello, el lobby taurino pretende mantener de manera artificial a un paciente herido de muerte, al que tratan de inyectar oxígeno con eventos como éste, o la declaración en el Congreso de los toros como Bien de Interés Cultural, que por ahora se encuentra en el limbo de los trámites parlamentarios.
Es hora de tomar decisiones éticas y valientes, y eliminar una lacra
como la tauromaquia de nuestra historia. Una sociedad basada en valores
debe incluir el respeto a los animales entre sus prioridades.
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