Fermín Cabanillas. Francisco Rivero Aparicio, un veterinario que regenta una clínica en Aracena
ha ideado un método para evitar sacrificios de animales, consistente en
regalar la mitad de su trabajo a los desempleados, con el fin de que
los animales enfermos sean atendidos antes de que sea demasiado tarde.
Rivero Aparicio ha ideado este método, que habrá que acreditar con la tarjeta oficial de desempleado del SAE,
una vez que comprobó que “está claro que la gente lo pasa mal, y hay
familias que tiene mascotas que no reciben los cuidados o vacunas, y si
están enfermos lo posponen, de forma que cuando llegan animales a veces
no se les puede recuperar”.
Algo que, según lamenta, puede hacer que los veterinarios se conviertan en mataperros,
ya que “ante la situación económica, la gente espera a que se recuperen
por sí solos, pero cuando los traen a la clínica ya es demasiado tarde,
y muchas veces te conviertes en especialistas en matar perros”.
“Al ver esto, pensé que hay que hacer algo para ayudar a las
mascotas, ya que, por desgracia, todo depende del dinero, y había que
echar una mano a esas familias que lo están pasando mal, ayudándoles a
reducir los costes que consisten en llevar mascotas a la clínica”, ha
indicado.
El descuento, que alcanzará el 50 por ciento, se
realizará “en función de si son parados de larga duración”, y afectará
“a todas las facetas de mi trabajo, así como a pruebas como vacunas, radiografías, ecografías o cirugías, de modo que lo aplicaré sobre todo lo que son mis manos y mis ojos”.
Con ello, quiere terminar con el hecho de que “hay gente que no tiene
dinero y sacrifican a los animales, y hay que evitar que porque tenga
una pata rota o una colitis se debe sacrificar, porque no he estudiado
para eso ni es el camino a tomar”.
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