domingo, 31 de marzo de 2013

Derechos Animales: ¿qué animales?, ¿qué derechos?

Luis Pérez García
(Presidente de DefensAnimal.org)
Si oyeras la expresión “Derechos Animales” y te pidiera que rápidamente, sin pensar, me dijeras qué animales te vienen a la mente y qué derechos piensas que deben tener, lo más habitual es que me dijeras que esa expresión te hace pensar en perros, gatos, toros, focas, visones, zorros… pero lo habitual es que no se piense en cerdos, gallinas, sardinas, vacas, calamares, ratones, etc., y en cuanto a los derechos, lo más habitual es que pensaras en el derecho a no ser “maltratados”, a no ser “crueles” con ellos, a no causarle “daño innecesario”… pero no sería habitual que pensaras en el derecho a la vida, a la libertad, etc.
En DefensAnimal.org creemos que es muy importante analizar esto, aunque sea brevemente.
A todos/as nos educan desde la infancia a ser especistas, es decir, a discriminar a los individuos en función de la especie a la que pertenecen, y este especismo nos lo refuerzan en el resto de etapas de nuestra vida, en la publicidad, en la educación recibida de nuestro/a padre/madre, en la información que nos envía el gobierno a través de ministerios como el de sanidad o nutrición, etc.
Desde que aprendemos a leer y a escribir nos enseñan e inculcan una idea errónea y que tiene muchísimo que ver con la causa de que hoy en día miles de millones de animales no humanos sean separados de sus madres, sean privados de libertad, sean esclavizados, sean asesinados… nos hacen pensar en animales, como algo diferente y contrapuesto a los humanos. De este modo nos hacen “creer”, desde niños/as, que los humanos no somos animales, cuando es algo totalmente falso y absurdo. Este error, en apariencia inocente, conlleva que toda nuestra estructura mental se base en una barrera artificial y falsa entre los humanos y los demás animales. Esto conllevará que en todas las etapas de nuestra vida nos consideremos superiores al resto de animales, los no humanos.
el-planeta-tierraLo ideal sería que desde la infancia se educara dejando claro algo que sí es cierto y real, y es el hecho de que en este planeta podemos hablar de tres grandes categorías, de modo que en primer lugar hay minerales, es decir objetos inertes, en segundo lugar hay vegetales, que son seres vivos, y en tercer lugar están los animales, perdón, “estamos” los animales, que somos seres vivos, como los vegetales, pero además, y esto es lo verdaderamente importante, somos seres sintientes, ya que disponemos de sistema nervioso, y el hecho de tenerlo es lo que implica que tengamos la capacidad de sentir dolor, placer, miedo… y que por lo tanto tengamos intereses que deberían ser respetados.
Nos educan a creer que los humanos somos una cuarta categoría, que somos semidioses, que el hecho de que los demás animales no pertenezcan a nuestra especie implica que son inferiores, de modo análogo a como los racistas piensan que los humanos que no pertenecen a su raza son inferiores o los machistas creen que las mujeres son también inferiores por el hecho de no ser hombres.
Hoy en día hay campañas muy positivas para erradicar la idea injusta de creer que la raza o el sexo deba ser motivo para discriminar a alguien, de tal modo que en los colegios, por ejemplo, se educa a los niños para que no discriminen a sus compañeras por ser niñas, o a los compañeros inmigrantes por ser de otra raza.
Por el contrario, hoy en día la educación sigue siendo totalmente especista y se educa a los niños y niñas para que sean especistas. Se les educa con un leguaje especista, con la máxima ya mencionada de la contraposición animales/humanos, o animales/personas (como si los humanos no fuéramos animales, o los demás animales no fueran personas), pero también con expresiones especistas (matar dos pájaros de un tiro, eres un burro, eres un cerdo…) e incluso los cuentos infantiles finalizan con la idea de que no hay nada de malo en matar a alguien y en comérselo, ya que todos finalizan con la expresión “…y fueron felices y comieron perdices”. El lenguaje es muy importante para crear, mantener, reforzar o modificar conductas, y por ello hoy en día se deberían evitar expresiones sexistas o racistas… pero lo mismo deberíamos hacer ya con las expresiones especistas, eliminándolas o modificándolas (por ejemplo diciendo “salvando dos pájaros a la vez”).
A los niños y niñas no sólo se les educa a ser especistas con el lenguaje sino también con hechos como llevarlos a zoológicos o acuarios en las actividades extraescolares, o abriendo a ranas u otros individuos en las clases de biología, y lo más importante, educándoles bajo la idea errónea y falsa de que es necesario ingerir nutrientes de origen animal para estar sanos/as. Se les sigue educando bajo la idea de que necesitan comer carne o huevos de gallinas para crecer, o que para tener huesos fuertes necesitan beber leche de madres no humanas.
Se debería informar ya de la verdad a los niños/as, y dejar de mentirles. Se les debería informar de que los humanos también somos animales, y que no somos ni más ni menos que los demás animales. Que este planeta lo estamos compartiendo cientos de miles de millones de individuos, de razas, sexos y especies diferentes, pero que, objetivamente, todos y todas merecemos el mismo respeto y consideración.
Se les debería informar de que, en cuanto a la alimentación, los humanos somos animales omnívoros, y que eso no implica, como erróneamente nos hacen creer, que sea necesario comer nutrientes de origen animal (como les ocurre a los animales carnívoros, como los leones, por ejemplo) “y” vegetal, sino que deberían informar de que el hecho de que seamos omnívoros implica que podemos alimentarnos de fuentes de origen animal “o” vegetal, es decir, podemos estar perfectamente sanos/as sin incluir ningún ingrediente de origen animal en nuestra alimentación. Podemos obtener todos los nutrientes de fuentes de origen vegetal, es decir, de los cereales, legumbres, hortalizas, frutas, frutos, secos… Podemos estar perfectamente sanos/as y saludables respetando la vida y la libertad de los demás animales con los que compartimos el planeta.
Cada vez más gente se rebela y opone a que los toros sean asesinados, pero la mayoría desconoce que cada segundo son asesinados más de tres mil individuos que como los toros, y como nosotros/as, también quieren seguir viviendo. Los toros son asesinados, pero dentro de la desgracia tienen la suerte de que la injusticia es pública, se televisa, y la gente es consciente de que se le está quitando la vida a alguien, pero por el contrario, mientras lees este artículo, los más de tres mil asesinatos que se están produciendo cada segundo, no los ves, no oyes los gritos y lamentos de las víctimas, porque se están produciendo entre las cuatro paredes de los mataderos, o en las cubiertas de los barcos pesqueros, piscifactorías, laboratorios…
Se debería informar de la verdad, se debería educar a ser justos/as y respetuosos/as con cualquier individuo que tenga capacidad de sentir, sin importar si es de raza blanca o negra, sin importar si es macho o hembra, sin importar si es humano o no.
No es un tema de ser compasivos con seres inferiores, porque ningún individuo debería ser considerado como inferior a otro. Es un tema de respetar a los demás individuos que también tienen la capacidad de sentir y que por lo tanto también tienen intereses.
Todos los animales merecemos el mismo respeto, sin importar si somos perros, humanos, cerdos, sardinas, ratones, vacas, gallinas, hormigas…
Y por lo tanto, llegamos a la segunda pregunta que nos formulábamos al inicio, ¿qué derechos merecemos? Los derechos son normas creadas para preservar o defender los intereses de un individuo o grupo de individuos, y por ello todos los animales, humanos o no, merecemos derechos que permitan que “todos” nuestros intereses sean respetados.
Los Derechos Animales no deben implicar una “reducción” en el perjuicio a alguien o una “regulación” de cómo es utilizado alguien que no quiera ser usado. ¿Te imaginas que los Derechos Humanos implicaran leyes que regularan cómo deben ser esclavizados determinados humanos, o cómo deben ser violadas las mujeres? Seguro que lo verías absurdo y aberrante, pero algo similar es lo que hoy en día se suele pedir, lamentablemente, en las Manifestaciones por los Derechos Animales. Se piden derechos que regulen cómo son transportados al matadero los demás animales, o cómo deben ser esclavizados o asesinados (para que sufran menos), o que sus cárceles sean más amplias y modernas (en referencia a granjas, zoológicos, acuarios, etc.), y todo esto es especista, porque no lo pediríamos si las víctimas fueran de otra especie, por ejemplo la humana.
Por ello, por justicia, debemos respetar al 100% los intereses de todos los animales, sin importar nuestra raza, sexo o especie, lo que conlleva que debamos dejar de ser racistas, sexistas o especistas, y que por coherencia seamos veganos/as.

Luis Pérez García
Presidente de la ONG DefensAnimal.org
Economista y Nutricionista

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