La organización animalista lanza una campaña, con imágenes inéditas, para pedir el cierre de las instalaciones de Camarles y el fin de la experimentación con animales
Macacos enjaulados, apelotonados y afectados por la sarna y otras infecciones que, por desatención veterinaria,
permanecen sin tratar. Esa es la desoladora imagen que los activistas
de la organización Igualdad Animal se encontraron en la granja de Camarles,
en Tarragona. Por primera vez, la plataforma ha conseguido difundir
imágenes inéditas de lo que ocurre en estas instalaciones, en un campaña
dirigida a pedir el cierre de las mismas [ver vídeo].
Las
instalaciones catalanas están adaptadas para la cría de esta familia de
monos, que luego se trasladarán a otros laboratorios para que
experimenten con ellos. Igualdad Animal asegura que cada año llegan entre 1.500 y 2.000 macacos
provenientes de Isla Mauricio, donde estos animales salvajes son
capturados en la selva. Después, son trasladados -"a través de la
aerolínea Air France"- hasta el "centro de cría y distribuci´no de
Camarney S.L.-Noveprim Europe Ltd.", situado en la citada localidad
tarraconense. Y, de ahí, a los laboratorios.
Muchos de los centros
de investigación a los que llegan los animales pertenecen, según la
plataforma animalista, a la multinacional Convance, "internacionalmente conocida por la crueldad de sus experimentos".
La campaña lanzada hoy por Igualdad Animal muestra también imágenes de
otras investigaciones realizadas en centros de Münster (Alemania) y
Virginia (Estados Unidos), donde los macacos son aislados, golpeados y
maltratados sistemáticamente, según los activistas infiltrados que
accedieron a sus instalaciones.
En España, la organización denuncia que más de 300 macacos fueron obligados, sólo en 2010, a ingerir sustancias tóxicas como pesticidas y herbicidas
con el fin de realizar pruebas de toxicología en laboratorios
nacionales. Según Igualdad Animal, dichas cifras han sido extraidas del Informe sobre las estadísticas de los animales utilizados para la experimentación y otros fines científicos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.
"La reciente prohibición en España de la investigación con Grandes Simios
nos recuerda que tenemos una responsabilidad hacia los animales, que
también abarca a otras especies como los macacos. Optemos por métodos de investigación éticos en los que no se utilicen animales", solicita Sharon Núñez, presidenta de Igualdad Animal, en un comunicado.
Por
último, la plataforma recuerda que desde 2002, cuando abrieron las
instalaciones en Camarles, las protestas se han ido sucediendo desde que
los propios vecinos de la zona intentaron impedir el inicio de su actividad.
Ahora, Igualdad Animal lanza esta nueva campaña, que incluye una
recogida de firmas, para cerrar este centro, así como para que las
aerolíneas que los transportan"rechacen formar parte de estre cruel
negocio".
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