Según se recoge hoy en varios medios de comunicación,
el Director de Conservación del Parque Nacional de Picos de Europa,
Rodrigo Suárez Robledano, ha cedido a las presiones de los grupos que
han demandado el fin de las batidas previstas contra los lobos y dictó
una resolución el pasado martes por la que declara formalmente la
suspensión de las batidas de lobos en el Parque Nacional.
Desde PACMA agradecemos a todos los grupos que han presionado para conseguir que se reconsidere la decisión de acabar con la vida de los lobos que habitan esta zona protegida.
Desde PACMA agradecemos a todos los grupos que han presionado para conseguir que se reconsidere la decisión de acabar con la vida de los lobos que habitan esta zona protegida.
La decisión ha sido tomada después de la polémica de la muerte del lobo Marley, de
un año de edad, que formaba parte de un estudio sobre población de
lobos en el Parque Nacional de Picos de Europa, y portaba un GPS. El
animal fue abatido por los guardas del Parque el pasado
21 de agosto, junto a un compañero de manada. Recordamos que su muerte
se trató de ocultar de forma intencionada por la Consejera de
Agroganadería, María Jesús Álvarez González (PSOE).
En este mismo sentido, el Partido Animalista trabaja también en Galicia para acabar con las batidas de lobos híbridos que allí se están realizando, con el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia.
Es la defensa de los intereses de todos y cada uno de los animales como individuos la que nos tiene que llevar a oponernos a prácticas como la caza, que afectan a millones de animales, independientemente de si están en extinción o no. Los motivos para defender la vida de los animales deben trascender la barrera de las especies que los seres humanos imponemos a los miembros de otras comunidades.
En este mismo sentido, el Partido Animalista trabaja también en Galicia para acabar con las batidas de lobos híbridos que allí se están realizando, con el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia.
Es la defensa de los intereses de todos y cada uno de los animales como individuos la que nos tiene que llevar a oponernos a prácticas como la caza, que afectan a millones de animales, independientemente de si están en extinción o no. Los motivos para defender la vida de los animales deben trascender la barrera de las especies que los seres humanos imponemos a los miembros de otras comunidades.
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