La
Güela, la osa parda más anciana de la población cantábrica oriental,
fue capturada en las montañas de Liébana el día 14 de diciembre de
2011, y trasladada al Parque de la Naturaleza de Cabárceno en Cantabria
de forma temporal hasta que se le encontrase un destino definitivo
acorde con sus requerimientos.
Sin embargo, y pese al tiempo transcurrido,
la osa continúa en su cautiverio, constituido por un habitáculo de tres
por cuatro metros cuadrados, "sin que hasta el momento se tenga
conocimiento de que haya sido sacada de allí".
"Actualmente, y a consecuencia de estar
sometido a cautiverio en un habitáculo que impide satisfacer sus
necesidades fisiológicas y psicológicas, la osa Güela presenta síndrome
de reclusión, con un comportamiento estereotipado, y elevados síntomas
de estrés", según el Fondo para la Prevención de Animales Salvajes FAPAS.
La Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior
de Justicia de Cantabria ya ha comunicado a FAPAS que ha iniciado el
procedimiento de diligencias de investigación, tal y como solicitó la
organización.
Al respecto, esta asociación espera que este
procedimiento dé como resultado que la osa, "retirada del entorno
natural donde vivía en circunstancias dudosas, ya que al menos en
Palencia, fue sometida al hostigamiento de varias batidas hasta que fue literalmente expulsada hacia Cantabria, viva sus últimos días en el entorno más adecuado y con las mejores atenciones".
Güela fue capturada en la Montaña Palentina en julio
de 2011 en un lamentable estado de decaimiento físico debido a su vejez
y puesta en libertad, con un collar emisor en el cuello para seguir
sus movimientos, el 2 de septiembre en Cervera de Pisuerga (Palencia),
tras recuperarse en Cabárceno.
Sin embargo, en diciembre tuvo que volver a ser
capturada porque se comportaba de forma "inusual" y a la "defensiva"
ante la proximidad del hombre, debido a la experiencia de su anterior
de captura.
Desde el Partido Animalista vemos con suma
preocupación la existencia de parques zoológicos, que en ningún modo
suponen un beneficio para los animales y sí una privación de libertad
por intereses humanos ajenos a las necesidades de los animales, por lo
que nos sumamos a FAPAS y solicitamos un desenlace adecuado para que la
Güela pueda disfrutar del final de su vida de una manera digna.
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