Un informe afirma que se prendieron hogueras para que los animales salieran de sus madrigueras y el fuego se descontroló
El incendio que obligó a desalojar a medio millar de
personas en Estepona este pasado fin de semana se produjo durante una
cacería de conejos que se estaba llevando a cabo en la zona. Según
informaron desde el Infoca, el informe elaborado para determinar las
causas del siniestro apunta en este sentido y especifica que fue una
negligencia en las actividades de los cazadores la que produjo el fuego.
El documento, que ha sido elaborado por a Brigada de
Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del Infoca, señala que, al
parecer, las personas que llevaban a cabo la cacería prendieron pequeñas
hogueras para que los animales saliesen de sus madrigueras y que el
fuego se les habría ido de las manos, lo que finalmente provocó el
incendio, según aseguraron las mismas fuentes.
Desde el pasado domingo, cuando todavía se realizaban
labores de refresco del área incendiada, la citada brigada se desplegó
por la zona para determinar las causas del siniestro. Así, después de
varios días de trabajo elaboraron el informe en el que se apunta a la
cacería como origen del siniestro.
Y es que en las inmediaciones del área afectada hay un
coto de caza. Además, los propios vecinos ya barajaron esta teoría
puesto que el día del incendio, en el que sopló con fuerza el viento,
escucharon en la zona disparos de los cazadores, por lo que creyeron que
el fuego podría haberse iniciado por una colilla mal apagada o arrojada
al campo por los cazadores, según afirmaron.
Cifras dispares
Por otro lado, el área afectada por el incendio del
pasado sábado ha provocado una gran disparidad en cuanto a las cifras
que trataban su medición. En este sentido, ayer el Infoca informó de que
la zona en la que se había extendido el fuego es de 102,4 hectáreas. Se
trata de un dato que difiere mucho de aquellos que se hicieron públicos
en los primeros días, en los que se indicaba que las llamas habían
afectado a unas seis u ocho hectáreas.
La vegetación calcinada por las llamas, según el Infoca,
es matorral y jérguenes, además de numerosas parcelas de viviendas, tres
de las cuales también sufrieron daños en su interior. Asimismo, las
citadas fuentes destacaron la suciedad de las parcelas que ardieron
durante el siniestro.
Para que esta situación no se repita, el alcalde de
Estepona, José María García Urbano, se reunió el pasado lunes con los
presidentes de las urbanizaciones afectadas por las llamas y solicitó a
las comunidades de propietarios que informen de forma inmediata al
Consistorio cuando detecten que, en sus áreas residenciales, existen
parcelas que se encuentren en una situación de riesgo de incendio, como
las que estén abandonadas o sin desbrozar.
En esos casos, los técnicos municipales se pondrán en
contacto con los propietarios de esos suelos para que intervengan de
manera urgente y eliminen esos riesgos. Si los dueños no actúan, lo hará
el propio Consistorio de forma subsidiaria, es decir, que los
particulares tendrán que sufragar el coste de los trabajos.
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