Un joven oso macho, de 70 kilos, murió en la mañana de
ayer atrapado por un lazo en las inmediaciones del pueblo de Porley
(Cangas del Narcea). El animal había sido encontrado por José Manuel
Antón, guarda de la Sociedad de Cazadores 'El Narcea', quien observó que
aún se encontraba vivo y tenía su pata delantera izquierda atrapada por
un lazo de acero. El guarda dio aviso a la Fundación Oso Pardo y poco
tiempo después llegó al lugar uno de los vigilantes de esa entidad.
Dado que el animal aún estaba vivo, ambos se vieron
obligados a mantener una distancia de seguridad respecto del oso, aunque
mantuvieron una actitud vigilante sobre el estado del plantígrado,
hasta que llegó el equipo de rescate, coordinado por un técnico de la
Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos, y que estaba formado
por veterinarios, guardas, técnicos del Principado y miembros del
Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil.
A pesar del operativo puesto en marcha, no fue posible
salvar al ejemplar, aunque se habían adoptado todas las medidas de
cautela posibles. En la intervención, los técnicos encontraron al oso
muy debilitado, debido tanto al tiempo que permaneció atrapado en el
lazo como por las heridas que le provocó en la pata y por las
condiciones meteorológicas.
En el pueblo de Porley, una zona en la que no se suelen
encontrar este tipo de animales, los vecinos no daban crédito a lo
sucedido y reprobaban la actitud de quienes colocan lazos en el monte.
La Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del
Principado de Asturias informó en la tarde de ayer que el cuerpo del
animal ha sido trasladado a Oviedo, donde en los próximos días se le
practicará una necropsia que permitirá conocer con exactitud las causas
de la muerte.
El Ejecutivo asturiano ha lamentado y condenado el
fallecimiento de este animal. El departamento que dirige María Jesús
Álvarez considera que «los avances registrados en la recuperación de una
especie emblemática como el oso pardo cantábrico no pueden verse
amenazados por acciones ilegales como la colocación de lazos, que en
nada benefician a la gestión de la naturaleza y que suponen una acción
insolidaria con el conjunto de la sociedad».
La Fundación Oso Pardo (FOP) califica de «un triste
episodio» la muerte de este ejemplar, que «pone de manifiesto la
peligrosidad de los lazos, capaces de herir o matar un oso. Por este
motivo, la lucha contra los lazos furtivos es uno de los principales
objetivos de la FOP».
14 lazos en un mes
La mayor sensibilización de la población hacia el respeto
de estas especies ha hecho que en los últimos años se detecten menos
lazos en el monte. No obstante, la Fundación considera que «todavía
sigue siendo un problema importante». Esta entidad explicó ayer que el
pasado mes de marzo se localizaron 14 lazos ilegales en un monte osero
de Cangas del Narcea.
Según las estadísticas que maneja esta entidad, desde
1993 se han retirado un total de 1.504 lazos de este tipo en los montes
de la Cordillera Cantábrica. Además, se ha denunciado a 18 tramperos
-cinco de ellos en Asturias- sorprendidos mientras colocaban o revisaban
las trampas.
«Solicitamos que el Seprona realice una investigación
profunda que permita identificar al responsable de la colocación del
lazo», anotó la Fundación Oso Pardo en un comunicado. Advierte de que,
en el caso de que esta investigación dé resultados, la entidad «se
personará para que sobre este individuo caiga la ley con todo su peso».
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