VALENCIA
// El toreo es todo un negocio con cargo a las arcas públicas. Como
ejemplo, la subvención que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente otorgó durante 2011 a las organizaciones y asociaciones
de criadores para la conservación, mejora y el fomento de las razas
ganaderas puras. Un total de 440.000 euros fueron directamente a
entidades relacionadas con la llamada “fiesta nacional”, la mitad para
la Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Esta partida se ha visto sensiblemente recortada en los presupuestos,
ya que en el año 2008, las subvenciones a la cría de toros bravos
rondaban el millón de euros. Sin este dinero no sería rentable hacer
negocio con el toro de lidia.
Según estimaciones del sector, la crianza del toro, solo en
alimentación, cuesta alrededor de 5.000 euros, un precio que los
ganaderos no consiguen al vender sus reses para una corrida.
Madrid, más de 2 millones de euros
Las subvenciones a las ganaderías es solo una parte ínfima del gran negocio del toro. Las ayudas a los festejos dependen directamente de los ayuntamientos o las comunidades autónomas.
Las subvenciones a las ganaderías es solo una parte ínfima del gran negocio del toro. Las ayudas a los festejos dependen directamente de los ayuntamientos o las comunidades autónomas.
Así, la Comunidad de Madrid en los presupuestos aprobados el 29 de
diciembre de 2011, dedica 2.197.407 euros a una partida bajo el epígrafe
de “asuntos taurinos”, en el apartado de otras actividades culturales.
Entre las actividades a subvencionar se encuentra el montaje de
exposiciones y actos relacionados con el mundo del toro, la colaboración
con ayuntamientos en actividades taurinas o el mantenimiento de la
escuela de tauromaquia.
Cabe destacar que en esta partida no están indicados los gastos de la
plaza de toros, ya que es una adjudicataria la que la gestiona y hace
negocio con la venta de entradas y la realización de espectáculos. Los
más de dos millones de euros son, en definitiva, para la promoción y
consolidación de una iniciativa privada como la de los toros, que el
Ayuntamiento justifica con la declaración de Bien de Interés Cultural.
A Coruña, sin cifras claras
Otro polémico ejemplo de ayudas públicas al mundo del toro se encuentra en A Coruña. En esta ciudad, desde 1991, hay ayudas directas a las corridas. El actual gobierno del Partido Popular llegó al poder prometiendo acabar con ellas, pero la realidad dista mucho de esa promesa.
Otro polémico ejemplo de ayudas públicas al mundo del toro se encuentra en A Coruña. En esta ciudad, desde 1991, hay ayudas directas a las corridas. El actual gobierno del Partido Popular llegó al poder prometiendo acabar con ellas, pero la realidad dista mucho de esa promesa.
La plataforma Galicia, Mellor sen Touradas calcula en un
gasto muy superior a los 50.000 euros el dinero que le costará al
consistorio la actual miniferia de agosto. Como explica uno de los
miembros de la Plataforma, Rubén Pérez, “ahora sigue habiendo dinero de
forma indirecta, aunque no se sabe el coste real”. Un coste de difícil
cálculo ya que el Ayuntamiento debe acondicionar el multiusos del
Coliseum como plaza al no disponer la ciudad de coso taurino.
Para el empresario el negocio es redondo. Él es el adjudicatario por
3.540 euros, según Pérez, y son los coruñeses quienes sufragan el gasto
de las instalaciones, de la adaptación del multiusos, de las taquillas,
de la banda municipal, de la publicidad en los programas de fiestas y en
las oficinas de turismo. Al final de la corrida, toda la recaudación en
taquilla es para el empresario.
El caso de Coruña es significativo ya que este año desaparecen de su
programación cultural un festival de teatro que se hacía desde hace once
años y una muestra de ciencia y cine. Entre las dos, no llegan ni a la
mitad del dinero destinado a tres días de corridas en la ciudad.
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