El
nuevo gobierno Andaluz de Griñán-Valderas ha decidido recortar e
integrar las Consejerías que considera de segunda fila. Una de las
grandes perjudicadas es la Consejería de Medioambiente, que pasa a incluirse en la Consejería de Agricultura y Pesca. De este modo, Medioambiente deja de tener protagonismo propio en la política andaluza de los próximos cuatro años.
Más grave todavía es el hecho de que el nuevo
gobierno ignore absolutamente cualquier propuesta que implique mejoras
en las condiciones en las que se encuentran los animales o la
prohibición de los toros, a pesar de que Izquierda Unida proponía este
punto en su programa electoral.
Todo esto entra en disonancia con los discursos de
Izquierda Unida-Los Verdes en su campaña electoral. Cabe recordar que la
formacion roji-verde recogió en un documento notarial el compromiso de
cumplir las promesas de su programa político.
Esto evidencia, una vez más, que los partidos
que enarbolan la bandera de la defensa de los animales, como IU, en
realidad lo hacen por motivos electoralistas. A la hora de la verdad, no
lo tienen en cuenta en sus agendas políticas.
En una comunidad donde se destinan más de 20 millones de euros públicos al fomento y mantenimiento de la tortura de animales,
resulta incomprensible que el nuevo gobierno no proponga la retirada
inmediata de las subvenciones públicas a la tauromaquia. Andalucía se
encuentra en una situación económica insostenible, con una tasa de paro
que supera el 30% en la región.
Esperamos que una vez en el poder, Izquierda Unida -
Los Verdes no olviden su compromiso de cerrar el grifo institucional que
aporta los millones de euros que recibe actualmente la tauromaquia en
sus distintas vertientes.
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