miércoles, 24 de febrero de 2010

Canelle y el oso tuerto del Parque Bruil

Jesús VALLÉS Los Verdes de Aragón
20/02/2010




Las personas de cierta edad recordarán que en el Parque Bruil de Zaragoza había una pareja de osos pardos que vivían enjaulados en un minúsculo recinto. A causa de la alimentación y la cautividad, aquellos osos estaban diabéticos perdidos pero su mirada era limpia y serena, aunque unos desalmados le reventaron un ojo al macho disparándole con una escopeta de perdigón.

La osa murió y el oso fue trasladado a Rioleón Safari, en Tarragona. Un amigo me contó que volvía en el tren de Barcelona y una anciana se subió en San Vicenç de Calders cargada con un cesto de manzanas y le explicó que, en Zaragoza, acostumbrada a llevarle manzanas al oso, había viajado de propio hasta Rioleón Safari para llevarle un cesto de fruta a "su" oso pero que ni siquiera le habían dejado entrar a verlo. La señora, con pena, repartía las manzanas entre los viajeros de aquel tren.

Treinta años más tarde, René Marquize, el cazador asesino, disparó su rifle al corazón de Canelle, la última osa de los Pirineos, que intentaba rescatar a su cachorro acorralado por una jauría de perros en las montañas del valle de Aspe.

Schopenhauer afirmó: "El hombre ha convertido el mundo en un infierno para los animales".

El 28 de marzo, los defensores de la naturaleza nos concentramos en Ansó. No nos resignamos a que los Pirineos pierdan definitivamente a su más valiosa criatura. Aunque llueva, aunque nieve. No importa, allí estaremos.

Rindiendo homenaje a Canelle, a la anciana del cesto de frutas y a aquel oso tuerto del parque Bruil.

http://www.diariodelaltoaragon.com/NoticiasDetalle.aspx?Id=615788

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La concentración anunciada en este escrito para el día 28 de marzo es una autentica locura. Sólo se va a conseguir un enfrentamiento con la población local, con un claro perjudicacado: el oso y cuantas iniciativas se pongan en marcha para su conservación.

Cuando estamos hablando de especies que tienen un gran componente de rechazo por parte las poblaciones locales, si realmente se apuesta por la conservación del oso, no se deben organizar actos tan estúpidos de ir a un pueblo, pretendiendo dar lecciones a la gente de la zona.

Anónimo dijo...
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