La Navidad ha traído el mejor regalo para Timy: un nuevo hogar. Este pequeño cocker marrón, cuya historia de malos tratos dio a conocer Heraldo Abierto en enero de 2007, parece que tiene una nueva oportunidad junto a una familia alemana, después de haber pasado por varias experiencias negativas.
Este animal, junto a otros veinte perros y ocho gatos, ha sido adoptado en el país germano, gracias a un convenio de colaboración de la asociación protectora de Jaca con una agrupación de ese país. En concreto, Timy está viviendo ahora en Lübeck, en el norte. La suerte parece que se ha aliado por fin con este perro, que llevaba viviendo de acogida desde julio con una voluntaria de la protectora, Guadalupe Bautista, que se hizo cargo de él hasta este mismo mes. Su hermana, Chus, recuerda que "esperamos que esta oportunidad sí sea la definitiva" porque "el caso de Timy es especial por lo mal que lo ha pasado".
Desde Jaca han colaborado ya en otras ocasiones con la asociación alemana. "Allí -apunta Bautista- no hay perros abandonados por las calles, porque están más controlados y se les trata muy bien". "Pensamos que pueden tener una buena vida en Alemania", apunta, al mismo tiempo que menciona que viajan ya con todas las vacunas reglamentarias.
Timy tiene ahora cinco años. Hace tres malvivía, en Jaca, enfermo de lismania y aquejado de malnutrición hasta que la asociación actuó, tras recibir el aviso de un vecino, que veía al animal todo el día en la terraza. Se comprobó entonces que tenía hasta un hueso atravesado en la garganta que le impedía tragar. No tenía documentación ni cartilla. Fue un caso de total abandono.
"Lo tuvimos en casa hasta que se recuperó", cuenta Chus Bautista. Nueve meses después una pareja manifestó su deseo de cuidarlo aunque, al final, la adopción no salió bien. Así pues, volvió de nuevo a la protectora, donde ha estado hasta ahora en un hogar de acogida. Fue en ese momento, tras comprobar la poca fortuna que estaba teniendo Timy, cuando los voluntarios decidieron iniciar los contactos con Alemania para tener así una garantía de que la adopción podría tener un final feliz para este perro.
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