Al ojear en Gara la informatción relativa a las fiestas de San Fermin podemos constatar, un año más, que las crónica taurinas siguen presentes.
Iñaki Etaio | Para Kaos en la Red | 18-7-2009 | 1030 lecturas | 24 comentarios
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Al ojear en Gara la informatción relativa a las fiestas de san fermin podemos constatar, un año más, que las crónica taurinas siguen presentes. Es de todo punto inadmisible que un periódico con una linea editorial progresista y de izquierdas de cobertura informativa a semejante demostración de sadismo y bestialidad humana.La inclusión de las corridas de toros como parte de la fiesta, que desgraciadamente en esta embrutecida “civilización” lo es, no hace sino contribuir a normalizar dicha práctica denigrante. No deja de ser paradójico que, un periódico que se hace eco de las práctica sistemática de la tortura a detenidas/os que los medios del sistema ocultan, no tenga empacho en describir los pormenores de cómo se torturan hasta la muerte cada tarde a seis animales que no tienen otra culpa que haber nacido toro. Se podrá intentar argumentar que, entre los espectadores de la plaza de toros habrá unos cuantos, si no muchos, lectores de Gara. Esos mismos que, interpelados acerca de su manifiesta incoherencia entre suponerse de izquierdas y manifestarse contra la tortura a la vez que asisten a la plaza de toros, se excusarán diciendo que van a ver el ambiente o a merendar, y que ni siquiera hacen caso a lo que pasa en el ruedo.
Muchos de ellos incluso replicarán diciendo que la plaza de toros es también un lugar para la reivindicación, como si no hubiera mil lugares durante todo el año donde reivindicar y como si la reivindicación más inmediata y urgente en una corrida de toros no fuera precisamente la abolición de esa aberrante práctica.
El leer o no las crónicas taurinas no es una cuestión de gustos. No es que a unas personas les guste y a otras no y haya que respetar todas las opiniones. El “pequeño” detalle es que en medio de nuestros gustos está la victima de ellos, a la que nadie pide opinión. Si fuera algo tan simple como una cuestión de gustos los pedófilos también podrían argumentar que lo suyo es una cuestión de gustos.
El recoger en las páginas de un periódico las crónicas taurinas es una cuestión básica de ética y de humanismo, sin los cuales la izquierda deja de ser verdadera izquierda. Boris Bialik, en el prólogo al excelente libro de Máximo Gorki, La madre, lo resume de forma brillante: “Si al humanismo se le separa de la revolución, deja de ser verdadero humanismo, y si a la revolución se la separa del humanismo, deja de ser verdadera revolución”.
La eliminación de las crónicas taurinas de las páginas de Gara y el conceder mayor eco a la lucha antitaurina es, en este sentido, una paso necesario para dar mayor coherencia a este periódico que, por lo demás, supone una imprescindible bocanada de aire fresco informativo, aunque en estos días con cierto hedor a sangre inocente.
Iñaki Etaio (Gasteiz)
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